Te quiero y siempre lo are, tú lo eres todo para mi.
Esta es una pequeña historia de Magnus y Alec. Todo empieza después de ciudad de cristal. Espero que les guste.
Espero vuestros comentarios.
Contenido sexual y homosexual.
Los personajes son de...
Alec abrió los ojos con suavidad, la luz del amanecer cubría el cuarto de Magnus, el chico sonrió al confirmar que nada avía sido un sueño, los brazos de Magnus rodeaban su pecho desnudo, notaba la respiración del brujo contra su cuello y la erección de este contra su trasero.
Magnus seguía completamente dormido, por lo que Alec no quería moverse para no molestar a su chico, pero ya no podía aguantar, apartando cuidadosamente los brazos del hombre para dirigirse al baño. Después se vistió rápidamente y se dirigió a la cocina, se sentía muy feliz y quería prepararle algo de desayunar a Magnus, pero sería algo muy difícil. Alec pensó que Magnus no debía comprar nunca comida porque la nevera estaba casi vacía.
Alec cargo la cafetera y la puso en marcha, y comenzó a buscar algo para comer.
- ¿Qué estás haciendo?- el chico escucho la voz del brujo a sus espaldas y se giró sorprendido. Magnus llevaba una bata negra y era lo único que llevaba.
- ¿te he despertado? Lo siento.
- No te preocupes, y bien, ¿Qué estás haciendo?
- Amm.... Quería prepararte algo de desayunar...- la voz del chico sonó algo tímida.- pero no tienes nada, ¿No haces nunca la compra?- Magnus rio divertido.
- Lo cierto es, que no suelo comprar muy a menudo... ¿querías prepararme algo especial?- el chico ya comenzaba a sonrojarse.
- Solo algo para desayunar juntos.
- ¿Qué te apetece? Lo conjurare.- Alec puso mala cara.- si me prometes quedarte a menudo a partir de are la compra.- dijo el brujo mientras ponía cara de niño bueno, el nefilim no pudo evitar sonreírle.
- Lo que te apetezca... y.... Tendrás que hacer la compra.- Magnus sonrió satisfecho, y Alec cogió dos tazas para preparar los cafés, preparando primero el del brujo para pasárselo. Magnus conjuro dos platos de tortitas con helado y chocolate caliente.
- Después de una noche tan especial, me apetece seguir con las cosas dulces.-Alec rio y se sentó en su lado de la mesa.- ¿tienes que irte pronto?
- Hoy tengo el día libre, asique no tengo prisa.- el rostro de Magnus se ilumino.
- Acabas de hacerme un hombre muy, muy feliz.- Magnus rozo la entrepierna de Alec con su mano de forma premeditada y se atraganto.- tranquilo, y tienes que masticar bien la comida.- dijo Magnus riendo.
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El resto del desayuno paso tranquilo, sin que ninguno de los dos tocara al otro, pero sin dejar de hablar de forma amena entre ambos y continuando la conversación cuando después de terminar el desayuno, con todo recogido por la magia del brujo.
- Y bien ¿quieres hacer algo divertido hoy?
- Umm, lo que tú quieras, me basta con estar juntos.- Magnus sonrió pícaramente.
- No digas eso, o te mando de vuelta a la cama.- Alec se sonrojo.
- Bueno no es mal plan.- Magnus rio sorprendido.
- No debiste vestirte tan rápido.- dijo Magnus con tono autoritario.- ¿Quién te dio permiso?
- ¿Perdón?
- No te perdono, vamos quítate la ropa.- Alec se quedó mirando a Magnus sorprendido, sin saber qué hacer. "está ablando en serio" pensaba el joven sin saber muy bien cómo actuar. La mirada de Magnus era seria pero juguetona.- pensaba que arias lo que yo quisiera y quiero que te desnudes ahora.- el tono de Magnus seguía siendo autoritario.
