Capitulo 17

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Jesus Oviedo.
Lunes 4 de Octubre. 7.00pm.
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Bajo del coche, tomando la última calada que me quedaba para posteriormente tirar mi cigarro. Daniel mira el escaparate de la joyería y me señala el precio de un anillo.
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-Nos vamos a hacer de oro. -digo riendo crujiendo mis dedos.
-Y tanto hermano. -dice sonriendo.
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Entramos, veo como los señores nos miran pero lo ignoramos mirando los anillos.
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-¿Necesitan ayuda? -dice el hombre.
-No, gracias. -respondo.
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Mi hermano me indica que nos vayamos, salimos de ahí y conducimos a casa pensando en como hacer ese maldito robo.
11.45pm.
Agarro las llaves temblando, bajo las escaleras hacia mi sótano y meto las llaves en la cerradura.
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-Abrela Oviedo. -me obligo.
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El rojo de las paredes dilata mis pupilas, entro cerrando la puerta y paso mis dedos por las infinitas fustas que están bajo mi posesión, el cuero de mis cinturones me traen tanto malos recuerdos de aquella mujer. Aparto la mano cerrando el puño, me acerco a la alta mesa negra, agarro las pezoneras imaginando lo hermosa que se vería Nahid con este juguete, a mi servicio.
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-No oviedo, estás loco, ella jamás aceptaría a todo lo que podría hacerle. -me murmuro frustrado.
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La correa con una bola en el centro, se vería hermoso entre sus contorneados labios. Cierro los ojos sentándome en la gran cama con sabanas rojas y blancas convenciendome que debo dejar esto.
Los recuerdos de esa mujer empapan mi cerebro, cierro aún más los puños y las lagrimas mojan mis rodillas.
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-Sabía que no podía bajar aqui. -digo furioso.
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Salgo de ese infierno con paredes rojas ¿por qué acepté la propuesta de esa mujer? ¿Por qué me excita tanto azotarlas? No Oviedo, este horrible gusto sexual siempre será un secreto...

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