Comenzó Por Una Fiesta

cap 26 (final)

Pov Shindou

Se lo iba a decir cuando saliera del hospital pero la fecha se adelantó y debo irme antes. Que no daría por quedarme aquí pero no puedo desaprovechar esta única oportunidad de estudiar en una de las mas prestigiosas academias de música de Italia. Obtuve una beca debido a lo "prodigio" que soy, o eso es lo que me dijeron.
Al menos habría querido contárselo con algo de tiempo. Creo que tampoco podré despedirme de él antes de irme. Solo espero que no me odie por esto.

Pov Ranmaru

Se va...me dejará solo...no quiero pero tampoco puedo ser tan egoísta. Él será felíz haciendo lo que le gusta y yo...yo debo apoyarlo. Es lo mejor..

[...]

Pov normal

Era sábado por la mañana. El día en que el chico de rizos partiría a Italia. Debía estar a las 4 de la tarde en el aeropuerto y aún eran las 9 de la mañana. Aún así estaba ordenando las últimas cosas que le faltaban.

[...]

Eran cerca de las 3 cuando tenía todo listo pero aún así salió a esa hora ya que primero quería despedirse de ese pelirrosa aunque él no quisiera verlo. Aún así se dirigió al hospital.

Apenas llegó preguntó por él a la enfermera que estaba hablando con la chica de recepción.
Ella le dió el permiso de ir a la habitación y así lo hizo.

Una vez estuvo frente a la puerta dudó un poco en si tocar o solo irse, pero al final se decidió por la primera opción.
Dió unos leves golpes en la puerta y casi enseguida desde adentro se oyó un "adelante". Abrió la puerta, entró y la cerró tras de si para luego dirigirse a la silla al lado de la camilla y sentarse.
-hola- se miraron un momento pero casi enseguida Kirino apartó la mirada- vine a despedirme- esas palabras llegaron a sus oídos pero terminaron en su corazón donde sintió un gran dolor.
-...espero que te vaya bien- no lo miraba, no podía o si no le gritaría que no quería se fuera, que se quedara.
-¿por qué no me miras?- intentó tomarle el rostro con ambas manos pero el pelirrosa hizo un movimiento efusivo.
-no es nada- su actitud sorprendía y entristecía al pobre pianista que solo quería un buen recuerdo de ese pelirrosa por el tiempo en que estuviera lejos, pero parecía que no sería así.
-supongo estás molesto- se levantó de la silla- mejor te dejo. Espero que te recuperes pronto y puedas rehacer tu vida normalmente. Te extrañaré mucho- y sin esperar siquiera una palabra, se marchó de ahí.

Una vez que estuvo solo en esa habitación comenzó a sollozar, era un idiota, su amigo no volvería en dos largos años y él solo actuó de manera grosera. Se sentía lo peor del mundo.

[...]

Estuvo unos cuantos minutos reprochándose por su tonta actitud hasta que decidió que debía hacer algo. Llamó a la enfermera que estaba a cargo y le pidió un gran favor.
-es probable que ya no esté-
-no me importa, necesito asegurarme. Por favor- la chica no pudo negarse y haciendo todo discretamente ayudó a salir a Kirino del hospital. Para su suerte ya estaba recuperado casi por completo por lo que no sería tan difícil el correr hasta el aeropuerto. Lo bueno es que no era tan lejos.

[...]

Y así lo hizo, corrió y corrió hasta llegar a ese lugar en el que su amigo y posible amor secreto partiría lejos de él.

Lo buscó por todos lados pero ni una pista de el chico de rizos hasta que miró de reojo hacia la dirección contraria y a lo lejos distinguió su cabello.
Sin pensarlo corrió para alcanzarlo antes de que abordara el avión. Para su suerte llegó justo y cuando estuvo a solo unos centimetros, se le abrazó por la espalda fuertemente sorprendiendo al pianista.
-te extrañaré demasiado- sintió como tomaron sus manos y las separaban de su cuerpo para luego él voltearse y verlo de frente.
-¿cómo es que ?viniste...- estaba sorprendido de que hubiera ido hasta ahí cuando se supone debía reposar aún- también te extrañaré, demasiado- le dió un abrazo que duró solo unos segundos ya que fue llamado para abordar el avión- trataré de hablarte seguido-
-hazlo..-se estaban despidiendo cuando nuevamente llamaron para abordar el avión y el pianista ya se estaba preparando para ir hasta que sintió que lo jalaban del brazo- no sé que pienses de mi luego de esto pero quiero quedarme con la conciencia tranquila- y sin mas lo jaló de la camisa y le dio un beso, uno que sorprendió al pobre Shindou tanto como a él mismo por haberse atrevido a hacerlo. No duraron mucho ya que la última llamasa se hizo presente y él debía irse.
-te daré mi respuesta cuando regrese- y se marchó dejándolo ahí, solo y con el corazón a punto de explotar por tantas emociones y adrenalina en un solo rato.
Se quedó ahí hasta que ya no lo vio.
-no tardes...por favor- y sin mas emprendió marcha de vuelta al hospital.