I

1.3K 126 133
                                    

Jae y YoungHyun habían salido para comprar algo para la cena, siempre cenábamos lo mismo por insistencia de Brian y ya estábamos artos de las hamburguesas. DoWoon y yo nos quedamos solos, claro, por culpa del chico mitad pollo. Hacía semanas le había comentado a mi amigo mayor de mis sentimientos por el más pequeño en la casa así como el a mi sobre lo que él pensaba del bajista.

SungJin en la tarde salió por la boda de su prima, lo más probable es que no regrese a casa hasta mañana, así que me encontraba en el infierno y el paraíso a la vez. Solo éramos cinco chicos con una banda local algo normal en adolecentes de nuestra edad… supongo, Jae tocaba la guitarra, Brian el bajo, DoWoon el baterista y yo tocaba el teclado, SungJin era el “líder”, por así decir, él nos unió a todos y ahora somos DAY 6.

Vivimos todos en la casa de Jae y pagamos todas las cuentas entre todos, aclarando. De tan aburrido que estaba me dedique a ver algunos dramas mientras la hamburguesa de pollo llegaba y el maknae estaba en su cuarto practicando con su batería, me ha propuesto enseñarme en reiteradas ocasiones pero la vergüenza de estar cerca suyo me detiene y prefiero estar lo más alejado de él que sea posible, sé que jamás sentirá lo mismo.

— WonPil, haz visto mi caja de baquetas nueva, acabo de romper mi último par — El menor apareció frente al televisor, sin camisa, sudoroso, ese hombre debería dejar de practicar tanto.

— Su-supongo que SungJin la dejó sobre tu cama — Mataré a Jae.

— También pensé eso pero no están — Sus orejas estaban rojas como siempre. Se acercó al sillón y se sentó a mi lado, mi cuerpo es un maldito palo de escoba a su lado, y soy mayor, y me siento idiota, y algo erecto, pinche DoWoon hermoso.

— Ya has terminado de practicar — Traté de hacerle platica aun sin verle a los ojos.

— Supongo — Se movió un poco en su lugar y se quejó incomodo, lo próximo que sentí fue un peso sobre mis piernas cruzadas. El pequeño tenía los ojos cerrados y una expresión de tranquilidad en su rostro. Se veía tan tierno, pase una de mis manos por su cabello azabache, cuantas ganas tenia de que él nunca se fuera, quería que fuera para mí, pero él era un macho, un heterosexual sin afecto a otro hombre por más que la amistad. Nunca me mirará como algo más que su hermano mayor.

— ¿En qué tanto piensas WonPil? — A la chingada. DoWoon había cambiado de posición y estaba sobre mi regazo, sentado, a centímetros de mis labios.

— No, nada, solo que, ya tengo hambre y Jae ya ha tardado bastante — Me removí incómodo dándole a entender que no estaba tranquilo en esa posición más él no se movió.

— Posiblemente ya la hayan comprado pero estén besándose en el auto o algo así — Movió un poco su pelvis, es un maldito, lo amo tanto — Sé que esos dos terminarán casados, me encantaría ver eso, ellos con dos hijos, Ñoqui y Petronila, y tú y yo… — Se quedó mudo y borro su deslumbrante sonrisa, enseguida sus mejillas tomaron un color carmesí hasta sus orejas y yo también de eso estoy seguro. No te hagas ilusiones, WonPil, no seas imbécil — Lo que quiero decir es…

— No importa, ya entendí no querías decir eso, tranquilo, Woonie — Acaricié su mejilla.

— Muérete, WonPil — Y lo sentí, algo que solo creí que en mis sueños pasaría nada más, sus calientes labios sobre los míos, masajeando con miedo de hacer algo mal, pero él es perfecto.

Sus movimientos lentos aumentaban, no me había fijado, yo no respondía, sabía que se estaba decepcionando pues se estaba alejando de a poco, mas no se lo permití. Puse mis brazos alrededor de su cuello lo cual intensificó el beso más de lo debido, lo sorprendí pero no me importo, solo quería besarlo, disfrutar este momento, de sus labios y su calidez, sentía en mi pecho una extraña presión al igual que en mis pantalones, sería mejor que lo arreglara o entraría a su cuarto a violarlo.

Ring, ring.

Mis compañeros no podían ser más inoportunos, conteste la llamada de mala gana, por ningún momento deje de abrazar a DoWoon.

— ¿Qué pasa, Jae? — Hablé en tono de molestia.

Brian y yo nos quedamos varados en la carretera, la camioneta está muerta y tengo miedo de ese arbusto que se mueve, no regresaremos hasta mañana — Su voz temblaba, seguro había llorado como lo hacía cada que tenía miedo en la oscuridad. Enseguida escuche otro sollozo y también comenzó a hipar.

— Bien, Jae, pásame a Brian — Supongo que asintió y enseguida me paso al castaño.

¿Qué? — Era su voz normal.

— Cuida a Jae del arbusto, por favor, cuídense los dos – dije preocupado.

Claro, como digas mamá, veré si podemos ir a un hotel a dormir o algo — Musitó en tono burlón — No prometo no violarlo — Susurró. Claro, a Young también le gustaba el rubio, por cierto. Y la llamada se cortó, trayéndome de nuevo a la vergonzosa y caliente realidad.

— ¿Qué dijo? — Me preguntó DoWoon aun sobre mis piernas, como si el beso nunca hubiera sucedido.

— No van a regresar hasta mañana, la camioneta de Jae se averió y se quedaron la mitad de la carretera, yo ya tengo hambre — Hice un mohín con mis labios.

El pelinegro tomó mi rostro entre sus dos manos y acarició mis mejillas con sus pulgares — Lo siento, por lo de hace rato, es solo que, no sé cómo decirlo, tu… me gustas, Hyung, desde hace mucho tiempo, tu forma tan amable de ser, no te importa cuando Jae te ofende y cuando te preocupas por nosotros. Cada que te acercas a mí no puedo evitar sentirme tan bien, te amo y no lo negaré, nunca. Tengo miedo de que me desprecies. Cada que abrazas a Brian o a SungJin, los celos me invaden, aprieto los puños y me voy de ahí, golpeándome mentalmente por no hacer algo para estar al lado tuyo, te necesito para respirar, sé que tal vez no sientes lo mismo que yo y no me haré ilusiones. Pero, ahora, solo quiero expresarte, que espero y disfruto cada momento que los chicos no están cerca, porque sé que, cuando ellos se vayan, tal vez lo hagas porque te sientes solo o en realidad me quieres y me consideras tu amigo, pero, hablaré contigo, veré tu sonrisa y escucharé tu dulce voz, ya no importa si me crees raro o si me odias de ahora en adelante, al menos viviré tranquilo de saber que he estado de esta forma contigo — Se levantó de sobre mí y se fue, con una sonrisa y la mirada baja.

Quería decirle, en serio quería, pero en mi mente no hallaba las palabras correctas para explicarle como él lo había hecho, quería decirle lo mismo, que también lo quería y que también me gustaba y me gustaba estar con él a toda hora, solo quería ir con él. Sin darme cuenta mis piernas se dirigían a su habitación al final del pasillo.

Me encantaría ir hacia él, besarlo y decirle algo igual de lindo, demostrar que siempre he sentido atracción por él, por su típica y única forma de ser, pero... No tengo excusa.

p r e g n a n t ▶ 아기 /// DOPILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora