La Tercera Salvatore - Libro II

¿Cuál es tu problema?

CAPITULO 5.

Las palabras de la bruja resonaban en mi cabeza una y otro y otra vez Hechizo localizador, esa idea fue borrada de inmediato de mi mente, tenía el número de Klaus en mi celular así que, sólo le podía hablar y saber cómo se encontraba mi hermano, era algo muy fácil. El hibrido no me negaría la información.

Tumbada en mi cama, con música de fondo mientras leía un libro, y con mi cama rodeada de comida y una bolsa de sangre para matar la sed, era como me encontraba en el momento. Quería un momento para mí y mi paz mental, pero claro que en mi vida no puede existir por más de dos minutos. La música fue interrumpida por la entrada de una llamada.

—¡Dime que puedo seguir en mi cama sin hacer nada por favor! —suplique dramática.

—Por ahora si —respondió a lo que suspire feliz—, pero por la tarde no. Te necesito en la escuela.

—Caroline es domingo —queje tomando asiento en la cama—. DO-MIN-GO —separe las silabas—. Es el último día de vacaciones, por favor.

—¿Qué, en la era donde se inventó en fuego no hacían bromas? —mencionó con burla.

—Ja, Ja, Ja —volví a lanzarme a la cama—. Eso es infantil, Caroline.

—Es nuestro último año —suplicó—. Tiene que ser el mejor de todos. Cero problemas, cero muertes, cero tragedias.

—Claro, olvidare que mi hermano esta con un lunático —ironicé.

—Sólo por hoy —mencionó cansada—. Por favor —suspiré rendida.

—De acuerdo rubia —un chillido de felicidad se hizo presente.

—Te quiero —reí ante su felicidad—. ¿Podrías traer sangre?

—¿Para alimentar o para las bromas?

—Para las bromas obvio —aseguró—. Y una extra para mí.

—Te veo después Caroline

Colgué el celular, me puse de pie pues necesitaba ir al baño. Al salir limpie el desorden que tenía en mi cama, baje a la cocina para depositar toda mi basura a donde correspondía. No había visto a Damon al bajar la primera vez, tal vez dormía aún.

Tire los empaques de la comida al bote de basura al igual que el de la sangre, en la cocina no había trastes sucios por lo que supuse Damon no había bajado o desayunado aún, camine hacía la biblioteca-bar para ver si estaba ahí, pero nada, tal vez estaba dándose una ducha o dormido aún.

La noche de ayer no fue una buena para él, me dispuse a seguir mi camino a mi habitación, pero mi curiosidad fue aún mayor y me dirigí a la habitación de mi hermano mayor, toqué a su puerta, pero no obtuve respuesta así que decidí ingresar. La cama de Damon se encontraba hecha, la ducha no se escuchaba por lo que decidí ir a ver al baño y tampoco estaba ahí, se me hizo extraño, pero igual y fue al Grill.

Regresé a mi habitación y me dispuse a ver Netflix por lo que restaba del día.

***

Lo que restaba de la tarde la pase viendo series, pedí una pizza para no morir de hambre, aunque la verdad tenía muchas ganas de una y de no hacer de comer, deje varias llamadas y mensajes a Damon, pero no contesto ni uno, supongo que estaría molesto aun y por eso de su actitud infantil, se le pasara tarde o temprano.

La idea de localizar a Stefan volvió a mí como tentación a lo prohibido y peligroso, decidí seguir mis instintos y poniéndome de pie comencé a buscar un mapa, una vez localizado lo extendí en mi cama, coloqué una vela a mi lado y saqué una pequeña navaja de mi cajón.