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—¡¡Yo seré la protagonista!!—chilla alegre Chleo. Alisha la ve, y ríe negando.

—Si hacen una película, pues lo serás. Debes estar segura de ello—le dice con una gran sonrisa. Chleo vuelve a chillar, y decir miles de ideas para protagonizar a Jennifer.

Alisha llego hace unas horas, y Chleo ha acaparado toda su atención. Cosa que me frustra, ya que quiero conversar con mi amiga. Y también aclarar algunos asuntos.

—No nos adelantemos a los hechos Chleo—digo y Ali asiente.

—Exacto. —Concuerda. Un celular suena y miro la habitación para de ver de dónde proviene, Ali se levanta y ríe. —Es mío, seguro es mamá. Lleva fastidiando toda la semana, con esto. Dice que tenemos muchas cosas que hablar. Esa mujer si es persistente Dios—murmura. Toma su teléfono y frunce el ceño, y suelta una maldición. — ¿Ty? ¿Pero qué rayos?—Ty... ¿Quién rayos es Ty?, volteo a mirar a Chleo que tiene la misma cara que yo.

—Aja... Lo que digas hombre, ahora dime ¿Por qué mierda me llamas?—hago una mueca antes su vocabulario. De nosotras tres, Alisha es la más grosera, y más impulsiva. Sin contar muchas más.

—Si estoy con ellas...

—Bueno dile a mamá que puede esperar.

—Sí, dile que me mande los papeles, necesito firmarlos antes de que actúen—dice ella con el ceño fruncido. ¿De qué hablan? ¿Y por qué Ty, conoce a la mamá de Ali?

—Carajo... Eso no hombre, te dije que de eso me encargo yo—le grita.

— ¡Porque si maldita sea! Bueno ya, dejemos es tema para más tarde. Ahora ¿Qué me ibas a decir de mamá?—dice molesta.

—Si es permanente. Hable con ella, y todo está arreglado.

—Veo que me amas ¿no?—dice burlona, ríe se despega del teléfono. —Lo lamento chicas, pero el chico no me dejara tranquila, hasta que me diga todo lo que tiene que decir. Es demasiado parlanchín, y eso que hablamos ayer por la noche—asentimos, y ella se despide con un gesto, mientras se aleja hacia la dirección del baño.

— ¿Sabes quién es Ty?—pregunto confundida.

—No, estoy igual que confundida que tu. Pero parecen muy íntimos ¿no crees?—dice con una sonrisa socarrona.

—Si lo parecen—digo con una sonrisa.

***

Estábamos cocinando, mientras esperábamos a Ali, ya que su llamada se ha extendido más de lo usual. Cuando el timbre suena, me limpio las manos y camino hacia la puerta.

Abro la puerta esperando ver a mi hermano, o un cartero, o algún repartidor de alguna, tienda, cuando el rostro engreído de Preston, aparece. Me sonríe, y yo se lo correspondo.

Vuelve a AmarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora