"¿Quien dice que sólo el amor puede romperte el corazón? A veces te lo rompen tus amigos y hasta tu propia familia"
Me removí en mi cama con pereza, me sentía muy cansada, mi cuerpo se sentía tan relajado y a la vez exhausto que a la vez era placentero, abrí un ojo con pereza y la luz ya se asomaba entre las cortinas abiertas de mi recamara, lo volví a cerrar con sueño. Mi cuerpo se sentía ligero, más bien sólo sentía la sabana tapar mi cuerpo, no sentía ropa o mi ropa interior, eso era extraño. Un brazo cayo en mi desnuda espalda haciéndome sobresaltarme, gire mi rostro para mirar a la persona causante de esto y para ver con quien me había acostado, tal vez la noche de ayer me emborrache o algo así, había jurado que todo fue parte de mi imaginación y que lo había soñado esta noche, pero en realidad no fue así. Una enorme sonrisa apareció en mi rostro abarcando gran parte de él, no había sido un sueño, en realidad había pasado, en realidad Kol estaba aquí, estaba conmigo de nuevo, después de tanto tiempo estábamos juntos de nuevo.
Me quede observando cada detalle de él, en realidad no podía creer que estaba junto a mí, lo extrañaba, extrañaba su sonrisa, su mirada, sus coqueteos continuos, sus malos chistes, extrañaba aun las peleas, extrañaba todo el.
Dormía tan tranquilamente que dudo mucho que despertara a esta hora, sus largas pestañas se veían aún más grandes gracias a sus ojos cerrados, su nariz que no era grande ni pequeña era perfecta, o al menos lo era para mí, sus labios que se encontraba un poco entre abiertos, eran finos, delicados y suaves, con un sabor del que nunca me cansare, su cabello castaño, a veces un poco más largo y en ocasiones más corto, todo en él era único.
Seguí observando a Kol por no sé qué tanto tiempo más, se veía adorable mientras dormía, lucia relajado y tranquilo, en realidad no sé qué tanto tiempo lo estuve mirando como idiota, Kol se removió un poco y cerré mis ojos como si aún no despertara.
—Sé que estabas mirándome —comentó con los ojos cerrados.
Yo solo sonreí y seguí dormida sin moverme ni hablar, pero con los ojos un poco abiertos mirando a mi acompañante. Kol sonrió con una pizca de malicia y a velocidad vampírica se colocó arriba de mi tomándome con fuerza entre sus brazos.
—Buenos días, darling —menciono con una hermosa sonrisa.
—Buen día —sonreí y le volví a mirar.
—Me desgastare si me sigues viendo así —sonreí aún más si eso era posible—. Dios te extrañe tanto —me beso tan dulce.
—¿Qué crees que hice yo todo este tiempo? —lo miré y una sonrisa se escapó de sus labios.
—Te amo —menciono serio.
—Te amo también —Kol sonrió y nos besamos de nuevo y pasando a otras cosas.
***
—Toma —le extendí una bolsa de sangre a Kol, este negó—. Tómala, Kol
—Darling esto —señalo la bolsa—. No sabe rico.
—No la has probado así que no sabes a que sabe —me cruce de brazos.
—Yo solo sé que —me tomo de la cintura y me subió a su regazo—. De la vena es mucho más rico —sonrió con malicia y empezó a besar mi cuello.
—Kol —susurre.
—Darling —siguió besando mi cuello a su merced.
—Basta —me separé de el—. En serio tómala —le extendí la bolsa.
—Prometiste llevarme —rodé los ojos y empecé a comer mi desayuno.
—No puedo creer que te comportes como un niño —Kol solo se encogió de hombros—. Bien —mencione rendida—. Sólo no muertes —lo mire seria.
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La Tercera Salvatore - Libro II
FanfictionPero las familias no siempre están unidas por un lazo de sangre. Yo creo que una familia se crea también a partir de un sentimiento. Son las personas que en tu vida te quieren en la suya, aquellos que harían cualquier cosa por verte sonreír y aquell...