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En otra circunstancia jamás hubiera subido a una motocicleta, pero desde que Steve apareció en mi vida bajando esas escaleras supe que hasta yo misma cambiaría a tal punto de estar aferrada a su espalda mirando lo que esta ciudad ofrece en cuanto a paisajes nocturnos, no hay nada más ahora, no hay vengadores, no hay villanos, no hay un futuro incierto, solo somos él, yo y el cielo estrellado siendo testigo de quiza el momento más especial de mi vida.

-Esto debe ser un invento mío -Digo riéndome mientras abrazo su espalda.

-No lo es, pero tal vez si es uno mío- Dice lo suficientemente alto para que lo escuche claramente, yo río y miro a mis costados mirando las luces de los edificios que alcanzo a ver.

-Y a donde iremos Capitán?- Digo cerca de su oído mirando por encima de su hombro sintiendo la brisa.

-Lo descubriras cuando lleguemos.

Minutos más tarde ya nos encontramos bajando de la motocicleta, mi cabello es un desastre pero mi atención esta centrada en el lugar donde nos ha traído, luce desolado pero me causa intriga, entramos y él quita su chaqueta y la deja por ahí, parece un taller pero no lo es, tiene parte del techo caído, el lugar es viejo pero el hecho de que la naturaleza lo haya vuelto parte de si, es maravilloso.

-Lo encontré mientras buscaba refugio temporal hace tiempo- Dice mirando el techo igual que yo- No luce muy genial, pero, no es la mejor parte -Pone sus manos en sus bolsillos y se encamina a un portón abierto al otro extremo del lugar, yo lo sigo y al salir hay un hermoso paisaje que podría ser la ciudad entera.

-Es hermoso- Digo acercándome más a aquella vista, al ser yo es probable que en cualquier momento caiga y al dar unos pasos más efectivamente estoy a punto de caer.

-Sueles tropezar asi todo el tiempo? - Dice sujetandome de la cintura y acercándome a él ya que a unos metros más esta el vacío, yo río apenada como siempre.

-Ya es algo típico de mi, supongo- Tartamudeo un poco por los nervios que siento, estamos muy cerca y debo admitir que no hemos tenido acercamientos así desde aquel beso, el solo pensarlo me hace sentir explosiónes dentro mío.

-Cuando la guerra termine prometo que iré por ti- Dice algo serio frunciendo el ceño pero aun manteniendo su agarre en mi, para evitar llorar por lo que ha dicho prefiero no decir nada y decido solo mirarlo, mirarlo pues se que después de mañana ya nada esta asegurado, él ha tomado decisiones y son lo mejor para todos, no puedo mantenerlo conmigo por siempre, ya que no es mío.

-Te amo, Steve- Sale de mi boca al tener todos mis sentimientos a flote, no debí decirlo pero no me arrepiento, él tiene que saberlo.

Con una de sus manos acaricia mi mejilla y nuestros labios se acercan hasta que se unen en un beso muy hermoso, demasiado para describirlo. Toma mis manos y nos separamos lentamente, sin pensar más camino de vuelta a aquel lugar con aspecto de taller abandonado, al estar dentro nuevamente y vernos de esa forma que dice más de lo que las palabras podrían, es seguro que algo más que nuestros corazones se unirán esta noche.

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Guerra contra el tiempo [Steve Rogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora