Primera parte: In the name of love ♡
Segunda parte: Back to you ♡
Delfina Alzamendi y Ámbar Smith no son las típicas adolescentes bellas y populares, pero sí las más envidiadas por todas y deseadas por todos en el colegio, bueno... casi.
Ámbar cree...
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Miércoles...
¿Cuántas veces tiene que romperse un corazón para que éste renuncie al amor?
Nina se hace esa pregunta mientras camina de un lado al otro sobre el escenario del auditorio escolar, con su libreto en la mano intenta seguir preparando aquel papel para el que tanto se esforzó en conseguir, pero su mirada es rápidamente atraída por Pedro, quien entra de manera apresurada y no tarda en subir al escenario para acercarse a ella.
- Nina, por favor, déjame explicarte... -
- Pedro, no - Nina habla con firmeza, no es tanto que Pedro haya podido lastimarla, bueno, lo que sucedió fue hace tiempo... pero le duelen las mentiras, después de haber sido ella misma una gran mentira - No quiero saber nada, no quiero estar más contigo, ni con nadie, ¡Estoy cansada de todo esto...! -
Pedro la mira con atención - ¿Por qué reaccionas así? ¿Esto en verdad es por mí o es por Simón? -
La castaña se mantiene en silencio, sintiendo cómo un nudo va formándose en su garganta, ojalá fuera por Pedro... pero no, es por Simón, siempre será por Simón.
- Vete - susurra agachando la mirada, sintiéndose totalmente incapaz de mirarlo a los ojos.
Pedro suspira con frustración y se dispone a bajar del escenario, camina en silencio entre las filas de asientos y voltea a observarla por última vez, antes de abandonar por completo el auditorio.
Nina aprieta los ojos con fuerza, en un intento porque las lágrimas se detengan, en verdad intentó quererlo, pero ya no puede engañar a nadie, mucho menos a sí misma, todo ese asunto de Delfi y Pedro sólo le ayudó a tomar una decisión que hace mucho ya tenía clara, pues por más que intentó hacerlo, el amor es algo que no se puede forzar.
Surge de manera natural, a veces por quien menos lo imaginamos, tal como le sucedió a ella con su amado chico secreto.
Conteniendo las lágrimas, deja el libreto sobre el escenario, pues no lo necesita, esas líneas están grabadas en su mente, pues no podría sentirse más identificada con ese sentimiento.
- También podría yo - comienza recuperando la compostura para adoptar su papel - preguntar por qué con tan evidente propósito de ofenderme y de insultarme, me dice que le gusto en contra de su voluntad, contra su buen juicio y hasta contra su modo de ser - se aclara la garganta tomando un respiro - ¿No es esta una excusa para mi falta de cortesía, si es que en realidad la he cometido...? - se detiene un momento, apretando de nuevo los ojos detrás de los cristales de sus lentes - Yo tengo todas las razones del mundo para tener un mal concepto de usted - continúa avanzando en el texto - No hay nada que pueda excusar su injusto y ruin proceder, no se atreverá usted a negar que fue el principal, si no el único culpable de la separación del señor Bingley y mi hermana, exponiendo al uno a las censuras de la gente por caprichoso y voluble, y al otro a la burla por sus fallidas esperanzas, sumiéndolos a los dos en la mayor desventura... - su voz comienza a apagarse pues las lágrimas se hacen presentes de nuevo - Desde el principio - su voz se quiebra al avanzar a esta parte del diálogo, posiblemente la que más le hace recordarlo - casi desde el primer instante en que le conocí, sus modales me convencieron de su arrogancia, de su vanidad y de su egoísta desdén hacia los sentimientos ajenos... - su voz se quiebra por completo, las lágrimas inundan sus ojos resbalando por sus mejillas, no se siente capaz de llegar al final del texto, pues en ese momento la protagonista sentía desagrado por aquel hombre, para después descubrir el profundo amor que se escondió ahí todo ese tiempo.
