Diecisiete

111 7 0
                                    

    Los Ángeles – diciembre 2014

Darla

—Jaison ¡No! Por favor bájame… mira que me vas a dejar caer, deja de jugar con mi culo que me vas a estrellar la cabeza con el suelo. Jaison ¡Basta!
Me desespero en brazos de Jaison, está hoy más juguetón que de costumbre. Hace un par de días llegó a Los Ángeles para la nueva sesión fotográfica de la revista Glamour. Desde que llegó ha estado de unos ánimos encantadores. Sí, lo que estamos viviendo en este momento no lo habíamos vivido antes. Jaison se está quedando conmigo en mi departamento y es maravilloso tenerle en casa.
—Zepp ayúdame —le suplico a mi adorado perro para que me salve de las garras de mi juguetón hombre. Zepp no deja de ladrar uniéndose al juego de Jaison ¡Maldito traidor! Dios los hace y ellos se juntan.
No me queda de otra que apretarle las pelotas a mi hombre para que me suelte, ya me duele el cuello de estar de cabeza. —Darla vas a estropear mi paquete. Eso no te conviene amor —me dice Jaison pegándole otra mordida a mi
nalga.
Al ponerme en el suelo se sube sobre mí y empieza a besarme con fuerza, mete su lengua en mi boca y me incentiva a chuparla, le sigo el juego, ya que, esto si me gusta mucho más que estar de cabeza. Nos degustamos, exploramos, compenetramos hasta sentir lo duro que se pone por mí. Cuando llevo mi mano para amasar su enorme bulto veo una cabeza peluda que se acerca a mí. Sí, mi peludo macho perfecto sabe que a su mami están a punto de devorarla y viene al rescate.
—Zepp… deja en paz a mi amorcito, retírate que tú no puedes ver lo que está a punto de pasar. Zepp lo mira levantando sus orejas como si comprendiera sus palabras y no puedo evitar soltar una carcajada.
—Ve mi bolita de pelos, ve a la cama, ya mami va a jugar contigo. Y mi educado y muy inteligente “dog” me hace caso.
Mi hombre divino y muy espectacular me toma en sus brazos para llevarnos a mi habitación, debido a que mi sala está hecha un cochinero con las cosas de Jaison que están por todas partes y con los platos y vasos tirados, por nuestro juego, parece que pasó un huracán en mi hogar.
—Cómo es posible que desde hace tres días que llegué no he podido salirme de ese jodido coño tan delicioso, me tienes totalmente embrujado mujer,
ni yo sabía que podía tener tantas veces relaciones sexuales, lo único que pasa por mi mente desde que estamos encerrados aquí es hacerte el amor todo el
tiempo.
—Lo sé Jaison… pobre de mí, cómo es posible que pasé de no tener sexo tan seguido a tenerlo a cada instante, me siento totalmente satisfecha amor,
sentirme llena de ti no tiene precio. Amo que estés en mi casa, que duermas y despiertes conmigo, hacer comida juntos, jugar cualquier estupidez que nos hace morir de risa, esto es tan nuevo para mí.
—Créeme mi vida yo adoro esto también, tenerte tan cerca de mí ha sido fascinante, amo convivir contigo, no se compara con mis relaciones pasadas y muchos menos con el convivir con Alice. Me haces el hombre más feliz del mundo. ¿Con tus novios anteriores no jugabas así? ¿No te hacían reír como yo?
—No… sí jugábamos a veces. Bueno yo era la que provocaba el juego, ya.me conoces que soy como una chiquilla descarriada y me lo paso riendo, pero ellos en vez de seguirme el juego, me decían ¡Ya Darla Madura! No se unían a mis chistes. George fue muy lindo conmigo no lo niego, pero era un tanto difícil, un caso perdido y un hombre un poco amargado. Tú Jaison eres la pieza que le faltaba a mi rompecabezas, eres ideal para mí, somos ideales el uno para el otro, ya sabes, pensamos lo mismo, nos conectamos con tal sólo una mirada, nos entendemos como si lleváramos toda una vida conociéndonos y eso es tan increíble. Me río y hago cualquier tontería y tú sigues mi juego por el simple hecho de verme feliz.
—Te quiero demasiado preciosa. Y sí, somos dos personas muy simétricas.
Dicen que los polos opuestos se atraen, pero ¡Qué carajo! Eso no aplica para todos los casos. Nosotros somos almas gemelas, somos tan parecidos y mira estamos aquí y si el mundo viera esto dirían que somos la jodida pareja más feliz del universo.
Jaison me desnuda completica, estoy como Dios me trajo al mundo y él también, me toma fuerte de las caderas, definitivamente ese hombre ama mis caderas, se le nota lo posesivo que es al tomarme de ahí hasta cuando hacemos el
amor. Me atrae hacia él con firmeza, él está acostado en la cama y yo estoy sobre él, pero al apretarme de nuevo las caderas y exigir que me mueva hacia su boca, me indica que quiere devorarme y comerse mi húmedo coñito que lo desea tanto.
¡Y cómo yo no soy cruel… se lo permito!
Me siento sobre su cara “literal” me abro completamente para él para que saboree todo lo que brota de mí y estoy tan húmeda que cuando siento que lame ese punto que me hace temblar, mi vagina se contrae y lo siento tragar. Chupa y succiona como sólo mi “JD” sabe. No puedo evitar buscar más alivio a esa tortura de su empapada lengua y la muy sexosa mujer de signo libra saca todo su potencial. Me empiezo a mover sobre su boca hacia adelante y hacia atrás provocando una perfecta sincronización y una fricción que está acabando conmigo, con mi poca cordura, mis gemidos suenan por todo el lugar y Jaison suplica que me derrame sobre él. Me desea, desea mis fluidos corriendo por su boca, su lengua y sus labios, me muevo un par de veces más y ahí me tienen colapsando en su exquisita lengua, no dejo de sentir los espasmos de mi vagina y escucharlo degustar lo que sale de mí me hace amarlo aún más con tanta locura.
— ¿Satisfecha amor? —Me pregunta sonriendo y dándome un sonoro beso para que pruebe de su boca mi sabor.
—Estuvo increíble cariño… quiero más —le pido dedicándole una de mis miradas pícaras que tanto le gusta.
—Lo que “mi Ángel” pida…
Se recuesta de lado en la cama, toma una almohada para estar más cómodo y me pone una a mí también, sin duda la posición de lado es una de nuestras posiciones favoritas. Jaison me abraza fuerte por la espalda y mete uno de sus brazos debajo de mí, me uno a él hasta estar muy cerca, él descansa su otra mano sobre mi abdomen, me observa fijamente y besa mi mejilla, levanto mi trasero para darle luz verde a que me haga suya, quita su mano de mi abdomen y levanta mi pierna, estoy totalmente abierta para él, respira profundo y al llevar su mano a su enorme erección lo sujeta fuerte, vuelvo a levantar mis caderas para hacerle saber lo que tanto deseo, lo lleva a mi centro y su cabeza húmeda se roza con mi clítoris en un baile erótico, gimo por la divina sensación, pero enseguida Jaison me penetra y no puedo evitar soltar un gritico al sentirme tan llena de él.
—Jamás cambiaría esta sensación de estar contigo por nada del mundo Darla, por nada. Te sientes tan increíble que no sé cómo puedo mantenerme tantos días sin ti, no sé cómo puedo.
Jaison me mira con tanto amor que me siento tan enamorada, tan feliz, tan plena —hazme tuya por favor. Soy exclusivamente tuya Jaison, te pertenezco.
Jaison no demora en llevar a cabo su cometido, empieza de manera lenta, sus constantes penetraciones son suaves pero contundentes, me hacen querer más y más, no hay incomodidad, nada de eso, a pesar de lo grande que la tiene, estoy tan mojada para él que se desliza con facilidad, sigue inspirado por y para mí. Nos besamos, le ofrezco mi lengua, al excitarnos mucho nos movemos al unísono, jadeos, gemidos, besos, caricias, toca mi clítoris mientras entra y salende mí y me siento tan cerca de venirme que él lo sabe.
—Juntos amor… juntos —me reitera Jaison que está a punto de venirse también.
Nos besamos, nos observamos por segundos que nos envuelven en una bomba de tiempo que está a punto de estallar y sí, sin duda estallamos y vemos estrellitas, la galaxia y el firmamento entero. Le quiero tantísimo que no sé ahora que será de mí si esto llegará a su fin, creo que no podría sobrevivir sin él, es lo más intenso que me ha pasado en la vida y dejarlo simplemente sería nuestra ruina.
—Te amo Darla. Mía… eres totalmente mía.
—Sí, no hay duda de ello mi amor. También te quiero mucho mi vida, soy completamente tuya, jamás otro hombre podrá apoderarse de esto que sólo tú me haces sentir. —Me sujeta del mentón y me besa tiernamente.
Nos vestimos entregándonos la ropa como si esta fuera la cosa más normal del mundo. Nos sonreímos en todo momento, parecemos un par de tórtolos enamorados. —Vamos a ver qué es lo que está haciendo Zepp —me sigue abrazándome por la cintura.
—Ven campeón ya me encargué de tu mami, ahora si la voy a compartir —
Zepp corre a brazos de Jaison y mueve su cola en señal de alegría. Mi hermoso perro ya lo ama tanto como yo.
—Cariño espéranos aquí, voy con Zepp a comprar unas cosas a la tienda.
Te llevaría, pero imagínate donde nos vean juntos de compras ¡Se arma la grande!
—Ve Darla… yo voy a ordenar todo este desastre que tienes aquí. Quisiera y muero por ir contigo y que nos vean juntos, pero sí, la cosa se pondría muy difícil.
Jaison viene hacia mí para tomarme del cuello y besarme fuerte, me aprieta una nalga y me da un pequeño azote. —Huye amor o si no de aquí no vas a salir nunca —me dice alzándome y dándome un montón de vueltas que me dejan mareada y Zepp trata de ayudarme, pero le es imposible, no puedo parar de reír y él tampoco. Adoro el sonido de nuestras risas. ¡Somos uno!

Destinos Cruzados La realidad supera la ficciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora