17.

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Creo que he conocido muchas personas estos días, ya basta, pido un descanso, ya no más personas por conocer.

Diría que me da miedo andar por la ciudad tan tarde pero voy con Steve Rogers, el Capitán América, no hay nada que temer, supongo. Como es tarde no hay mucha gente por las calles, asi que no hay necesidad de tratar de pasar desapercibidos que debo admitir seria complicado, él es enorme, apuesto, tiene unos músculos del tamaño del mundo y su barba hiptoniza [Sí, su barba]; por otro lado estoy yo y pues... voy en pijama, punto.

-Ahora me dirás a donde vamos, Steve? -Digo tratando de reconocer las calles por las que andamos-

-Confía en mi? -dice mirando al frente, caminando.

-Por supuesto- Digo confundida mirándolo- Oh claro, no preguntare entonces - Río al entender el porqué que preguntaba si confiaba en él, que gran manera de pedir que no haga mas preguntas, anticuado pero ingenioso, muy bien Steve.

El rie despacio, me pregunto como se verá o escuchará dando una carcajada, supongo que es un misterio [Por ahora].

-Se que no puedes contarme lo que pasa pero crees que al menos puedas decirme si es muy malo? - suelto derrepente sin recordar lo de hace unos minutos, que falta de buena memoria, enserio.
El me mira levantando una ceja medio sonriendo, [Expresión nueva, debo memorizarla] y segundos después de quedarmele viendo, lo recuerdo y entiendo su expresión.

-Ay dios, lo hice de nuevo -Digo tapando mi cara riendo- Esta bien ahora si ya no haré preguntas, solo si me prometes que al verlo yo misma me quedara todo muy claro - Lo señalo con mi dedo índice mientras trato de no chocar con algo en el camino-

Él niega sonriendo y echa su cabeza hacia atras soltando un suspiro.

-Eso ya depende de usted , ¿No lo cree?-Dice mirándome otra vez-

Ruedo los ojos y trato de ocultar mi sonrisa volteandome hacia otro lado, que buen tiempo de calidad con mi héroe antes de mi muerte segura, ya que estoy de la boca del lobo, es lo mas seguro.

Al levantar mi mirada hacia donde gire mi  cabeza, me doy cuenta que jamás habia visto estos lugares, miro hacia todos lados y veo que esta prácticamente desierto, el hecho de que sea tarde no lo justifica, siempre hay gente fuera asi ya sean muy pocas y muy tarde.

-Andando, estamos cerca- dice sacandome de mi casi estado de shock y apresura su paso, yo me limito a seguirlo como puedo, estoy cansada, no se realmente cuanto tiempo caminamos.

Juro que yo pensé que cada vengador tenía algun auto de lujo que lo identificara, quizá el hecho de que sea fugitivo le quito el derecho de tener uno, ah y de tener su escudo pues nunca lo trae consigo y honestamente dudo mucho que lo haya perdido o se haya destruido.

Damos la vuelta en un callejón, puede verse un edificio, debió ser un local de vendimia anteriormente, o quizá lo sigue siendo pero no tiene clientela, se ve vacío.
Mientras nos acercamos al edificio Steve mira a nuestro al rededor, abre la puerta trasera del edificio que acabo de describir y con un brazo en mi espalda me hace entrar mientras sigue asegurandose de que esta todo en orden.

Guerra contra el tiempo [Steve Rogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora