18|Lunes por la noche pt.3

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A veces en las fiestas se pierden las inhibiciones, incluso podemos llegar a olvidar que el día de mañana hay responsabilidades, o que las personas a nuestro alrededor no serán, precisamente, las más confiables a la hora de guardar el secreto de las cosas que hicimos bajo la influencia del alcohol.

Luna, cansada de ver a Ámbar y Matteo besándose en una esquina de la fiesta, y a Emilia comiéndose a Ramiro en otro lado de ésta, decide que ella no se quedará sentada mientras los demás se divierten. Mucho le había costado que su madre le permitiera ir a una fiesta en lunes, sólo bajo la firme promesa de que no bebería.

Una ronda de chicos y chicas se forma alrededor de la mesa donde ella sube a bailar con cero vergüenzas y varios tragos encima, la forma en que los chicos la miran no cambia, seguirán siendo "amables" con ella, las chicas, por su parte, ven una nueva faceta de Lunita, una chica más alocada y similar a ellas.

Sólo tres de las porristas se pierden el espectáculo.

Emilia, quien pasea sus largos dedos por el ruloso cabello de Ramiro, despeinándolo con la misma desesperación con la que él reclama más de sus labios.

- Eres increíble - murmura él, apenas separando un poco sus labios de ella.

Emilia sonríe - Lo sé, pero no te esfuerces, yo no necesito que me endulces el oído -

Ramiro sonríe y vuelve al ataque, esta vez con más intensidad, le da la vuelta y la recarga para que la espalda de ella quede contra la pared, toma una de sus piernas levantándola un poco, y la sostiene con su otro brazo rodeando su cintura para que ella no se caiga, Emilia sonríe al descubrir el atrevimiento del chico y se dedica a disfrutar el momento.

Jim celebra el intento de declaración que le hizo Nico hace poco menos de diez minutos, cuando por fin lograron tener un momento a solas, digamos que un "Jim, me gustas" fue un poco menos de lo que ella estaba esperando, y bueno, no era nada que ella no supiera ya.

Aún así se siente feliz, recostada en la cama de su chico, con él sobre ella besándola dulcemente, sin ninguna intención de ir más lejos de lo que ella le permita.

Las palabras simplemente salen sobrando.

Jazmín ve de lejos la escena de Luna sobre la mesa y suelta un bufido al notar la forma en que todos ríen esta vez con ella, en vez de reír de ella.

Su mirada se pasea de Luna a Matteo, el chico italiano que se ha vuelto casi tan popular como Gastón y Simón sin la necesidad de estar en el equipo, lo ve besar a la chica gótica, la peor enemiga de su capitana, está a punto de desviar la mirada cuando nota que él se separa un poco de la rubia y su mirada se encuentra con la suya, Jazmín lo mira mientras muerde un poco su labio inferior, Matteo le sostiene la mirada un momento, y luego vuelve a lo suyo.

In the name of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora