Reconciliación

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Habían pasado cuatro días desde que Jungkook dejó de dirigirle la palabra a Taehyung.
Para ese punto, el castaño ya se había dado cuenta de la actitud del menor.

Jin le comentó a Jungkook que el alien le contó que ya sabía que el pelinegro estaba molesto con el, pero tenía miedo de acercarse; le era difícil intentar hablarle, y también sentía que la galleta estaba pasando un momento triste en su vida, por eso tampoco quería molestar, pero también le preocupaba.
Cuando Jin le contó aquello, Jungkook sonrió con sinceridad, después de tantos días, no era una sonrisa feliz pero si una de alivio.
Taehyung se preocupaba porque no le hablaba, y eso, encendió una llamita de esperanza en el triste y desolado corazón del conejo.
Tal vez sí era lo suficientemente importante para el.
Y eso era lo que le producía esperanza.
Esperanza que necesitaba para vivir.

Pero no sucedió mucho realmente. Después de que el pelicafé le contara aquello, el alien solo le había llamado una vez, le pidió que se acercara. Cuando la galleta obedeció, el castaño le tendió un audífono, indicándole que se lo pusiera, el pelinegro, confundido, obedeció, se puso el aparato en el oído, una canción dulce sonó por este.
-¿Conoces está canción?-Inquirió el alien.
El conejo había negado sin articular palabra, aún confundido.
-Yo tampoco - Dijo sonriendo el alien.
Jungkook quiso reír ante aquella respuesta pero se contuvo, esperó allí, parado en frente de la mesa del castaño, esperó que este le hablara, le preguntara el porque de su actitud. Un simple “¿Estás bien?” hubiera bastado.
Pero al parecer, eso era ser demasiado ambicioso.
Ninguna otra palabra salió de la boca de Taehyung, en lugar de preocuparse por el pelinegro que lo miraba, se dispuso a leer una obra.
Jungkook había suspirando y se fue.

Luego de aquello el pelinegro tenía menos ganas de hablar con el castaño.
Pero no podía soportar estar más tiempo así.
Lo quería demasiado.
Por lo tanto, por decisión propia y por consejos de Jimin y de Jin, decidió hablarle.
Sus dos amigos pensaron en organizar una tarde películas, solo con los chicos de Bangtan. Esa sería la excusa con la que le hablaría.
Cuando el profesor se fue y tuvieron hora libre, comenzó el plan.
Jin debía de distraer a Teakwan, para que Jungkook pudiera hablar con Taehyung tranquilamente.
Suspiró y miró al pelicafé sentado a su lado, este sonrió procurando darle ánimos y se dió la vuelta, para hablar con Teakwan.
El plan había comenzado.
Jungkook se mordió el labio con fuerza, intentando aliviar sus nervios.
Tomó aire y se dió la vuelta.
Taehyung lo miró y el pelinegro comenzó a hablar, haciendo lo posible en sonar casual, como si nada hubiera sucedido.
-Los chicos pensaban en organizar una tarde de películas, ¿Tu que opinas?- Miró al castaño con curiosidad, como si no se hubieran dejado de hablar en ningún momento.
Su corazón martilleaba de nerviosismo, cabía la posibilidad de que lo ignorara.
Pero el mundo parecía comenzar a sonreírle, de nuevo.
-Me parece bien, ¿Que película veríamos?- El tono del alien también era normal.
Jungkook fingió pensarlo un momento
-A mi me gustaría una de terror- Sonrió con inocencia
-Podemos ver una de terror cualquier otro día...
-Cierto pero ya sabes, las de terror son atrapantes, no te puedes cansar de verlas, es como comer Nutella y....
Se detuvo, dándose cuenta de que Taehyung dejó de prestarle atención, el alien miraba divertido a Jin y a Teakwan, quienes se habían enfrascado en una entretenida conversación. Sonreía de vez en cuando, hasta que por fin decidió unirse a su conversación.
Dejando de lado a Jungkook.
Como siempre.
El pelinegro se quedó un rato allí, esperando que Taehyung retomara su conversación, pero no lo hizo, así que se dió la vuelta, y comenzó a escribir lo que había en el pizarrón, al tiempo que escuchaba risas provenientes de los tres chicos, sus ojos se cristalizaron, comenzó a ver borroso.
No quería llorar, así que se mordió con fuerza el labio, provocando un agudo dolor, que logró mantenerlo calmado.
Se esforzó.
En verdad se esforzó, pese a que le costó tanto hablar con aquel castaño, pese a que fue difícil para el dejar su orgullo y sentimientos de lado y hablarle.
Pero no dió resultados. De todas formas fue ignorado.
Él, en el lugar de Taehyung, hubiera sido feliz de que su amigo le dirigiera la palabra tras no haberse hablado en varios días, le hubiera brindado toda su atención... No lo hubiera dejado con las palabras en la boca.
Pero Taehyung no era el.
Además, ¿Quién sabe? Tal vez aquel pelinegro era un masoquista.

Conejo y Lechuga Aliados (Vkook-Hopemin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora