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Jaebum aleja el rostro del castaño.

—Bien Wang, ¿qué se siente el ver muerto a alguien a quien querías tanto?—suspiró—Y sobre todo, asesinado.

—Estúpido, ¿¡Cómo te atre—recibe un golpe de parte del contrario, justo en su mejilla.

—Cállate, rubio imbécil—suspiró—Gracias a Jinyoung te encontré tan fácilmente. De nuevo.

—Jaebum, no nos vemos desde hace más de seis años.

—Qué fácil recuerdas—he hizo una sonrisa ladilla—Haber si caes en cuenta de esto, Wang—suspiró—Hace más de siete años que una pareja de casados muere por el barrio en que vivíamos, ¿no?

—S-sí—logró responder, el pelinegro notó una expresión nublada de parte del contrario.—Entonces, sí lo recuerdas.

—Fue hace mucho, sólo sé que fue una pareja.

—¿¡Me crees idiota!?—mencionó en tono alto—Bien—suspira—Fue más o menos a la vuelta de tu casa, pero más que cerca de la tuya; es la mía.

—En esos días mis padres estaban angustiados—susurró—La situación económica de Corea bajó.

—¿Y que pasa? ¿Crees eso una excusa para andar asesinando a alguien por dinero, quizá?

—Sólo comenté.

—Pasaron cuatro putos años investigando el asesino de la pareja—respira—¿Sabias que tenían un hijo, no?

—No idiota, no lo sé—dijo enfadado—¿Lo conocías? Pensé que eras antisocial.

—Yo callo bastante, pero observo muy bien—rió.

—¿No te da curiosidad saber quién asesinó a la pareja? ¿Y el por qué?

—No, no la tengo.

Jackson estaba corto de palabras, y sin duda, el pelinegro notó eso totalmente, dejándole cada vez más claro que el castaño tenía que ver con algo.

—¿Cuándo lo vas a admitir, Wang?—se acerca al mencionado, volviendo a quedar frente a frente.—Eres un asesino.

—Soy inocente—insistió el mencionado.

—Bien, ya me aburrió esta conversación—suspiró—Te digo esto. Tienes nueve días para admitir lo de aquél día. Y si no, ve despidiéndote de tu vida—rió, alejándose del castaño y llegando a la puerta de su oficina.—Tendré diversión estos días—susurró. El pelinegro abrió la puerta y salió.

Jackson no sabía en qué pensar, qué hacer, o qué le iba a pasar. Él nunca había estado así, no después de aquél día. Escuchó unos pasos fuera de la habitación, vendrían por él, y sin más, entró Jinyoung a la oficina, desatando un poco al castaño y llevarlo fuera de esta.

—Camina rubio—rió—Im te dejó una habitación hermosa, siéntete afortunado.

—Vas a morir, lo sabes, ¿No?—cayó al suelo de la habitación, viendo como el mencionado cerraba la puerta de ésta y la aseguraba.

Jackson estaba desatado, pero encerrado tanto en la realidad como en la memoria. Quizá le faltaba descansar, quizá solamente era eso; se acomodó en el pequeño colchón que había en la habitación y quedándose dormido.

Remember me? [JAESON].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora