Todo en el Oeste parecía estar en paz desde el ultimo enemigo que enfrentaron, de pronto algo cambio, empezó a haber un desbalance en la tierra algo que rápidamente los demonios pudieron captar; un sello se había roto y un nuevo enemigo ha desperta...
Sesshomaru llego al palacio del Oeste el cual estaba rodeado de un muro de fuego del infierno el cual impedia el paso a este, por un momento se quedo observando el lugar buscando algun rastro que indicara que el palacio habia sufrido daños pero se fijo que solo se trataba de un muro que protegia el lugar para que nadie entrara, en especial el.
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El olor a ceniza se podia sentir en el lugar ademas del olor a muerte, sangre.
No habia duda, Thanatos era el responsable de esto, estaba completamente seguro que se encontraba alli adentro, con Ena y Aiko no tardaron mucho tiempo en llegar sus otros 3 hijos sorprendiendose un poco al ver el lugar hecho llamas pero al ver lo calmado que estaba su padre se quedaron a la espectativa de ver cual seria el siguiente paso a dar.
- Es un muro de fuego del infierno, no sera facil pasar atravez de el. - la voz femenina de su hijo lleno sus oido mientras apretaba la mandibula al escuchar aquello, no habia nada que lo detuviera, a el, el Gran Sesshomaru.
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Comenzo a tomar su verdadera forma, pero antes de que pudiera hacerlo el fuego se empezo a alzar, mas y mas cubriendo el palacio en una enorme bola de fuego evitando el acceso de cualquier forma posible.
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- Maldito infeliz! Cree que eso nos detendra? - Seina tomo una peina de oro y empezo a acomodar su cabello plateado de forma que quedara un peinado y sujetarlo con la peineta.- Entraremos como sea.
