24|Encuentros y desencuentros

806 74 91
                                    

- ¡Jim! -

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¡Jim! -

Jim sonríe al verme, pero cuando me acerco a ella su sonrisa se borra y ahora me mira confundida - Delfi, ¿Por qué no te has cambiado para la práctica? -

- No me quedaré, ¿Puedes hacerte cargo? -

- ¿Te pasa algo? -

- No me siento bien - miento - Por favor, te prometo que mañana no faltaré -

- Ok - me mira fijamente un momento y después empieza a caminar hacia las canchas.

Estoy a punto de salir del campo cuando veo a Gastón correr hacia mí, intento evadirlo, pero me alcanza y me sujeta rápidamente del brazo - Delfi, por favor, tenemos que hablar -

- Ahora no -

- Sí, ahora sí - me atrae hacia él un poco más, mirándome profundamente, y yo no puedo evitar mirarlo de la misma manera - Delfi -

- Uy, ¿Problemas en el paraíso? - Gastón se ve interrumpido por Simón, quien se acerca a nosotros con una sonrisa burlona en la cara.

- No fastidies -

Simón sonríe aun más al escuchar a Gastón - ¿Por qué no dejas que la princesa vaya a ponerse ese sexy uniforme que le queda tan bien? -

Gastón se aleja de mí y rápidamente se acerca a Simón para golpear con fuerza su nariz.

- ¡Gastón! - grito su nombre y me apresuro a ponerme frente a él con ambas manos en su pecho, mientras Simón se tambalea sosteniendo su nariz entre sus manos para contener la sangre.

Siento que Gastón me hace a un lado y Simón se arroja contra él lanzando un puño contra su cara, antes de que pueda volver a acercarme, veo a Ramiro llegar corriendo a donde estamos.

- ¡Suficiente! - Ramiro empuja a Simón antes de que él se pueda acercar otra vez a Gastón.

Ambos se van caminando hacia las canchas sin dejar de mirar a Gastón; Ramiro lo hace de un modo raro, como si estuviera preocupado, mientras que Simón lo mira de manera desafiante.

Me acerco de nuevo a Gastón, tomo su rostro entre mis manos y observo el profundo corte que dejó el puño de Simón en la comisura de sus labios.

- Vamos a curarte - lo tomo de la mano y empiezo a caminar, pero él me detiene atrayéndome hacia él, como siempre.

- No, Delfi, tenemos que hablar -

- Después - le hablo con firmeza - Si no curamos eso, se va a infectar - me doy vuelta y camino hacia los vestidores llevándolo a él de la mano, mientras Gastón camina en silencio detrás de mí.

Cuando llegamos, lo obligo a sentarse en una banca y camino para buscar un botiquín, regreso a donde él está y me siento a su lado, saco una bolita de algodón y la humedezco con alcohol, mientras Gastón no deja de mirarme todo el tiempo, lo cual me pone muy nerviosa.

In the name of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora