Tarjeta

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Los días siguientes los chicos de Bangtan hicieron lo posible por mantener un perfil bajo.

Se acercaban unos días libres para todos los alumnos del instituto debido a las fechas festivas que se vivían en el país, por lo que no se verían en los próximos cinco días.

Jungkook sabía perfectamente que cuando habían varios días libres, Taehyung aprovechaba para visitar a sus familiares en Seo-gu por lo que estaba seguro de que esa vez no sería la excepción.

-¡Tae!- exclamó el pelinegro al ver llegar al alien, quien se fue a sentar a su lugar correspondiente, acaba de sonar la campana de inicio de clases, por lo que todos los alumnos faltantes entraban apresurados al aula antes de que su profesor llegue.

Jungkook se dió la vuelta para hablar con el castaño.
-Viajarás estos días libres, ¿verdad?- Era una pregunta obvia, pero de todas formas la planteó, curioso.
Taehyung asintió.
-Sí, iré a ver a mi familia en Seo-gu.
A pesar de no mostrar demasiado interés en ello, Jungkook sabía cuán feliz le hacía ir a visitar a toda su familia.

Taehyung vivía solo con su hermano, sus padres y demás hermanos estaban en Seo-gu, lo enviaron a Seúl, creyendo fervientemente que aquí hallaría un mejor futuro.
Pero ninguno de sus padres o hermanos, podrían acompañarlo debido a sus respectivos trabajos.
Por lo que fue mandado aquí, solo en compañía de su hermano que se transfirió a una universidad de Seúl.

El pelinegro asintió entendiendo.
-¡Cuando vuelvas debemos organizarnos para ver la película de la que te hablé!- Su emoción palpable en su tono, Jungkook le habló de una película que salió recién y que llamó la atención de Taehyung, debían de verla juntos, pero aquello jamás se había concretado y Jungkook ya no deseaba ser un simple espectador y esperar que las cosas sucedieran por si solas, por lo que estaba decidido a actuar.
-Oh, cierto- El castaño pareció recordar aquella salida, jamás realizada- Perdona es solo que tengo mala memoria.
Pero aquello ya lo sabía el pelinegro, sabía muchas cosas y defectos de él, pero amaba cada parte de lo que era Kim Taehyung.

-Haré un calendario y resaltaré las fechas en las que debemos reunirnos, ¿te parece?- le sonrió con tal dulzura e ilusión que cualquiera hubiera sentido culpabilidad de haber rechazado su propuesta.
Taehyung le devolvió la sonrisa, agradecido por la atención y comprensión de la galleta.
Las clases empezaron por lo que ninguno pudo continuar con la conversación.

En la tercera clase. Al profesor encargado de aula se le ocurrió cambiar de lugares a todos los alumnos, ya que a su parecer había demasiada indisciplina.
Todos los chicos de Bangtan se sentaron separados, bueno, a excepción de Jungkook y Hoseok, quienes por alguna extraña razón no fueron separados.

El pelinegro extrañaba demasiado a Jin, quien siempre era el que lo escuchaba y con quien conversaba, cierto, tenía a Hoseok, y cualquiera mataría por estar en su lugar. Y con "cualquiera" habla de Jimin, pero aún así no era lo mismo estar con el caballo que con su Omma.

A lo largo del día como Jungkook no podía estar más aburrido, decidió hacer algo provechoso, de alguna manera.
Mientras el profesor de biología hablaba sobre las hormonas, Jungkook se dedicaba plenamente a hacer una pequeña tarjetita de "buen viaje" para Taehyung.

"Tae:
Disfruta tu tiempo con tu familia, disfruta cada momento, se feliz, vive.
Pero no olvides que al volver tienes un hogar esperándo por tí, aquí.
                           Atte: 
                                         Jungkook"

Sabía que el castaño no se iría por casi nada de tiempo pero no le pareció mala idea recordarle que siempre habría un lugar para él en Seúl.

Conejo y Lechuga Aliados (Vkook-Hopemin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora