Drabbles ; shadonic

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S E I S

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— ¿El amor que siento por ti? —Volteó a mirarle con una pequeña sonrisa plasmada en sus labios—. Digamos que tengo una forma de decírtelo. —Su cabeza cayó hacia un lado con diversión, y sus orejitas se inclinaron hacia esa misma dirección.

Sonic echó su cuerpo hacia adelante, con cierta curiosidad haciendo mella en su cabeza. Rió cual niño emocionado por obtener un regalo y volvió a inclinarse, esta vez, para robarle un beso a su pareja.

Shadow sonrió acariciando sus mejillas con ternura, en cuanto correspondía dicho gesto con todo su amor, y rompió el beso cuando sintió el aire faltante en sus pulmones.

— Sorpréndeme —le dijo Sonic soltando un pequeño jadeo, y mostrándose más ansioso de lo que quería desde un principio. Pero es que no podía evitarlo. Sí, llevaban un tiempo saliendo, pero para ella, cualquier gesto por parte de su «Osito» siempre le emocionaba a un alto punto.

— Bueno, mira las estrellas —pidió con suavidad, mientras le echaba un brazo por encima de los hombros. Sonic así lo hizo, sintiéndose feliz con el simple hecho de estar a su lado—. ¿Qué ves?

— ¿Qué veo? —rió, desconcertado—. Bueno, veo millones de estrellas en frente de mí, perdiéndose hasta el horizonte y más allá, quien sabe si brillando para otras parejas como nosotros.

— Nosotros somos únicos, nene —ronroneó meloso, propinándole otro beso que sacó otra sonrisa por parte de su novio—. Pero me refiero, ¿podrías saber exactamente cuántas estrellas hay ahorita mismo?

— ¿Pero qué dices, Shadow? —exclamó, confundido, aún con un calor extendiéndose por sus mejillas. Levantó su rostro hacia el cielo, con sus ojos fijándose en las estrellas que titilaban por lo más alto—. Es más que imposible —declaró él, entrecerrando sus ojos para dar cierto remarque a sus palabras—. Todas las noches las veremos desde un ángulo diferente, cada noche hay nuevos brillos y otros que ya no aparecen... contarlas estaría fuera del límite.

— Entonces ya entiendes mi punto —sonrió él, por respuesta a aquellas palabras que le dieron algo de gracia—. Mi amor por ti no tiene límite; eres como mi corazón, no puedo vivir si no te tengo conmigo, junto a mí. Aquí.

El cobalto volteó el rostro en su dirección. Le dedicó una cálida sonrisa y volvió a inclinarse para darle otro beso; el frío que hacía a esas altas horas de la noche le hizo ahogar una especie de gemido, en cuanto sintió el toque helado que le propinó aquel beso.

— Somos dos adolescentes —le dijo Sonic, con una sonrisa plasmada en sus labios.

— ¿Qué hay con eso? —Shadow no parecía preocupado, mucho menos alterado de decirle aquellas cosas. A pesar de que muchos decían que a los diecisiete años, el corazón se ilusionaba hasta muchos puntos, para él nada de lo que le decía a su pareja eran mentira.

El se sentía así. Sentía que lo amaba. Sentía que él lo era todo. Sentía que él era su mundo... había hecho muchos intentos por poder enamorarlo hasta dar con el «sí», no iba a echarse para atrás y dejarle tirado a la primera oportunidad que se le presentara.

Simplemente era un chico de fuertes ilusiones.

— Que tal vez en un futuro puede que ambos cambiemos de opinión con respecto a nuestros sentimientos.

Sonic pensó que tal vez, con esas palabras Shadow iría a desanimarse, pese a ello, su novio simplemente sonrió de lado y negó besando sus manos con dulzura.

— Sabes que prefiero vivir en un presente —sonrió, sus ojos tenían un brillo especial que causaron otro sonrojo por parte del erizo—, y como mi presente eres tú, prefiero pasar contigo el resto del tiempo que nos quede juntos. Como tú dijiste: somos adolescentes, pero quién sabe lo que nos deparará el futuro, y si ese futuro es no estar a tu lado o todo lo contrario, tendré que prepararme para ello... por mientras, prefiero contar las estrellas con nuestro amor.