19. Nuestro amor.

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Casi todas las cosas de Alec ya estaban en el loft de Magnus y Alec no tardaría en llegar para quedarse. Sus padres regresarían al instituto en pocas horas y él se marcharía del instituto antes de que eso ocurriera, su madre avía dado quejas pero Alec no quería ver a su padre, ni tampoco quería escuchar lo que este pensaba de su decisión de mudarse con el brujo y compartir hogar con todo lo que eso significaba. Ambos abian pasado los últimos días empaquetando sus cosas y mandándolas al loft con ayuda de la magia de Magnus para después y al loft para colocar las cosas, y por fin era el día, Alec llegaría en cualquier momento con sus últimas cosas, y llegaría para quedarse junto a él.

Magnus se había ofrecido a crear un portal para que Alec llegara rápidamente, pero el chico había preferido llegar a su nueva casa a su propia manera. Magnus ya estaba desesperado con la espera.

El ruido de las llaves en la puerta le devolvió la sonrisa a Magnus, Alec estaba a punto de llegar. La puerta se abrió de par en par y un sonriente Alec entro con una bolsa colgada al hombro. Realmente Alec tenia pocas cosas, libros, armas, algo de ropa y poco más. Magnus tendría que empezar a mimar y consentir al chico.

Alec dejo la bolsa en el suelo, mientras Magnus se acerco por su espalda y lo abrazo por la espalda.

- Ya eres mío, y no te dejare escapar. – Alec rio.

- Vas a asustarme.

- Tarde ya no puedes escapar de mí.

- Magnus.- la voz de este sonó en un regaño y Magnus rio.- ¿Dónde dejo esto?

- Donde quieras, ahora esta es tu casa también.- Alec se giró en los brazos del brujo y lo beso con pasión, profundizando en un beso que los dejo a ambos sin aliento.

- Que tal, si, dejamos las cosas aquí por ahora y celebramos mi llegada a mi nuevo hogar.- la voz de Alec era segura y juguetona, y Magnus abrió los ojos sorprendido.

- Alec. Que atrevido.

- ¿Qué? ¿no te gusta?- la voz de chico seguía siendo juguetona.

- Por supuesto que me gusta. y bien, ¿Qué me vas a hacer?

- Vamos.- los ojos de Alec brillaron de anticipación y Magnus sonrió.

Alec tiro de Magnus hasta llegar a la habitación que ahora compartían, y sin decir nada comenzó a quitarle la ropa a su hombre.

- ¿y bien?

- Shhh

Alec siguió con su tarea hasta dejar solo la ropa interior del hombre y el seguía completamente vestido.

- Túmbate. – Magnus sonrió y obedeció, mientras Alec se dirigió a la cómoda y busco algo. - Bien, siguen aquí.- Alec se giró y Magnus vio las esposas que una vez él puso en las muñecas del joven. Magnus sonrió.

- Ummm ¿vas a usarlas con migo?

- Me toca, junta las muñecas.- Magnus junto los brazos y se los ofreció a Alec. El Nefilim esposo sus muñecas y tiro de los brazos de Magnus hasta dejarlos por encima de la cabeza del brujo.

Te quiero. "Malec"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora