cap 3

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Pov normal

Se encontraba un chico de rizos en su hogar. Estaba frente a un gran piano.
Le encantaba tocar y cada vez que podía lo hacía, pero ahora era diferente, su mente estaba en otro lado, no podía concentrarse.
-demonios- golpeó las teclas con deseperación y se levantó del banquillo- mejor salgo a caminar- se dirigió a la salida, tomando de paso su billetera, celular y una chaqueta por si luego hacía frío.

[...]

Mientras caminaba por las calles notó como el sol se escondía lentamente para así dar paso a la noche, acompañada por las estrellas y la brillante luna, eso le gustaba, el mirar el cielo nocturno durante una caminata siempre le había parecido relajante.

Llegó hasta un pequeño río que estaba un poco escondido a simple vista, (o sea él ya sabía donde estaba) era aquel lugar al que iba cuando pequeño para relajarse y ahora que ya era mayor esa costumbre siguió.

Se sentó a la orilla del pequeño río, era un lugar pequeño pero bastante lindo. El césped estaba muy bien cuidado, en algunos sectores habían diferentes plantas, habían bastantes flores, eso hacía el lugar mas bello, y por último, el río, era ni muy grande ni muy pequeño, es decir, para un niño estaría bien estar ahí pero para él que ya era un adulto, con suerte podría sumergir sus pies. Aunque claro, ahora no lo haría ya que hacía frío.

-Ah, que buenos recuerdos me trae este lugar- abrazó sus piernas y apoyó su cabeza en ellas mirando el cielo- ¿por qué me es tan difícil concentrarme ahora? Desde que vi a ese chico que no puedo pensar en otra cosa que en querer hablar de nuevo con él...¿que me pasa? Creo que es la primera vez que me pasa esto- estuvo poco mas de una hora ahí hasta que se dió cuenta ya era muy tarde  además de que al día siguiente debía salir temprano-mejor me voy..y al final no pude calmar esos pensamientos- suspiró derrotado al tiempo que emprendía el viaje de regreso a casa.

[...]

Iba doblando por una esquina cuando recordó que debía comprar algo. Se regresó hasta una tienda que estaba a mitad de camino.

Iba a pagar lo comprado hasta que notó una cabellera llamativa y a la vez conocida detrás del mostrador.
-buenas noches, en que le puedo ayu...ah, eres tú, hola- le sonrió de manera cordial.
-sabia que ese cabello se me hacía conocido- le mencionó señalando sus rosas cabellos que ahora estaban atados en una coleta alta.
-el color de mi cabello es poco usual, de seguro cada vez que lo veas en la calle u otro lugar, seré yo- se sonrieron y Shindou pagó.
-no pensé verte de nuevo-
-pues..si pasas por aquí es mas que seguro que me verás, esta tienda es de mis padres y estoy la mayoría del tiempo aquí-
-¿entonces es por eso que en la fiesta te fuiste antes?- el menor asintió.
-así es, ese día quería charlar un poco más pero no pude... Debo admitir que  me sorprende verte de nuevo-
- y a mi...oh ya es demasiado tarde, ahora soy yo quien debe marcharse-
-oh.. Ha sido un gusto verte de nuevo-
-lo mismo digo- se despidieron y cuando estaba por salir del lugar, el de rizos se volteó- ¿te gustaría salir un día? Digo para que charlemos mas a gusto-
-me encantaría- anotó algo en un papel y se lo entrega- ten, es por si no me encuentras aquí- guardando el papel salió de ahí.

[...]

A pocos metros del lugar se detuvo y miró lo que estaba escrito en el trozo de papel.
"Kirino Ranmaru 832626830"
-con esto estoy a un paso mas cerca de saber que es lo que me pasa con él- sonrió guardando el papel en su bolsillo mientras lo apretaba suavemente.

Comenzó Por Una FiestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora