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Nuestros dos protagonistas estaban paralizados, no podían moverse por las dudas y el miedo que comenzaba a crecer en ellos, aquella joven era misteriosa como peligrosa para ellos.

— ¿La conoces?— Fue lo primero que Yasuo pregunto.

— Solo se me hace familiar pero no creo que sea aquella persona...— Riven miro a Yasuo con preocupación.

— ¿Es alguien peligrosa?— El parecía que estaba cuestionando a su amada.

— Yasuo, si no te lo he dicho, ¿Que crees que significa?— Respondió con un tono aún más preocupante.

Claramente los dos ya estaban nerviosos, sentía que su vida normal que querían desaparecía, querían respuestas que no las conseguirían fácilmente.

Se miraron tratando de encontrar seguridad entre los dos pero el miedo los inundaba, aquella nota, aquel papel con unas cuantas palabras hicieron que todo en ellos comenzara a no ser cierto.

Yasuo dejo escapar un suspiro.— Es mejor que dejemos de pensar eso...— Se acercó a su pareja y la abrazo.— Por ahora estamos bien, solo dejemos de pensar en aquello y vamos a comer...— Los dos se separaron y volvieron a caminar.

Realmente la situación no era nada agradable para ellos, Yasuo sabía que Riven no estaría bien después de aquello y el miedo que infundio en los dos, así que lo decidió.

— Riven.— La nombrada lo miro.— Vamos con Anya, es suficiente para mi...— La albina sonrió haciendo que Yasuo se tranquilizara.

Cambiaron de rumbo hacia aquella cafetería en la que tenían buenos recuerdos y una buena amiga, al llegar se dieron cuenta que el lugar estaba lleno, los había sorprendido y decidieron entrar de todas formas.

Había demasiada gente y fila, los miraron que había personal esta vez sorprendiendolos, decidieron buscar a aquella amiga suya preguntando al personal.

— Disculpe Señorita.— Riven llamó la atención de una de ellas.— ¿Puedes decirme dónde está la señora Anya?— Pregunto con calma.

— Oh, ¿Ustedes conocen a la abuela?— Los dos adultos se miraron entre sí ya que habían escuchado a la abuela.— No se preocupen, dejen ir a preguntar.— Ella rápidamente entro de nuevo en la cocina.

— ¿Abuela?— Pregunto Yasuo a su pareja.

— No me mires a mi, también estoy sorprendida, no pensé que ella tuviera familia aquí cerca.— De pronto aquella anciana salió abrazando a los dos protagonistas con una gran sonrisa.

— Fantástico, era lo único que faltaba para que mejorará mi día.— Pronunció la anciana con felicidad.

— Hola Anya, lo sentimos si no habíamos venido.— Contesto Riven con la misma sonrisa.

— No se preocupen, después de todo siguen aquí, estoy feliz por ustedes.— La anciana miro a todas partes dejando escapar un suspiro.— Parece que no hay lugar para ustedes aquí, vengan.— Aquella mujer mayor camino y era seguido por aquella pareja.

Los dos aún seguían sorprendidos, no pensaban que aquel café cómodo ya que estaba vacío se volviera tan popular de un momento a otro, aquella mujer los guiones hacia una habitación, era el segundo piso y había dos sillas y una mesa a lado de la ventana.

— Tomen asiento, traeré sus comidas, no tardó.— Anya salió dejando a los dos algo intrigados.

— ¿Anya se veía más feliz?— Pregunto Yasuo.

🌹Mi soledad; Tu Esperanza🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora