01|Conociéndonos

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¿Mi nombre? Ámbar Smith

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¿Mi nombre? Ámbar Smith

¿Edad? 18 años

¿Pasatiempo? Actualmente, odiar al idiota de mi mejor amigo por traicionarme de la peor manera...

- ¿Cómo está mi rubia favorita? - me dice el muy imbécil mientras se sienta a mi lado en la mesa de la cafetería, yo sólo ruedo los ojos con fastidio y le doy una mordida a mi manzana - ¿Sigues enojada conmigo?, deberías estar contenta, acabo de defender tu honor por tercera vez tan sólo esta semana - volteo a verlo alzando una ceja, él entiende lo que estoy queriendo decir, es algo muy nuestro interpretar a la perfección todos nuestros gestos - Ponce me dijo que te invitaría a "salir", así que le di su merecido... - se encoge de hombros como si eso fuera algo tan común, yo lucho para no soltar una risa pero me es imposible - así me gusta - me abraza con fuerza y yo lo empujo para que me suelte.

- Déjame Gastón, ni creas que con eso ya te perdoné lo que me hiciste -

Él pone los ojos en blanco y me mira - De saber que te pondrías así mejor ni te hubiera dicho nada, ¿Cuál es el punto de tener una mejor amiga, si no puedo contarle sobre cosas tan importantes? ¿Sabes lo que hubiera pasado si se lo contaba a los del equipo? ¡Son unas bestias! -

Habla tan rápido y hace tantos gestos con las manos que yo no puedo evitar reírme - ¿Piensas que yo no me voy a burlar de que el nene está enamorado? Si no me estoy riendo en tu cara es sólo porque tus elecciones me avergüenzan -

- ¡Baja la voz! - me dice susurrando haciendo que yo haga una mueca de fastidio - Eso lo dices porque ella nunca te ha agradado... -

- ¡Pues no! No me agrada, ni yo a ella y eso no va a cambiar nunca, querido... -

Hablando de la susodicha, pongo los ojos en blanco al ver a Delfina entrar a la cafetería con su séquito de perristas caminando detrás de ella. Los ojos de Gastón se iluminan cuando la ve, yo hago una mueca y me levanto molesta de la mesa para salir de la cafetería, al llegar a dónde ellas están Delfina y yo nos quedamos observando un momento, cualquiera que nos vea puede notar el contraste en nuestras personalidades; yo, con mi increíble ropa negra, botas de tacón alto, mi cabello rubio alborotado y maquillaje oscuro; y ella, con su ridículo uniforme de porrista, cabello negro perfectamente alaciado y maquillaje natural, excepto por sus labios rojos... ¿en la cabeza de quién podría caber que ella y yo nos llevemos bien algún día?, Gastón es un idiota...

Ella me manda una mirada venenosa y yo la miro despectivamente, paso de largo a su lado y empujo con el hombro a algunas de sus perristas, camino escuchando como ellas hacen quejidos de fastidio y salgo de la cafetería con una sonrisa.

Ella me manda una mirada venenosa y yo la miro despectivamente, paso de largo a su lado y empujo con el hombro a algunas de sus perristas, camino escuchando como ellas hacen quejidos de fastidio y salgo de la cafetería con una sonrisa

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In the name of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora