Guerra contra el tiempo [Steve Rogers]

18.

Mientras avanzamos por el edificio que esta totalmente oscuro me doy cuenta que no se quien le causo tantas heridas a Steve, tengo tantas preguntas en mi cabeza y momentos atrás me hizo que aceptara ya no hacerle ninguna, que buena suerte la mía.

-Steve, yo.. ah se que dije que no preguntaría mas, pero, esta es la ultima -Susurro mientras me voy recargando por la pared del edificio pues parece no tener fin y siento que mi mala vista me traicionara haciéndome caer, o peor.

-La ultima? -dice resignado, si tan solo viera bien su rostro podría asegurar que esta respirando ondo y frunciendo el ceño. Yo asiento y me detengo unos segundos a formular bien mi pregunta.

-Cómo te has hecho tantas heridas?, me refiero a las que limpie -Digo relamiendo mis labios algo indecisa en mi pregunta pues no quería que me dijera que no era asunto mío, a mi parecer creo que lo que le pase es muy mi asunto.

No dice nada, sigue caminando y señala unas escaleras, [Al fin algo mas que pasillos desiertos], comienza a subirlas y yo aun sigo esperando su respuesta, al terminar de subirlas me pongo frente a él y hago una expresión que le haga entender que estoy esperando por su respuesta.

-Creo que tal vez la respuesta se encuentra literalmente detrás de esa puerta- Señala hacia detrás mío, giro ya cansada de tanto misterio y me doy cuenta que no había notado que al subir las escaleras había habitaciones, me acerco sin siquiera pensar y abro la puerta encontrándome con una enorme habitación alumbrada por un foco de luz amarilla, mientras mi mirada recorre le habitación en segundos veo una persona tirada en lo que parece un sofa, no lo reconozco pues no veo su rostro, entonces Steve hablo otra vez.-Lamentablemente él es la respuesta- Suspira y cierra la puerta detrás mío, no entiendo, ¿Ese hombre lo ha herido?.

El hombre se remueve en su lugar quitándose la gorra que cubría su cara, se endereza y me doy cuenta que es Bucky Barnes, hacia muchos días que no le veía, puedo decir que me da cierta satisfacción verlo. Esta igual de herido que Steve cuando entro a mi departamento, hay una bolsa con lo necesario que debe tener un botiquín de primeros auxilios y me acerco a él sin siquiera dudarlo.

-Victoria...que gusto verla otra vez -Me dice primero serio y yo sonrío tratando de no parecer nerviosa, él sonríe después también pero sin mostrar sus dientes, supongo que es lo que sus heridas faciales le permiten, su sonrisa me reconforta, no estoy en peligro aquí.

Me siento a su lado y miro lo que hay dentro de la bolsa, con esto puedo dejarlo como nuevo, tal y como hice con Steve, [Que buena soy en esto].

-Puedo? -le pregunto muy apenas, mis nervios aun me traicionan. Él asiente como si las heridas no tuvieran importancia y supongo que le da igual tenerlas ahi sin limpiar o curar, teniendo esto a su lado pudo hacerlo solo.

Steve se pone en una gran ventana del edificio, parece buscar algo por ahi, dejo de mirarlo y enfoco mi atención al soldado frente a mi, o mas bien sus heridas; al mismo tiempo que acerco el algodón a el lado derecho de su rostro que esta de perfil él me mira por el rabillo del ojo, como temiendo que vaya a hacer algo en su contra con este algodón, bufa levemente y mira de nuevo al frente al darse cuenta que note su mirada de desconfianza (quizá).

-Han peleado...¿No es así?-Susurro pensando que los llevaría a ese punto de pelear mientras paso de limpiar su cara a su mano, pues no soy capaz de pedirle que me muestre sus otras heridas que quizá estén en su torso y espalda, ya vi parte del trabajado cuerpo de Steve hoy, ver el de él soldado Bucky y mirar su brazo metálico unido a su cuerpo no creo soportarlo.

-Mis recuerdos me atormentan- Suelta con tristeza y mira el techo. -Y lo peor es que hay cosas que no recuerdo y aun así me persiguen -cierra los ojos y sus puños, yo lo miro con atención frunciendo el ceño pues mas preguntas surgen en mi cabeza.

-Pero...- Comienzo a hablar pero me interrumpe.

-No creo que lo sepas, Steve es mas callado que una tumba -dice relajando sus manos y abriendo los ojos, su expresión muestra una profunda tristeza- Soy un asesino

-No lo eres- Resuena la voz de Steve y yo giro a verlo, sigue mirando por la ventana pero toma dirección a donde estamos- Ese no eres tu, ya basta Buck, lo hemos discutido

-Si, lo discutimos y salí de control, solo mira como terminamos, amigo- Yo estoy sin palabras, miro a Steve y después a Bucky, pongo mi mano en su hombro y él mira mi mano y después a mi.

...