Primera parte: In the name of love ♡
Segunda parte: Back to you ♡
Delfina Alzamendi y Ámbar Smith no son las típicas adolescentes bellas y populares, pero sí las más envidiadas por todas y deseadas por todos en el colegio, bueno... casi.
Ámbar cree...
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Escucho que el partido da inicio y camino de vuelta a las gradas con la botella de agua entre las manos, la verdad es que me estuve distrayendo con varias cosas para tardar en volver... al acercarme a las gradas sonrío mientras pienso que éste debe ser mi día de suerte, mi rubia está parada con la mirada fija en la cancha, se ve espectacular con esa delgada blusa que le queda algo floja y ese pequeño short que deja a la vista la piel de sus largas piernas, su cabello rubio alborotado como siempre vuela un poco con el viento; me acerco lo más silencioso posible y me coloco a su espalda para susurrar sobre su hombro.
- Cuidado con los balones -
Ella se sobresalta un poco y voltea a verme, levanta una ceja mientras me mira con sus bellos ojos azules.
- Mi héroe... - me dice fingiendo una voz de admiración, yo me río negando con la cabeza.
- Matteo - me presento extendiendo mi mano hacia ella.
- Un gusto - me dice ella con indiferencia mientras se da la vuelta para seguir viendo el partido.
- Lo mismo digo... - me acerco de nuevo a susurrar en su oído - Ámbar... -
Ella me mira con sorpresa mientras yo paso a su lado sonriendo, le guiño un ojo y comienzo a subir las gradas para volver con Luna.
...
Gastón
Observo a los chicos del equipo celebrar que ganamos mientras me acerco a estrechar la mano del capitán del equipo contrario, él me felicita y se aleja de mí, yo comienzo a caminar hacia los vestidores para salir cuánto antes de aquí, pero al llegar a la puerta siento que alguien se acerca a mí y volteo encontrándome con Delfina quien me mira con una bella sonrisa en el rostro.
- Sólo quería felicitarte, fue un gran partido... -
Yo me le quedo mirando y le sonrío de vuelta, es la primera vez que ella se acerca a mí después de un partido - Gracias... -
Un silencio incómodo se forma entre los dos y ella mira al suelo nerviosa.
- Delfina... - ella vuelve a mirarme a los ojos mientras yo siento como mis manos comienzan a temblar por los nervios que ella me provoca - Lamento... lo de tu auto, Ámbar es un poco intensa cuando se molesta -
Ella hace una pequeña mueca y después me sonríe un poco - No es tu culpa, Gastón, tú no tienes porqué disculparte -
De nuevo nos quedamos en silencio, veo que ella está a punto de caminar para irse y busco en mi mente algo que decir para que no se vaya.
- Delfina... - ella vuelve a mirarme y yo me decido a hablar antes de arrepentirme - Si quieres, en lo que arreglan tu auto yo podría pasar por ti para traerte a la escuela... -
Ella ríe levemente y me mira con dulzura - Eres muy amable, Gastón, pero mi papá puede traerme por las mañanas... -
- Claro - agacho la mirada sintiéndome frustrado de nuevo.
