11. compensación.

376 20 0
                                    

Cuando Alec se sintió con las fuerzas necesarias para moverse de nuevo se deshizo de su camisa y se dirigió al baño para darse una rápida ducha. Abrió el grifo esperando que el agua callera caliente y se metió en la ducha dejando que el agua empapara su rostro. 

Con los ojos cerrados por el agua intento alcanzar el gel cuando su mano se topó con el duro torso de Magnus. Alec reprimió un grito de sorpresa. 

- ¿Qué haces? Me has asustado.

- Creí que nos daríamos un bañito juntos, y cuando he escuchado el agua correr y pensé que era una invitación.-la voz de mano sonó picara.- ¿no lo era?- añadió con un tono triste.

- NO.- Alec sonó más serio de lo que pretendía y el brujo hizo una mueca.- Quiero decir.- su voz esta vez era más suave.- no te esperaba, pero no te voy a echar de tu ducha.- el chico se sonrojo inmediatamente y Magnus sonrió.

- ¿Solo porque es mi ducha?- la voz del inmortal sonó picara mientras con movimientos lentos pegaba su cuerpo al del más joven.- porque no quería ser una molestia.- Alec sonrió mientras veía los labios del brujo acercarse a los suyos para sellarlos en un frágil beso. 

Las manos del brujo viajaron por el cuerpo del nefilim acariciándolo con delicadeza, el chico rodeo el cuello del mayor para atraer su boca aún más a la de él. Los besos fueron aumentando de potencia, cada vez eran más duros y potentes. Magnus puso sus manos en el pecho de Alec y lo empujo hasta la lisa pared de la ducha dejando al joven acorralado. 

- Magnus.- se quejó el joven al notar los fríos azulejos contra su espalda desnuda.

- Esto es culpa tuya.- la voz del brujo sonaba lujuriosa .

- ¿mía?

- Tuya. Eres una adición para mí.- su voz cada vez era más lujuriosa mientras llevaba sus labio a el suave cuello del chiquillo.- tranquilo. Solo quiero saborearte.

Con una sonrisa pícara Magnus miro al muchacho confundido y lentamente se agacho hasta arrodillarse entre las piernas del joven. Sin dar tiempo al joven a darse cuenta de lo que iba a suceder el brujo cogió el miembro del nefilim y se lo llevo a la boca, Alec soltó un grito de sorpresa, el inmortal comenzó a aumentar del ritmo de su boca, chupando y lamiendo sin parar, ahogando gemidos en el miembro de su joven amante mientras paseaba sus manos por todo el cuerpo del chico.

Alec gemía y gritaba sin parar entre las paredes de la ducha que ya estaba llena de vapor mientras notaba la cálida agua acariciar aquellas partes por las que las manos del brujo no llegaban. 

- Magnus..... – gimió el joven mientras se corría salvajemente en la boca del hombre. 

Magnus se levantó y con rapidez se lavó el cuerpo con la caliente agua sin dejar de mirar al joven que tardo unos minutos en recuperarse. Cuando el joven se recuperó se acercó al brujo, este se giró rápidamente. 

- Voy a ver que cenamos, te he dejado algo de ropa en la cama. No tardes.- Magnus dejo un casto beso en los labios confundidos del joven y salió rápidamente de la ducha y del baño, dejando al joven solo de nuevo en la ducha.

Alec se lavó con rapidez y salió al cuarto de Magnus con una toalla en la cintura y otra con la  que recorria su cuerpo y su cabello. Allí el brujo le avía dejado unos bóxer negros de su talla y una camiseta negra que también era de su talla, el brujo lo había comprado para él y eso le hizo sonreír, hasta que se dio cuenta de que no había pantalón. 

Alec se puso esa ropa con rapidez y busco sus pantalones pero no estaban, nada de su ropa estaba, donde lo habría dejado Magnus. Alec salió al salón y Magnus sonrió al verlo. 

- ¿y ... y mi ropa? 

- ¿Para que la quieres?

- No tengo pantalones

- A mí me parece que estas perfecto así...

- Mag...

- Shhh... no seas tímido... al menos te e dejado una camiseta.- en ese momento Alec se dio cuenta de que el brujo solo llevaba unos bóxer blancos. 

- No te... vas a poner nada... más.

- Me has visto con menos ropa.- su voz era picara.

- Vale, pero si me sigues haciendo sentir incomodo me voy.

- Como que te vas a ir sin pantalones.- el brujo rio y a el nefilim se le escapo una risita tonta.

Alec se sentó en el sofá con Magnus preparado para cenar con su chico, algo de cena, una película romántica y las dulces caricias de Magnus. 

Como ya era costumbre Alec no se enteró de nada, pero esta vez no era por la película era por los dulces besos del brujo. Magnus besaba y acariciaba sin parar haciéndole perderse una y otra vez.

- Mag... Magnus, ¿Por qué me has dejado solo en la ducha?

- ¿Por qué no me has avisado para ducharnos juntos?

- Lo que as echo no es justo, no es justo para ti. 

- ¿Por qué no? Yo me lo he pasado de miedo.- Alec sonrió.- ya me compensaras.- la voz de Magnus era apasionada, en respuesta Alec se ruborizo.

Alec fue decidido, no lo pensó dos veces. Beso con pasión los labios de Magnus y dirigió sus manos al elástico de los bóxer liberando el miembro del brujo y comenzó a masturbarlo Magnus gimió con fuerza.

Las manos del brujo se dirigieron a la camiseta del chico y se la saco mientras en joven se arrodillaba en el suelo empujando a Magnus en el sofá y llevando su boca al miembro del brujo. La lengua y la boca de Alec era rápida y juguetona provocando gemidos y gritos. Sin poder evitarlo Magnus no tardo en correrse. 

Alec lamio sus labios mientras se levantaba y Magnus intento atraparlo pero los reflejos del nefilim fueron más rápidos.

- Estoy muy cansado, me voy a dormir.- Magnus se quedó anonadado mientras observaba al chico alejarse aun con los bóxer puestos.- por cierto ya estamos en paz.- la voz de Alec sonó juguetona mientras entraba en la habitación para dormir. Magnus sonrió y se dirigió al cuarto para dormir junto a su chico. 

Te quiero. "Malec"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora