🌹Mi soledad; Tu Esperanza🌹

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Después de aquella plática la pareja se despidió de su amiga, ya debían volver a casa, los dos caminaban por la acera congelada con cuidado.

— No esperaba que aun quisieras seguir en el mundo de la mafia, pensé que te alejarías.— Comento el asiático con una sonrisa.

— No lo se, siento que no puedo alejarme de esto... Como tu no dejas de tomar alcohol.— Se burlo con una sonrisa.

— Pienso que es mas como no me puedo alejar de tu lado.— Se acerco besándola en los labios.

Su caminata era tranquila y acogedora para los dos, no la cambiarían por otras cosas... O tal vez si. Llegaron al edificio, subiendo por el elevador los dos juntos, Riven tan solo pensó que llegaría a dormir tranquila después de un día divertido y lleno de información, pero al entrar al apartamento fue una sorpresa para ella.

— Pien-.— Ella estuvo a punto de comentar algo después de haber dejado su abrigo pero las manos de su pareja recorriendo su cuerpo y sus besos en el cuello sabia lo que significaba.— ¿No podías esperar mas tiempo?— Pregunto con una sonrisa.

— Tal vez...— Respondió en un susurro haciendo sentir un escalofrío en la albina.— Después de todo, se que tu también quieres volver a disfrutarlo.— Comento Yasuo tomando el rostro de ella y besándola con pasión.

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Los dos caminaban hacia la habitación, Riven le quitaba la camisa de el, le gustaba verlo ya que solo era de ella desde ahora y aunque no lo admitía era muy egoísta. Yasuo también hacia su parte, bajando el vestido que ella traía, sin dejarla de besar en el cuello.

Los dos estaban en la cama, el mirándola a ella fijamente, los dos sonreían, se amaban, sabían que no tenían que demostrárselo con pasión, pero no haría mal hacerlo de vez en cuando según ellos y sus deseo.

— ¿Que es lo que amas de mi?— Pregunto la albina con una sonrisa, acariciando el rostro de su pareja.

— Bueno... Podríamos comenzar...— El se acerco y beso las mejillas de ella con dulzura haciéndola reír.— Tus mejillas sonrosadas por mi, tus lindo ojos carmesí que hay veces son cafés.— Comento para después bajar besando el cuello de ella escuchando lo suspiros de la misma.— También tu voz de esta manera que solo yo puedo escuchar.— Sonrió para después quitar el brasier de un movimiento sorprendiendo a Riven.

El miraba los pechos erectos de ella, le gustaban, tomo uno de ellos en su boca y el otro lo masajeaba, la albina tan solo dejaba escapar suspiros y uno que otro pequeño gemido. Para Yasuo escucharla era mas que suficiente para saber que ella realmente lo quería, su mano libre bajo hasta las piernas de ella acariciando las piernas de la misma, la haría rogar por mas.

— También amo tu actitud.— Dijo dejando de jugar con el pecho de ella para mirarla.— Puedes parecer alguien, puedes intentar alejarlos... Pero por alguna razón eso me hizo quedarme contigo.— Subió para besarla en los labios, los dos estaban disfrutando ese beso todo el tiempo posible.

El aun tenia sus manos cerca de la zona intima de ella, le dio un pequeño pellizco haciendo que ella le mordiera el labio en medio del beso, al terminar tan solo sonrió, le había sacado un poco de sangre.

— Lamento haberte mordido pero era injusto.— Se justifico ella con una sonrisa.

— Claro, tiene justificación.— Comento sarcástico dejando que uno de sus dedos entrara en ella.