In the name of love

05|You got it, confesiones...

Observo la pantalla de mi teléfono por tercera vez mientras camino por la cancha de entrenamiento, quiero llamar a Jim para pedirle que se haga cargo de la práctica de hoy, pero estoy segura de que me dirá que no porque el día de ayer la abandoné a su suerte.

Suspiro mientras me siento en el pasto a esperar que lleguen las demás, en la cancha de al lado ya se encuentra entrenando el equipo de fútbol, por lo que me quedo un momento observando a Gastón mientras él y los demás del equipo corren alrededor de la cancha, estoy exhausta, ayer no pude dormir por estar pensando en mamá, desde que Gastón preguntó por ella en la tarde miles de recuerdos llegaron a mi mente.

- Hola abandonadora - Jim me mira con una tierna expresión de molestia mientras se sienta junto a mí.

- Lo lamento... -

- ¿Cómo te fuiste a casa? -

Yo desvío un momento la mirada y luego volteo a verla mientras suelto un suspiro - Gastón me llevó -

Veo cómo la mirada molesta de Jim cambia en un segundo, sus ojos brillan mientras me mira con una sonrisa - ¿Están saliendo? -

- No - yo ruedo los ojos mirando hacia otro lado - Sólo se ofreció a llevarme hasta que arreglen mi auto -

- ¡Delfi, qué emoción! -

- ¿Acaso no escuchaste lo que dije? -

Jim rueda los ojos mientras me mira divertida - Por algo se empieza... - de repente se queda callada y me mira seriamente - Espera, no es por lo que dijiste de Ámbar ¿O sí? -

Yo agacho la mirada sintiendo cómo la culpa me consume.

- ¡Delfi! -

- ¡¿Qué?! - la observo con fastidio - ¿No era eso lo que querías? -

- ¡No, Delfi! ¡Bueno, no sé...! -

- ¡Mira, Jim no quiero hablar más de esto, no me siento bien hoy! - ceo cómo ella rueda los ojos suspirando sin mirarme - Jim, yo sé lo que hago... -

- Si tú lo dices... -

Jim se levanta al momento en que las demás chicas van llegando, yo hago lo mismo y, mientras ellas empiezan a calentar, yo volteo de nuevo hacia la otra cancha. Gastón está practicando algunos pases con Nico, en un momento él voltea a verme y, cuando nuestras miradas se encuentran, sonríe para luego voltear a atrapar el balón; yo sólo me quedo como congelada sin apartar la mirada de Gastón mientras él sigue practicando, y en lo único que puedo pensar es que tengo que alejarme de él cuánto antes...

...