Capitulo 58

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Nahid Sellers.
Sabado 7 de Junio. 1.15am.
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Sollozo, él me mira y da cortos pasos hacia mí.
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-No sabes cuanto te he buscado. -dice triste.
-Eres un hipócrita, siempre me guardarás secretos. -digo seria.
-Muñeca, te entregue mi mayor secreto, aún era pronto, no tuvimos tiempo de disfrutarnos. -dice.
-¿Sabes lo mal que me hacía el recordarte cada instante que me miraba al espejo? -reprocho.
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Frunze el ceño, bajo un poco el escote de mi camiseta mostrándole las marcas de sus azotes, me giro para enseñarle las del trasero y él me mira.
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-No me duelen, me dueles tú, me duele recordar que acepté tu forma de amarme pero a cambio recibí más secretos. -digo con la voz rota.
-Jamás serás mi sumisa si así deseas. -baja la cabeza.
-¿No entiendes? Me dan igual las marcas, me dan igual los azotes pero estoy enamorada de algo que no existe. -explico.
-¿Qué quieres saber? Me llamo Jesus Oviedo, soy de Sevilla y ladrón desde prácticamente toda mi vida. -dice mirandome triste.
-El amor no es así, Jays...Jesus, joder. -protesto por la equivocación.
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Él sonrie ante mi error, da más pasos hacia mí hasta acorralarme en el muro y toca mi espalda.
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-Mi Nahid, mi pequeña muñeca. -susurra sonriendo.
-Alejate. -suplico.
-Ven conmigo, a mi cama, quiero abrazarte y creerme que estás aquí, en mi brazos de nuevo. -dice ilusionado.
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Lo empujo levemente apartandolo, me mira desconcertado y baja la cabeza.
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-Ya no más, estoy cansada de ser la sensible y estupida, cansada de tus secretos y de ser la que siempre llora. -digo seria.
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Me mira desconcertado, aparto la mirada y siento sus labios sobre mi mejilla.
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-Si no me hubiera marchado ¿qué sería ahora de nosotros? -pregunto seria.
-Seguramente estaríamos a puntito de casarnos. -dice.
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Mi pecho se encoje, la manada de elefantes sube a mi vientre poniendome nerviosa y una sonrisa se cose en mis labios.
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-Tu estabas en guerra con cupido. -digo ocultando mis emociones.
-Pacté con él, cupido me mantendría junto a ti toda mi vida con la condición de que yo siempre te hiciera feliz. -dice tranquilo.
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Lo aparto de mí nuevamente, me mira y niego secando mis ojos mientras corro lejos de él, no aguanto más...

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