Secrets

Capitulo 43

Alison Sellers.
Miercoles 20 de Octubre. 7.00pm.
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Agarro una camisa de su armario para estar por aqui, froto mis ojos removiendo la toalla que aguarda mi cabello mojado y Mark sale del baño con una toalla en su cadera.
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-Ya me iba, venía a robarte una. -digo haciendole reir.
-Ven, no te vayas nena. -dice tirando de mi brazo.
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Sonrio ante sus palabras, me besa lentamente y cuando el oxígeno nos separa deja besos muy cortitos en mis labios haciendome reir. Mis manos van a su abdomen insconcientemente pero me agarra muy fuerte de las muñecas impidiendo mi roce.
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-Sueltame, me haces daño. -digo mirando el agarre.
-Nena, joder perdón. -dice nervioso cuando me alejo.
-Estoy bien. -digo.
-Muestramelas. -suplica.
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Se las enseño, están algo rojizas pero no duelen nada en comparación a mi pecho, me hace sentir que soy cualquiera cuando es Mark el que afirma cuanto me ama.
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-Perdoname, mi nena. -suplica besando mis muñecas.
-Estoy bien. -digo seria.
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Me acerco a su torso, mira mis ojos mientras los mios están perdidos en su abdomen y sonrio al tener una idea.
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-Espérame aquí. -digo saliendo de la habitación.
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Agarro un rotulador que hay en la habitación donde duermo, entro de nuevo en la suya y Mark me mira interrogante al ver el rotulador.
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-Marcame los límites, quiero tocarte sin hacerte sentir obligado pero por favor no aguanto más. -agarra el rotulador.
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Daniel Oviedo
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Trazo una línea subiendo desde mi cadera hasta mi nuca y hago el mismo camino en su lado opuesto, aún no estoy preparado para que me acaricie la espalda, tengo demasiados recuerdos ahí.
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-Vaya, en la polla no pones límite. -rio a carcajadas.
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Sus dedos acarician mi cadera, mira mis ojos fijamente a la vez que la imagen de esas señoras aparece en mi mente, gritandome, pegandome, torturando a un niño.
Sube a mi abdomen, se inclina besando dulcemente mi pecho y cierro los ojos del dolor interno al sentir como toca mi nuca.
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-Me pegaban, unas mujeres, acabé en un internado muy pequeño y esas mujeres se encargaron de maltratarme y hacerme creer que jamás se enamorarian de un seco como yo. -confieso.
-Oh mi gordo. -dice impresionada.
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Besa de nuevo mi pecho deslizando sus manos, sube sus labios a mi cuello y suspiro algo más relajado.
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-Pues yo me encargaré de que esas señoras se enteren cuanto te amo. -me murmura.
-Oh nena. -la pego a mí.
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Toca mi mejilla muerde su labio y me besa.
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-Tal vez seas un sieso, pero Mark, te amo y si te he amado sin tocarte te amaré siempre. -dice sonriendo.
-Eres la mejor maestra de amor. -digo haciendole reir.
-Tal vez, mi sexy profe de educación física. -rie mordiendo mi labio...