Enamorado de Park Jimin [jikook]

※Capítulo 33※

Cerré de un golpe la puerta detrás de mi. Estaba totalmente frustrado. No sabía que carajo había pasado ni porqué.

-¿qué hago ahora?-susurre mordiéndome ligeramente la manga del buzo.

En ese momento mi fuente de respuestas salió a flote en mi mente como de costumbre.

Taehyung.

Rápidamente me reincorporé tomando mi móvil y marqué su número. Tae siempre era mi consejo de último momento y al parecer ya la había cagado bastante y su voz era lo que mas quería escuchar en ese momento. Chisté cuando por error se cortó la llamada debido a la pantalla totalmente destrozada. Volví a marcar y en segundos el silencio se concentró en solo el sonido del tono. Mi amigo atendió al cuarto.

-¡Kook! ¡hola!

-Taehyung. Tengo un problema-dije directo.

-ohh entiendo, escupe amigo.

-bien- suspire y volví a tomar aire- Jimin trajo una película, íbamos a verla, decidimos hacer palomitas, intente besarlo, las palomitas estallaron por todas partes, me quise disculpar, luego él me beso, nos besamos, después de un rato tuve una erección, salí corriendo, luego cuando volví casi nos besamos de nuevo, pero no, luego fuimos a la casa del nuevo vecino, después peleamos sin ninguna razón, nos dijimos cosas horribles, y ahora no se que hacer.

Se escuchó un silencio profundo durante cinco segundos para que luego el tono estalle en un grito.
‎
-¡¿Pero qué?!

-lo se Taehyung, lo se.

-e-es imposible q-que haya pasado todo eso en tan solo unas horas.-tartamudeo

-pues si pasó

-entonces... ¿se besaron?-habló con su seminente tono pervertido.

-si-suspiré

-¿con lengua?

-¡n-no!-grité haciendo una mueca

-¿pero porqué pelearon?

Suspire ante la misma pregunta que me seguía dando vueltas en la cabeza. No había razón alguna por aquella pelea. Simplemente un mal tono llevó a una mala contestación y esa a decir cosas horribles.

-no lo se Tae, simplemente pasó.

-¿Y que harás ahora? ¿Le pedirás disculpas?

Pensé un segundo que contestar pero en ese instante logré escuchar pasos acercándose desde afuera del pasillo. Jimin.

-tengo que cortar, adiós- susurré contra el tono y colgué. Metí instintivamente mis manos detrás de mi espalda y mire en dirección a la puerta.

A los dos segundos Jimin entró a gachas revolviendo su cabellera rosada y con una expresión no tan agradable. Él estaba enojado, eso era seguro, y eso no me convenía para nada ya que yo no lo estaba. Tal vez porque su rostro serio era tan jodidamente perfecto que me sacaba el aliento a arañazos.

Bien, creo que ya se que es lo que tengo que hacer.

-Jimin.-pronuncie secamente su nombre cerrando totalmente los ojos.-yo... yo lo... lo siento...- dije emitiendo todo el arrepentimiento posible.

Esperé unos segundos pero no obtuve ninguna respuesta a cambio.

Sinceramente en estos momentos uno espera encontrarse aquella persona a tales metros de distancia, mirándote con desaprobación con los brazos cruzados y el seño fruncido. ¿Pero que rayos fue lo que vieron mis ojos cuando apenas los abrí?. Pues nada de eso. El mismísimo Jimin, compañero clase que solía observar desde lejos, fichando cada movimiento, apreciando cada miseria acción, ahora se encontraba frente a mi a escasos centímetros para nada cruzado de brazos y ni mucho menos frunciendo el seño. Su expresión era magnífica. Era como si centrara toda su energía en la mirada, convirtiendola en algo totalmente cautivador y atractivo. Y la cosa era así, Jimin sonriendo es bellísimo, pero serio... Dios, es perfecto, no me caben ni las palabras para describirlo.

-¿q-que haces?-pregunté en un sutil suspiro.

Pero solo continuó observándome de esa manera.

-Jimin...- pronuncié parpadeando rápidamente sin entender su repentino voto de silencio. En ese instante fue cuando su expresión cambió por completo y espetó.

-Ya basta.

Lo observé aun sin entender y eso pareció enojarlo. Suspiró cabreado mirando a un lado y explicó volviendo los ojos en mi mirada, como si pudiera descargar en mi toda la tensión que se acumulaba en ellos.

-Quiero que pares. Que se detenga toda esta cosa extraña que está sucediendo, y eso de comportarnos como novios frente a los vecinos fue realmente vergonzoso. Es todo tan confuso para mi y me has ayudado en dejarme vivir aquí pero no quiero que me sigas buscando de esa manera... -paró un segundo y sonrió débilmente- podemos ser amigos Jungkook...

Esperé tan solo un momento y luego bajé la cabeza, no quería seguir escuchando. Sin embargo el seguía hablando.

-Es más, hasta podríamos ir juntos al instituto, y veras que no me avergüenzas.-rió

Ya cállate, rayos...

Me desilusioné al pensar en la tonta idea en que otra cosa pudiera haber pasado cuando se había acercado tanto a mi. Quizás un simple "te perdono", pero nada de eso, solo me seguía torturando con cosas que eran totalmente imposibles para mi.
‎Ahora solo mis esperanzas se quemaban poco a poco, cada vez mas, aquellas que habían nacido incluso ese mismo día cuando Jimin me había besado con tal sutileza. Pero supongo que fue un error para él, ¿Verdad?. Creo que eso ni siquiera fue un beso puta madre...

-Jungkook... - llamó

Levanté la mirada y allí me di cuenta de que me encontraba llorando, Jimin frente a mi me observó estupefacto. No quería llorar, no debía, deseaba con todas mis fuerzas guardar tales sentimientos pero no podía.

-n-no llores... -se tensó- ya sabes que no se que hacer cuando alguien llora.

-lo se...- dije sin poder evitar el cambio en mi voz.

Lo vi tragar saliva y eso me desmonoraba de a pedazos. Sus lindos ojos sobre una mirada de preocupación y su cabello rosado que los tapaba débilmente, era como un perfecto muñeco de porselana. Me mataba en la manera en que había cambiado de ánimos en todo momento, de estar enojado pasó a estar apenado, y de apenado a estar totalmente nervioso. Pero quien hubiera imaginado que un tonto como yo controlara las emociones del mismísimo Jimin. Taehyung no me lo creería. Tal vez sus palabras hubieran sido "genial, tienes una oportunidad" pero se que no le muevo el sentimiento ni a un perro.

Habían pasado muchas cosas ese día, tal vez lo dos revolucionamos un poco nuestras emociones. Y en mi caso me sentí feliz, preocupado, emocionado, enojado, apenado y para finalizar la peor de todas... jodidamente rechazado...