Ocho

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           Momentos Divertidos

Darla

¡Guau! Hoy sí que hace un frío de locos. Mi cama se ve tan tentadora, es como si me llamara y me atrajera hacia ella, lo estoy pensando seriamente, no deseo otra cosa en el mundo que estar ahí, pero sé que George no me volvería a dejar salir. Sí, mi novio ha venido para pasar unos días conmigo mientras estoy trabajando. Le dije que puede quedarse siempre y cuando no interfiera con mi trabajo.
—Amor ¿Qué haces ahí de pie observándome? Es muy temprano Darla, ven aquí, vuelve a la cama —me pide George.
—Tengo trabajo, hoy grabamos desde temprano, hasta el final de la tarde.
Tengo que prepararme, busca que hacer mientras no estoy cariño —doy media vuelta para entrar al baño, pero me detiene.
— ¿A dónde crees que vas? Primero lo primero. Mi buena despedida que me llene el vacío de no tenerte todo el día —me abraza y me acuesta en la cama.
—No George, se me hace tarde.
A él no le importa mi negación, sigue tocándome, besándome,
presionándose sobre mí, pero ni el hecho de que tengo su dureza clavada en mi entrepierna hace que me logre encender, lo cual es raro, ya que antes esto solía enloquecerme.
— ¡Basta George! —Lo reprendo. —He dicho que no, voy tarde. Nos vemos al final del día, ya sabías que estar aquí sería complicado, estoy aquí por trabajo, no por diversión.
—Está bien amor, tienes razón, vete a trabajar con tu perfecto Chris Brown o mejor dicho Jaison Donell —me dice en un tono de prepotencia.
—No seas ridículo George, no digas tonterías, esto se trata de un compromiso, no de involucrarme con mi compañero de trabajo. Eres mi novio y si no confías en mí, lo siento, pero ya sabes qué hacer.
—Lo siento nena, es que esto que otro hombre pase tanto tiempo contigo me enferma. Discúlpame, ve a cumplir con tus compromisos.
Me ducho con agua caliente para ver si así mi cuerpo logra entrar en calor. ¿Por qué George ha dejado de hacerme sentir cosas fuertes? Hemos sido inseparables por una larga temporada, he pasado momentos increíbles junto a él, pero siento que mis sentimientos hacia él empiezan a cambiar. El que tu novio ya no te excite como solía hacerlo debe darte algún indicio. Siempre he pensado que, si se apaga ese fuego en la pareja, si se acaba ese deseo, el amor empieza a desvanecerse poco a poco.
Hecho agua en mi rostro una y otra vez para despejarme, voy a verlo. Sí, voy a ver a Jaison ¿Qué tiene ese hombre que hace que mi mente lo imagine y no pueda alejarlo de mi subconsciente? Aun sabiendo que tiene esposa, aun sabiendo que va a ser padre, sigo sin sacarlo de mí, debo resultar siendo una masoquista, no hay de otra. Saber que esto puede doler, saber que esto es un error y aun así deseo caer en este jueguito que me estoy inventando yo sola.
Ya veo porque mis amigas me repetían una y otra vez “Darla lo prohibido es lo más tentador”, Jaison Donell sí que es muy tentador.
—Darla ¡NO! La que juega con fuego se puede quemar, así que mantén tus manos lejos de la candela —me reprendo.
Salgo del baño y George sigue durmiendo, me retoco sin hacer tanto ruido para no despertarlo, luego me dirijo hacia mi destino.
Al verlo mis nervios aumentan. La vida es injusta con algunas personas, les da belleza exagerada a algunos y a otros se las quita. Jaison está de espalda platicando con nuestra directora, su atuendo del día de hoy como Chris Brown lo hace ver más sexy de lo normal, tiene una chaqueta de vestir, combinada con un jean oscuro que hace que su trasero salga a saludar.
— ¡Darla deja de mirar su trasero! —Me reprendo para volver a la realidad.
—Pero miren quien ha llegado, nuestra bella Alexa Watson —bromea Samantha que se acerca a saludarme.
—Hola jefa —bromeo con ella.
Mi mirada se desvía hacía el hombre más hermoso habitado en el planeta tierra. ¡OK! Tal vez exagero un poco, pero esa cara sin duda no te la encuentras todos los días y menos a esta hora de la mañana. ¡Qué bonita manera de iniciar el día!
—Buenos días Jaison —me acerco a él para darle un abrazo.
—Muy buenos días Darla —me responde muy cerca del oído y esto me provoca cosquillas. Mira que con esa voz y su olor podría caer rendida a sus pies. —No me ayudas Jaison, no me ayudas —repito una y otra vez en mi mente.
—Bueno chicos ¿Preparados para lo que nos espera hoy? Sé que el frío está insoportable, pero al mal tiempo, buena cara.
—Sí Samantha, nadie dijo que sería fácil y ya sabemos que lo fácil no vale la pena —me observa al decir estás palabras y siento que me sonrojo.
¿Acaso quiso darme una indirecta muy directa?
Él tiene toda la razón, lo fácil aburre, lo fácil no vale la pena, lo fácil llega y se va antes que lo imagines, si todo fuera sencillo, todo el mundo lo haría.
Me dirijo por mi café. No funciono sin él por las mañanas, así que lo bebo, ya que no quiero parecer un zombi todo el día.
Marcela que es mi estilista se encarga de mis retoques, los cuales no son muchos, ya que la escena de hoy es con atuendos sencillos. Grabamos exteriores y luego dentro de la franquicia de “Coffe Express”.
No puedo decir que estas escenas me aburren o sean tediosas; en
absoluto, son muy divertidas y sencillas de grabar. Bueno el tener que caminar por la calle y decir algunos diálogos, no es como para recibir un Oscar, es algo diferente, relajante y Jaison hace tantas tonterías que me parten de la risa.
Me toma por la cintura, me pega hacia él y bailamos, luego me echa hacia atrás y no puedo evitar soltar una carcajada. Todos disfrutan de nuestro espectáculo. Él sigue moviéndose de manera chistosa y hace unos gestos muy graciosos, lo que hace que mi panza duela de tanto reír; por supuesto, esto lo hacemos fuera de las grabaciones, cuando dicen acción somos todos unos profesionales.
Jaison sigue aprisionándome, me vuelve a tomar de la cintura. La escena.consiste en mirarnos fijamente como si el destino nos hubiese juntado en ese momento por alguna razón, tenemos que ser convincentes, pero al decir corte, él sigue apretándome, no me suelta y la mujer arriesgada que llevo dentro quieren jugar. Me acerco a él y saco mi lengua de manera que piense que quiero un beso de lengüita, pero él enseguida se pone nervioso y retira su cara, nos separamos y
vemos que todos nos observan, somos el centro de atención de todas las personas que nos rodean.
— ¡Oh rayos! Creo que estamos dando un espectáculo para todos —me dice.
Jaison se retira unos segundos, mientras hablo con algunos de la producción. Veo que él regresa, pero se ve tenso y preocupado, se dirige a hablar con Samantha, le dice algo y ella le da un abrazo. Me pregunto qué será.
Debemos seguir con nuestro trabajo, el día transcurre y el frío aumenta, mi cuerpo no para de temblar, no lo puedo evitar y mis manos están muy frías.
Jaison se dirige hacia mí y me ofrece su chaqueta, es todo un caballero, me comenta que su hija Dulce María nació y que es difícil para él no poder estar con ella pero que tiene una gran responsabilidad con la película y lo comprendo, me gustaría decirle que por mí no hay problema, que se vaya, pero sin él no podemos grabar.
Dentro del café el frío disminuye, procedemos a hacer las escenas,
tratamos de no equivocarnos para que todo salga perfecto y rápido y así Jaison pueda ir con su familia. Nos concentramos, sonreímos y bromeamos en ocasiones. Quiero distraerlo para que no esté preocupado, pero ésta es una situación complicada.
Él toma mi mano y la aprieta fuerte, esto es como su manera de agradecerme que lo comprenda perfectamente. En un momento nos retiramos para poder conversar mejor, el viento hace que mi cabello se mueva y él arregla mi flequillo, veo que es un poco protector conmigo y eso me gusta.
—El viento te había despeinado —me dice y sonríe.
—Gracias Jaison, pero nos observan, hay paparazzis haciendo fotos. Él da la espalda y yo los miro disimuladamente.
—Los paparazzis suelen ser molestos. Darla quiero poder estar más en contacto contigo, quiero tu número —me pide en un susurro para que otros no lo escuchen.
Esto me hace sentir emocionada, quiero que él tenga mi número, siento que nos la llevamos mejor cada día. Se lo doy muy disimuladamente. Él me sonríe y yo le correspondo a su perfecta sonrisa.

Al final de la tarde Jaison se va con su familia y mi novio viene por mí al set. Le dije que no lo quería merodeando por aquí, pero sabía que no iba a respetar mi decisión.
—Te dije que me esperaras en el hotel George. No quiero que digan que mi novio empieza a interferir.
—Darla ya terminaron, no le veo problema. ¿Acaso no te hace feliz que vine a verte?
—Sí me hace feliz, pero no es lo que te dije que hicieras. Vámonos George y para la próxima haz lo que te digo.
—Ya nena relájate… sé que fue un día pesado para ti, pero no la pagues conmigo.
Tener novio es maravilloso cuando hay entendimiento, apoyo, amor, comprensión. Siento que George piensa que mi carrera es un juego para mí, al
parecer aún no cree que ésta sea mi realidad. Tener novio y tener mi carrera al mismo tiempo no es la mejor mezcla. Si me concentro en mi trabajo voy a
descuidar a mi novio y viceversa, nos va a separar la distancia y sé que esto va a acabar con nuestra relación, ningún novio consciente sabría sobrellevar esta situación, al menos yo si estoy siendo sensata.
George no merece esto; apenas esta situación está iniciando y veo que ya las cosas se empiezan a complicar. Voy a tener que hablar con él y dejar las cosas claras antes que uno de los dos salga herido.
Hoy Jaison y yo tuvimos un gran día, comprendo su situación, es padre ahora y el trabajo necesita mucho tiempo de nosotros, no me extrañaría que su esposa empiece a causarle problemas, no sería lo ideal, pero veo a George afectado por todo esto y sólo somos novios. La vida de Jaison sin duda será más complicada.
Como su compañera de reparto trataré de tener mucha paciencia con él, lo apoyaré, sé que los tiempos que se vienen no serán sencillos. Para todos es conveniente que todo funcione a la perfección, que estás películas sean todo un éxito. Nos montamos en este barco y debemos sacarlo adelante.

Destinos Cruzados La realidad supera la ficciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora