Conejo y Lechuga Aliados (Vkook-Hopemin)

Sorpresas

Jungkook se despertó temprano para poder arreglarse y así estar presentable frente a Taehyung.
Se metió a la ducha, el agua caliente lo hacía sentir bien, ayudaba a relajarlo, incluso lo distraía de su constante pensamiento.
Taehyung.

Al salir del cuarto de baño se dirigió al armario y tomó su uniforme, terminó de cambiarse y se miró al espejo. Se veía bien, pulcro. Pero lo que no se veía bien era la marca roja que tenía en su mejilla.

Jungkook tocó la parte lastimada con delicadeza mientras algunos recuerdos del día anterior aparecían en su mente.
Negó con la cabeza mietras decidía ponerse algo de maquillaje para ocultar aquella fea marca.
Cuando estuvo listo salió de su habitación.

Se dirigió a la cocina en el primer piso, allí estaba su padre terminando de hacer el desayuno. Lo miró.
-Oh buenos días Kook, ve a sentarte al comedor, llevaré tu desayuno en un momento.
-Buenos dias papá- Jungkook sonrió y fue a sentarse al comedor.

Siempre era lo mismo con su padre, después de perder el control actuaba como un padre cariñoso, nunca se disculpaba pero si se comportaba mucho mejor, como si no recordara lo que había hecho con anterioridad.

Jungkook suspiró, su padre llegó con su desayuno momentos después. Se sentó en una de las sillas cercanas a su hijo y lo miró mientras comía.
-¿Hay algo importante hoy, hijo? Pareces más guapo de lo normal- Sonrió mientras pasaba su mano por el azabache cabello de Jungkook, este negó con la cabeza.
-No.- Dijo mientras terminaba los últimos bocados de su sandwich- Solo... Creí que debería preocuparme más por mi apariencia.
Su padre asintió entendiendo
-Me parece bien, aunque eres bastante simpático. No lo necesitas
-Gracias- murmuró la galleta mientras le daba el último sorbo a su jugo. Se levantó de la mesa- Bueno, ya es hora de que me vaya. Adiós papá.
-Adiós hijo, que te vaya bien.
Jungkook salió de su casa y comenzó a caminar hacia su instituto.
Nunca se sentía bien hablar con su padre luego de las "escenas" que tenía.

Llegó y vió a una cara familiar en frente de la puerta principal.
Estaba apoyado en la pared, miraba su celular con profunda atención.
El conejo tomó aire y corrió a saludarlo.
-¡Hyung!- Gritó mientras sonreía con su habitual sonrisa de conejo.
-¡Aaahh! ¡Jungkook! ¡Me espantaste! ¿Porque no tocas antes de entrar?- Taehyung casi soltó su celular del susto. Lo miró con el ceño ligeramente fruncido.
El conejo se limitó a reír
-Hyung, esta es la puerta del instituto, no una habitación.

Taehyung miró alrededor con sorpresa.
-¿Quien lo diría? Tienes razón galleta- declaró con una sonrisa que hizo latir con fuerza el corazón de Jungkook quien intentó cambiar de tema para evitar el rubor que amenazaba con aparecer en sus mejillas.

-¿Estaba esperando a alguien, Hyung?- desvío la mirada al hacer la pregunta.
-Sí.
El pelinegro giró su cabeza hacia el castaño a una velocidad sorprendente.
Pero, ¿Quién podría culparlo? No se esperaba una respuesta afirmativa a su pregunta. ¿A quien podría estar esperando su alien? Era raro que se quedara en la entrada, en lugar de ir directamente a su aula.
El alien al notar la mirada sorprendida (y semi aterrada) de la galleta sonrió.
-Mi primo me pidió que lo esperara aquí.

Jungkook estaba tan aliviado que podría haber llorado en ese momento.
Se sentía tonto, se había puesto celoso de un familiar de el alien. Aunque siendo sinceros, aún se sentía un poco celoso, aquel que fuera su primo debía de ser muy querido por Taehyung.

-¿Es nuevo?- Inquirió el conejo mientras disimulaba la mirada de alivio que seguro tenía.
El castaño asintió
-Y no es bueno haciendo amigos, así que me pidió que lo apoyara- Su celular vibró, y dirigió su atención a el
-¡Ah! Ya está cerca. Iré a buscarlo, nos vemos en clases, Kookie.
Se despidió con la mano mientras trotaba hacia la calle y se perdía entre la arboleda.