La historia de Roxy y Preston, comienza desde hace mucho tiempo. Roxy, siempre tuvo un pequeño enamoramiento hacia Preston, y él a sabiendas de eso siempre lo uso a su favor.
Luego de la graduación la meta de Roxy es "Olvidar, y borrar a Prest...
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Doy un pasa hacia el frente, pero me detengo abruptamente cuando Alisha sale del apartamento de él.
Se sienta a su lado sin decir nada —o eso parece —, viendo la pared frente de ellos.
Veo como el alza la mirada y voltea a verla. Nunca expone su rostro para que pueda descifrar sus sentimientos en este momento. Alisha pasa de una forma gentil por su mejilla, como la he visto muchas veces hacer con Chleo o conmigo. Mi corazón se comprime en solo pensar que ya no hara eso cuando nos encontremos en los peores momentos de nuestra vida.
Veo como el la atrae hacia si, para luego sentarla en su regazo y abrazarla con fuerza. Y otra vez mi corazón sufre por Preston.
Nunca lo he visto tan vulnerable, y una parte de mi —la única que no ha sido afectada por el dolor y la venganza—, duele y sufre por él.
Ali corresponde a aquel abrazo, y voltea. Voltea hacia donde estoy escondida. Sus ojos resplandecen por el reconocimiento, pero no dice nada solo me mira y niega antes de volver a abrazarlo con la misma ferocidad que Preston.
Los miro en silencio por un rato, hasta que decido que tengo que salir de mi escondite. Este también es mi edificio, este es mi pasillo. Ellos no deberían hacer este tipo de cosas en medio del pasillo. Puede que no sea nada obseno, pero es demasiado intimo.
Estoy apunto de salir cuando mi teléfono vibra en mis pantalones, lo saco y un mensaje de Cameron brilla en la pantalla de este.
Mamá te quiere en casa. AHORA.
Frunzo el ceño al ver encima del mensaje, SOS.
Chispitas...
Miro una última vez a Alisha y a Preston antes de comenzar a bajar las escaleras.
***
—¿Qué es eso tan importante? — le pregunto a mi hermano, una vez que estoy en la casa de mis padres.
Se rasca la nuca nervioso. —Es mejor que lo veas por ti misma —susurra señalando la puerta de la cocina.
Alzo una ceja desconfiada, pero solo camino hacia la cocina.
—¿Mamá? —murmuro entrando y la encuentro cocinando. Mucho.
Eso solo significa que... Oh chispitas.
—Hola mami, ¿como estas? —Le pregunto tranquila sentandome en el taburete al frente del desayunador.
—¡Roxy! —dice emocionada, volteandose a verme, dejandome ver ese pequeño tic, que solo aparece cuando esta estresada—. Hola mi vida ¿como has estado? ¿Yo? Estupenda ¿quieres comer algo? —señala los montenes de dulces que adornan los mesones.
