Guerra contra el tiempo [Steve Rogers]

70.

Si tan solo tuviera idea de que esta ocurriendo podría saber por que todo empeora al transcurso de las horas, no solo en esta ciudad, en todo el mundo, pero nada de lo que viví se asemeja a esto o siquiera me da indicios de que podrá ser.

Sin saber a donde ir mis padre optaron por ir a casa de los abuelos, estar solos no es lo mejor para ellos mientras ocurren cosas como estas, a pesar de todo siento una gran felicidad de ir allí, desde que conocí a Steve en aquel edificio esperaba el momento de poder contarle al abuelo, gracias a él crecí siendo gran admiradora del Capitán America, aunque no se si omitir ciertas cosas como el hecho de que fuimos... bueno en realidad no se que es lo que fuimos pero estoy segura que fue verdadero.

Baje del auto casi corriendo para tocar el timbre, mi abuela es quien abre la puerta, siento un gran alivio al verla y parece que ella igual por verme a mi, la noticia de mi desaparición también les había atormentado y eso me hace sentir mas que horrible; mis padres saludan a mi abuela y yo decido entrar a buscar al abuelo, no se encuentra en su sillón, no me sorprende, conociéndolo era obvio que estaría en su estudio mirando sus recuerdos de aquella época que tanto presume. Entro y efectivamente ahí se encuentra sentado en aquel sofá donde desde niña se sentaba a contarme historias, su fiel bastón a su lado no puede faltar y mucho menos su taza de café, sentí paz dentro mío una vez más.

-Abuelo?- Digo temerosa esperando un gran regaño, agradecería el recibirlo, si que lo merezco.

-Mi niña, por fin has vuelto, sabia que no dejarías a este pobre viejo muriendo de preocupación por mucho- Dice feliz al quitar la mirada de su álbum para verme, camino al sofá y me siento para abrazarlo.

-Lo lamento tanto abuelo, se que hice mal en solo desaparecer, jamás me creerías si te dijera que ha pasado todo este tiempo- Digo sintiendo las lagrimas queriendo salir, en realidad había pasado mucho.

-Por que no lo intentas? con suerte tal vez si te crea, querida-Dice dejando su álbum a un lado mirándome expectante.

-He esperado tanto para decirte esto, abuelo- Puedo sentir emoción y debilidad al mismo tiempo, lo pienso unos segundos y sonrió levemente antes de decirlo- He conocido al Capitán America, en persona, abuelo, él es fantástico, el me ha protegido, he estado con el todo este tiempo, nosotros...-Estoy tan contenta que hablo fluidamente, contenta por que en realidad si ocurrió pero mi abuelo me interrumpe diciendo...

-Ustedes se aman- Dice tranquilamente y toma su taza de café para darle un sorbo, yo me quedo estática, acaso lo dice en forma de broma? Por que lo dice tan seguro entonces? Trato de fruncir el ceño totalmente confundida pero no logro hacerlo, solo miro a mi abuelo beber su café totalmente en silencio, el me mira al notar mi estado y deja su taza para después sonreír comprensivo y tomar mi mano.

-Mi niña, el me ha contado -Mi confusión crece aun mas y no se si reír o llorar- Acaso creíste que tu abuelo no se pondría en contacto con él en cuanto supo que estaba de vuelta?

-No comprendo...Abuelo entonces siempre supiste que estaba con él?-Digo muy apenas- Ustedes hablaban? Por que ninguno me lo dijo?- Ni siquiera puedo reaccionar totalmente así que solo soy capaz de preguntar.

-No siempre lo supe, fue hace un mes si bien recuerdo, jamás hubiera imaginado que se hubieran conocido y menos que estuvieran huyendo juntos, él fue quien se comunicó esta vez, no me contó todo pero si lo primordial, estabas a salvo y él se encargaría de que regresaras a casa y así ha pasado- Dijo aun muy tranquilo, yo solo me recargo completamente en el respaldo del sillón, pensativa, confundida pero sobre todo sorprendida, Steve si que piensa en todo aunque no lo haga saber.

-También menciono...-Empiezo a decir sin pensar.

-Que te amaba? Si que lo hizo, claramente trate de reprimirlo, es muy mayor para ti, jovencita- Dice tratando de hacerme sonreír, cosa que funciona, mis ojos ya no lo soportan y dejan salir unas cuantas lagrimas, pero las limpio para seguir sonriendo- Menciono que por fin alguien compartía sus experiencias, no las viviste pero las conocías al pie de la letra cada una de ellas, cosa de la que me siento orgulloso.

No siento la capacidad de hablar, todo es tan hermoso que aunque me este derrumbando siento felicidad dentro mío.

-Y he sido yo quien aviso a tus padres de tu paradero, mi niña, tal parece que justo a tiempo, la guerra apenas esta empezando.

Giro nuevamente ahora con el ceño fruncido, sabia que algo estaba por pasar, pero, jamás espere una guerra.