In the name of love

02|El comienzo

- Hola preciosa -

Ruedo los ojos al sentir como Ramiro susurra en mi oído mientras yo le doy la espalda. Cierro tranquilamente mi casillero y volteo hacia él, al hacerlo suelto una risa al ver que su ojo está morado, estoy segura de que eso es gracias a Gastón. Él me mira rodando los ojos y borrando su intento de cara seductora ¿cuándo entenderá que eso no funciona conmigo?

- El morado no te queda - le digo con cara burlona.

- Tu amiguito Périda tiene algo en contra de las citas -

- Supongo que entiende el concepto de lo que para ti significa una "cita" -

Ramiro ríe y clava su mirada en mí - El mismo concepto que tenías tú cuando eras más divertida - hace un gesto con las cejas y yo lo miro con fastidio.

- Supéralo Ramiro, eso fue hace mucho. Mis días de coleccionar futbolistas se acabaron - le doy una sonrisa fingida y me voy dejándolo ahí parado.

¿Qué se creen estos malditos? Es el precio de forjarte una mala reputación, y ¿por qué lo hice? Una vez escuché que tener una mala reputación es mejor que no ser nadie. Nunca he sido la chica que finge ser linda con todos y se mete en cada maldito club escolar para hacer todos los amigos que pueda y así volverse popular, eso se lo dejo a chicas ridículas como Delfina.

Yo siempre he sabido quién soy; hermosa, inteligente, capaz de manipular a mi antojo a cualquier chico... Ellos siempre creían que eran más listos que yo, eso era lo que yo les hacía creer, simplemente los utilicé para forjar mi imagen y convertirme en la chica más deseada de todo el colegio... Nunca dije que mis métodos fueron los más correctos, simplemente controlé la situación a mi antojo, como siempre.

Ahora no hay un chico en todo el colegio que no quiera estar conmigo... Excepto por mi idiota mejor amigo; y no hay ninguna chica que no envidie la atención que siempre recibo al tan sólo pasar caminando por el pasillo.

Hablando de ese tonto, me dirijo hacia las canchas para verlo, me gusta ir a ver los entrenamientos, los chicos creen que voy a verlos a ellos, cuando en realidad sólo voy a reírme un rato de cómo ellos y las perristas hacen el ridículo y se sienten tan orgullosos de eso.

Al llegar a las canchas veo a Luna parada cerca de las gradas, así que camino hacia allá y me coloco a su lado, ella voltea hacia mi y me hace un gesto con la cabeza, yo le respondo igual y después volteo para observar a Gastón que está en plena práctica, la verdad es que es bastante bueno, aunque yo nunca estuve de acuerdo en que entrara al equipo, es un tonto por dejar que su padre lo presione tanto para hacer lo que el tipo quiere...

Sabía que esto traería problemas, ahora el muy imbécil se enamoró de Delfina, como si quisiera seguir la estúpida tradición preparatoriana de que el capitán tiene que tirarse a la capitana... Es absurdo, hubiera preferido mil veces que consiguiera tirarse a Luna, ella es la única en toda la escuela a la que considero algo así como una amiga, supongo que es gracias a que ambas odiamos las mismas cosas y a las mismas personas. A diferencia de mí, ella es lo que se considera una niña bien... Es aplicada, casi no sale a fiestas, no sale con chicos a no ser que sus padres los aprueben... Eso explica por qué no aceptó salir con Gastón. Muchos en la escuela la consideran una ñoña, yo en cambio pienso que es una chica fuerte al no dejarse llevar por lo que los demás quieren que sea... Y eso me gusta, por eso disfruto pasar tiempo con ella.