Vimos a mi padre y los padres de Emma sentados en el sofá más largo.
— Bien, niñas. Tomen asiento.
— Está bien. — respondimos ambas totalmente inseguras.
Ya sentadas, los cuatro adultos sólo nos miraban y sonreían. Esto me está cabreando.
— Ya. ¿Cuál es esa noticia de la que tanto hablan? — pregunté.
— Sí, suéltenlo ya.
— Tranquilas, a eso vamos. — respondió Edna.
— Bien, como sabemos lo mucho que les fascina Londres, —empezó a decir Thomas y Emma me miró— y que el año entrante finalizan el instituto… —Thomas miró a su esposa.
— ¿Qué les parecería ir a estudiar allí?
Ahí fue cuando todo se detuvo.
¿Estaban hablando en serio? ¿Qué? ¿ Pero cómo? ¿Qué es lo que acaba de pasar?
— ¿Qué? — dijimos yo y Emma al mismo tiempo, con los ojos bien abiertos.
— N-no entiendo, ¿Podrían explicarse, por favor? —soltó mi amiga.
Ellos comenzaron a reír.
— Bueno, les explicaremos. —respondió mi madre— Como saben, en la empresa donde trabajamos se encarga de todo tipo de viajes. El jefe ascendió a Thomas y Geoff.
— ¿En serio? ¡Oh, asombroso! —Emma fue a abrazar a su padre.
— Eso es genial, ¡Felicidades papá! —fui a abrazar a mi padre, ya era hora. Se merecía este ascenso.
— Gracias cariño. —respondió sonriendo— Bueno, el Sr. Moore nos había preguntado si teníamos hijos que aún no terminaban el instituto.
— Y, casualmente, —dijo con sarcasmo Thomas— ustedes dos están por entrar a su último año.
— Nosotros hablamos con el Sr. Moore, y no dijo que su hermano es el que brinda becas para institutos y universidades, y por sus excelentes notas, decidió darles una a cada una. Para su último año y tal vez, si ingresan, a la universidad. En Londres.
Yo no podía creerlo, pegué un grito ahogado. ¡Esto era asombroso!
— ¿Pero qué…? ¡No puedo creerlo! ¿Puedes creerlo? ¡Porque yo no! —gritó Emma. Todos comenzaron a reír.
— ¡Esto es tan malditamente genial! ¡Tenemos una beca, Emma! ¡En Londres! — grité sin pensar y la abrasé. Tal vez piensen que es absurdo emocionarse por semejante cosa, pero para mí esto significa mucho. Siempre soñé con tener una beca o simplemente ir a Londres, ¡Y ahora conseguí ambas cosas!
— ¡Amber Adeline! ¡Qué clase de vocabulario es ese, niña! — me regañó mi madre.
— Lo siento, mamá. —reí.
— Entonces, ¿Aceptan la beca o…? —comenzó a hablar mi padre pero Emma y yo lo interrumpimos con otro grito— Tomaré eso como un sí.
— ¿Cuándo nos iremos, papá? — pregunté.
— No lo sé, todavía tenemos que ver algunas cosas.
— Oh, ¿Cómo qué?
— Sus pasaportes y un lugar donde puedan vivir.
— Oh, Geoff, ya tengo el departamento donde pueden quedarse, sólo hacen falta sus pasaportes— aclaró Thomas y mi padre lo miró como pidiendo una explicación en cuanto al lugar donde viviremos— en el “Park Plaza Westminster Bridge London”
— ¿Cómo conseguiste un alojamiento ahí, papá? —preguntó Emma.
— No, no. La pregunta es ¿Hace cuánto estuvieron planeando todo esto?
— Ustedes sólo aprovechen, se lo merecen niñas.
(…)
Emma, Thomas, mi padre y yo fuimos a nuestro instituto actual para avisar que habíamos conseguido una beca gracias a nuestras celificaciones, y pedimos que nos den los papeles para la transferencia. El director aceptó no sin antes darnos las felicitaciones.
— Amber Payne y Emma Blair —dijo asintiendo— felicitaciones. Sabía que tarde o temprano conseguirían una beca. Ambas son unas de las pocas aplicadas de su salón. —dijo el señor de cuarenta y ocho años más o menos, y no sé si era yo o nos estaba tratando de nerds, bah.
— Gracias, señor Jones. — murmuré incómoda.
Nos dieron todos los papeles de transferencia y fuimos rumbo a mi casa de nuevo.
Todo el camino me pasé hablando con Emma de lo increíblemente genial que era todo esto.
Llegamos y Emma tuvo que ir a su casa con sus padres, quedamos en que saldríamos mañana por la tarde. Mi padre dijo que iría a ver algunas cosas sobre mi pasaporte.
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Shh, is a Secret » n.h (Pausada)
Fanfiction❝Ellos pensaron que sería fácil mantener todo esto en secreto, pero la realidad... la realidad no es así.❞