cap 10

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Pov Kirino

Bien Ranmaru de alguna forma saldrás de esto.
-jefe, ¿que haremos con ella?- ¡¿ah?!
-oye idiota ¡¿que no me ves que soy hombre?!- le grité pero al parecer no le gustó al imbécil por lo que me dio un puñetazo en la mejilla derecha.
-nadie te dijo que hablaras..y si en serio eres hombre tal vez sea mas divertido- sonrió de una forma tan asquerosa que me dio asco.
-jooo intenta tocarme y te arrepentirás-
-vaya si que nos salió con garras el gatito- ya me colmó la paciencia, me iba a dar otro golpe pero me agaché y al imbécil le dí una patada en el vientre, dejándolo sin aire. El otro se me acercó por detrás tomándome del cuello pero le di un codazo en la cara. El primero se levantó queriendo golpearme de nuevo pero le hice una zancadilla y cayó otra vez. Ahora me puse encima de él sentado en su cintura y como si fuera lo mejor del mundo, comencé a darle varios puñetazos en la cara hasta dejarlo sangrando.

[...]

Después de algunos golpes mas reaccioné y me levanté de ahí.
-para la próxima fijate con quien te metes- ambos estaban tirados en el piso en una no muy buena condición.
Tomé la carpeta que tenía los papeles de papá (que se me cayó cuando me golpeó el imbécil en la mejilla) y salí de ese callejón reaccionando a lo que había hecho.

Demonios. Me toqué la mejilla y me ardió, el idiota me dio un buen golpe. No puedo llegar así a casa o mamá me hará demasiadas preguntas y no puedo decirle lo que pasó o de seguro le da un infarto...
Ya sé quien me puede ayudar.

Pov normal

Fue por otro lado hasta llegar a la casa de Shindou.
-es mejor que ir con Hamano- tocó el timbre y espero a que le abrieran.

Le abrió una mucama, y sabiendo que Shindou siempre lo recibiría, lo dejó pasar acompañándolo hasta la sala donde se encontraba su amigo.

Pov Kirino

Ya había venido algunas veces, pero siempre me sorprende lo grande que es esta mansión.
La mucama se retiró apenas llegamos a la sala y Shindou se me acercó.
-hola- le dije y él me miró preocupado.
-¿que te pasó?- me señaló la mejilla.
-emm pues..digamos que alguien encontró mi lado malo- lo dije como broma pero el se puso serio.
-creí que no eras una persona violenta-
-no lo soy-
-¿entonces?-
-ayudame y te explico- le señalé mi mejilla.
-bien, sígueme- me llevo hasta su habitación y fue en busca de un botiquín de emergencia. En ese corto lapso llamé a mamá y le dije que me encontré con un amigo en el camino y que estaría un rato con él, solo me dijo que no llegara muy tarde. No quiero que se preocupe, al menos asi queda un poco tranquila.

[...]

Shindou llegó a los pocos minutos, me hizo sentar en su cama y el se hincó frente a mi mientras comenzaba a curar el golpe.
-¿y bien?- me preguntó.
-bueno... un par de idiotas quisieron abusar de mi en un callejón- solté como que nada pero él me quedó mirando un tanto preocupado- ¿qué sucede?-
-no te pasó nada mas ¿cierto?-
-no, tranquilo.. Me defendí. No me siento orgulloso de haber recurrido a la violencia pero si me siento felíz de haber salido de esa horrible situación.
-que alivio- lo oi suspirar- tampoco estoy a favor de violencia pero si fue la única manera en la que no te pasara algo malo, estoy felíz de que los golpearas- ambos reimos y él siguió curándome mientras le seguía contando como fue todo.
Su cara reflejaba preocupación aún después de saber que estaba bien.

Comenzó Por Una FiestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora