C A T O R C E
AU
Hubo un tiempo donde su relación colisionó, fuerte, fatal y de una manera que los hizo sentir a ambos que estaban hundiéndose en un profundo abismo, del que difícilmente pudieron salir.Hubo un tiempo en donde las peleas aumentaron; ya no eran normales, típicas de una pareja enamorada. Ambos se hacían daño mutuamente sin quererlo, pero pusieron todos sus esfuerzos por cambiar ese lado malo en su relación.
En ese tiempo, ambos se dieron una segunda oportunidad, cambiaron para el bien de ambos, cambiaron porque aún creían en ellos, en el amor que se procesaron una vez.
Y lo lograron. Contra viento y marea ahora volvían a ser una pareja de novios que se demostraban amor todos los días. El recuerdo de los días malos quedó en el pasado... pero en esos momentos, el pasado volvía a hacerse presente: Shadow acaba de desenterrar un recuerdo, a su parecer.
Se dejó caer de rodillas sobre el polvoriento suelo del sótano; las manos le temblaban, conforme leía una y otra vez aquella hoja arrugada y desgastada, que había encontrado dentro de un cofre.
“Día..., Chaos, ya no importa. Nada importa. No importa qué día sea, es lo mismo; un día más, un día menos. ¿Qué más da?
Perdí la cuenta hace unos días, seguro me he saltado algunos números, sólo por simple pereza a devolverme y ver un “Día 142” o un dígito más alto o más bajo. Son sólo números, ya me resigné de todo... aunque sean números bastantes extensos contado en días, que se agradaría si lo hiciera en horas, minutos, segundos. Y bueno, realmente no tengo nada de ganas de devolverme a leer las demás cartas que yacen escondidas en este maldito y viejo cofre, que mi padre me regaló para... guardar lo que yo quisiera.
Incluso me da pena usarlo para guardar mis pesares, pero... como sea.
Cada una sólo me hace recordar lo miserable que me hace sentir esta relación, cuya pasión y cariño parece irse apagando con cada día. Jeh. Vaya maneras... y eso que un día planeamos mudarnos en cuanto Shadow comprara la casa en otra ciudad, para casarnos y tener muchísimos hijos, para que de viejos tengamos muchos nietos a quienes amar y a hijos a quienes molestar... ¿será que aún sigue en pie esa proposición suya? Lo dudo.”