Guerra contra el tiempo [Steve Rogers]

50.

Él dijo que dibujaba para aclarar su mente, por que me habrá dibujado si en realidad dudo que alguien como yo pueda pasar siquiera por su cabeza, aun lo dudo tendiendo el dibujo frente a mi.

-No esperaba que lo vieras, admito que me siento avergonzado por que no es tan bueno- Dice estirando un poco sus músculos mientras yo sigo procesando información.

-No sabes lo que significa para mi esto, Steve, es magnífico, es hermoso, jamás alguien había tenido la molestia de hacer algo así de mi- (Oh no, aquí viene mi lado cursi, una vez que empiezo no puedo parar, espero no revelar algo que no deba)

-En mi época, solían retratar a las chicas hermosas en pinturas asemejando fotografías, yo solo he podido dibujar algunas líneas tratando de asemejarlas a ti- Dice mirando el dibujo tranquilamente y tomando la libreta de mis manos rozandolas, yo sigo estática mirándolo con muy poco disimulo.

-No me dejes, Steve- Es todo lo que sale de mis labios, ni yo esperaba decir eso pero creo que es la petición más sincera que he hecho, ya tuve suficiente con que mi amigo se fuera, no podría soportar más despedidas.

Después de decir aquello, Steve me mira con esa mirada tan confusa que tiene, refleja que está pensando por lo cual luce serio pero en sus ojos también puedo ver algo más, espero que mis sentimientos no me estén dando una mala jugada al hacerme pensar cosas irreales. Él toma mi mano y se levanta haciendome levantar también, no despego mi vista de él ni un segundo, estamos frente a frente aunque él debe bajar su mirada y yo subir la mia por nuestra diferencia de estatura.

-Jamás podría, te he metido en todo esto, estaré contigo y espero que tu conmigo, sea lo que sea que se esté acercando- Puedo asegurar que me pondría a llorar por la emoción que siento pero mi pequeño momento de felicidad se esfuma pues recuerdo mi vida "normal". Aún no se si podría dejar todo por siempre y vivir a sí al lado de Steve.

Me limito a asentir y abrazarlo, no puedo abrumarlo más con mis cuestiones, es una decisión que quiza ya no depende de mí.

-Descansa, compañera, yo preparo el café en la mañana- Dice un Steve sonando más relajado, puedo sentir como baja lo tenso de su cuerpo y pensar que una chica como yo le causa al menos un poco de paz es el mejor logro que he tenido en la vida, puedo sentir que a pesar de todo las cosas estarán bien, o bueno quizá soy muy inocente para seguir creyendo eso.

-Mañana a primera hora estaré revisando lo que han traído- Digo antes de que salir de esa habitación-

-No esperaba lo contrario de ti- Dice caminando hacía donde estoy y acariciando mi mejilla- Que descanses.

-D... De... Descansa, Steve- Digo apenas pues me he llenado de confusión, está siendo muy dulce, cuando estuvo algo indiferente horas atrás, tal vez solo se sentía presionado o saturado y ahora puede ser él mismo por almenos un rato.

Mañana será un largo día pero si que lo voy a disfrutar, podré mostrar de lo que estoy hecha y me ganaré la confianza de todos por completo, seré alguien con propósito en esta causa, aunque pensandolo bien no se cual es la causa, en realidad no estoy segura de nada, pero mi sexto sentido me dice que no me va a gustar saberlo, espero solo sea paranoia de mi parte.

Todo está muy tranquilo y marcha bien, por ahora.