Capitulo 71

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Alison Sellers.
Lunes 23 de Julio. 11.00am.
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Él baja de la barra, rio negando y suspira.
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-No es tan dificil, yo te ayudo. -dice serio.
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Me coloco bajo la barra, miro hacia arriba suspirando y alargo los brazos en un intento de alargarla.
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-Sube, si te caes yo te agarro. -dice frio.
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Doy un salto enganchandome, subo y suspiro. Mis brazos tiemblan, mi cuerpo se balancea inestable y mis manos sudan sobre el metal.
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-Lo estás haciendo bien. -dice sorprendido.
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El musculo de mi brazo derecho se tensa demasiado haciendome caer del dolor, Daniel me coge antes de tocar el suelo rodeandome con sus brazos y me mira frunciendo el ceño.
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-El brazo. -suspiro.
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Me sienta sobre un pequeño sillón, sale del gimnasio que tienen en casa y regresa con hielo.
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-Joder. -me quejo.
-El musculo se ha tensado, estabas muy tensa. -lo miro.
-Estaba colgada de una barra. -reprocho.
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Rie amargadamente, agarra suavemente mi brazo, lo abre y cierra relajando el musculo hasta que el dolor se disuelve.
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-Ven, pesas sería mejor. -dice acercandose a unas barras.
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Me tumbo bajo una barra, él le pone poco peso y, tras enseñarme como usarlo lo hago mucho mejor que antes.
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-Lo haces bien. -dice sonriendo.
-¿Puedo descansar? -pregunto.
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Asiente, sigue subiendo y bajando en la barra mientras bebo agua y cae quejándose. Me acerco rapidame viendo como su pecho sangra, me arrodillo frente a Daniel colocandome a su altura, toco la zona ensangrentada de sus heridas mojando mis manos de sangre y provocando que el agarre mis muñecas evitando que me manche.
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-Estoy bien. -dice decaido.
-No, joder, estas sangrando mi vida. -digo sin pensar.
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Me mira sonriendo ante el mote, bajo la cabeza riendo y tira de mi justo cuando voy a coger papel para secar sus heridas.
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-Quedate a mi lado, no importan mis heridas. -murmura.
-Daniel, tu pecho. -agarro su rostro preocupada.
-No soporto esto, quiero escuchar que me amas. -súplica.
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Obligo que me mire, veo un mar de lagrima en los castaños ojos de mi hombre y niego.
Mis labios se acercan a los suyos cual imanes, sus manos me atraen a él sentandome sobre su regazo a la vez que mis manos bajan a su pecho repasando en la ensangrentada zona. Sus labios acarician los mios mezclandose suavemente a la vez que los mios le suplican más pasión.
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-Te amo, te amo, te amo estúpido. -digo riendo.
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Él me mira, vuelve a besarme y rozando nuestros labios suspira "dejame hacerte feliz, convertirte en mi felicidad"...

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