Notaba los ojos de ella sobre mi. Es como ni si quiera se preocupase por ocultarlo y aquello me fascinaba.
Su mirada estaba pendiente de la mía, en cada movimiento cada palabra. Y me reconfortaba, era como una señal de que aun le importaba.
Pero después estaba Austin, que desde todo el rato en el que habíamos estado allí, y mientras Josh y Megan me preguntaban cosas triviales para llenar la conversación, y llevarla a cualquier rumbo lejos de aquella tensión que se sentía en el ambiente, él no había despegado ni un solo minuto sus manos de ella, rodeándola constantemente por la cintura y trayéndola cerca. Y ella, aun mirándome, parecía no notarlo ¿Cómo no lo notaba?. Aquel acercamiento me había parecido bastante obvio desde el momento en el que había puesto un pie en este gimnasio y sus ojos se posaron en los míos.
Decidí ignorar aquel arrebato de celos que me producía verla junto a él. Por dentro mío trataba de evitar pensar ciertas cosas, cosa que me quemaban la cabeza, preguntas que se hicieron presentes desde que la volví a ver. Como: ¿Por qué Austin estaba tan cerca suyo? y ¿Por qué no me dejaba de mirar como si fuese una molestia? Me plantee que tal vez estaban juntos, pero mi mente no parecía creérselo, no con Austin. Además, si lo estuvieran, Megan me hubiese hablado de ello ¿no?.
Me dispuse a imaginar distintas posibilidades, como que tal vez está enamorado de ella, y quiere mantenerla cerca, tal vez no le agradaba. No, claro, desde luego no le agradaba, eso estaba demás aclararlo pero aun así estaba a la defensiva, o tal vez era una especie de amigo, que se había acercado a ella el último tiempo y conociese toda nuestra historia y por alguna razón me guardaba rencor.
Rogaba que fuese la segunda opción. Pero no estaba tan seguro.
Trataba de concentrarme lo más posible en la conversación, pero todos estos pensamientos me lo impedían. Quería verme lo más calmado, y seguro desde que había puesto un pie en la universidad, me lo había repetido una y otra vez de camino aquí, porque sabia que hoy la vería, lo sospechaba. Pero la verdad era que no estaba para nada tranquilo y lo que en este momento necesitaba era seguridad, porque ahora mismo era un puto inseguro que no paraba de imaginarse cosas, situaciones y sentirse perseguido todo el tiempo.
Tal vez es tu imaginación Adam, tal vez nadie te esta mirando mal, tal vez ella no te esta mirando ni el tiene su puta mano al rededor de ella. Tal vez es toda una ilusión.
Tal vez ya no les importas.
Y aquello me aterraba, al menos por el lado de ella. Quería importarle.
Y al mismo tiempo no podía dejar de notar lo hermosa que estaba. Desde que había llegado a la ciudad me había preguntado una y otra vez como sería ver su cara de nuevo, como estaría, si estaría cambiada o no. Y para mi sorpresa no estaba demasiado distinta a la última vez. Su cabello había cambiado, estaba algo más claro y me pregunté porque decidió hacerse ese cambio tan radical. Fruncí el ceño. Prefería ver a aquella castaña de la que me había flechado la primera vez que la vi, pero aun así, con su castaño claro, estaba hermosa. Y la idea de que aquello resaltará sus perfectos ojos verdes que en este momento me miraban muy abiertos, analizándome. Me intimidaba y me fascinaba al mismo tiempo.
A quien podía engañar. Si era perfecta.
Solo con mirarla, solo con ver sus ojos sorprendidos y atentos, con sus perfectos labios y su sonrisa tímida, con sus curvas y su cabello lacio que ahora tenia unas pequeñas ondas en las puntas, la hacían ver hermosa. Siempre lo había sido, Cassie Holt nunca me decepcionaba.
Sonreí a medias, esperaba que nadie lo hubiese notado ya que por donde iba la conversación no había ningún motivo por sonreír así.
La mire por el rabillo del ojo, confirmando que aun seguía allí, mirándome. Y lo estaba. Trató de apartar la vista pero no pudo, en cambio se removió inquieta en su lugar, llamando la atención de Austin quien la observo extrañado y luego me observó a mi, rígido, sin expresar ninguna emoción en sus ojos pero al mismo tiempo sabía que esa era una mirada de antipatía. La conocía, yo la había creado, una vez, en una fiesta, para alejar su mirada de Cassie.
Y mientras la conversación no tenia dirección en finalizar, Cassie se excuso y salió de allí, lo más rápido posible, alejándose de mi.
Me plantee seguirla, me plantee ir a hablar con ella, después de todo eso era lo que había querido desde el principio, y por la mirada que me dirigieron todos, tal vez pensaron que lo haría, pero antes de hacer algún movimiento. Austin se adelantó y fue tras de ella. Fruncí el ceño.
Lo seguí con la mirada, mientras la detenía a medio camino antes de la salida. Por la forma en la que Cassie articulaba parecía tratar de excusarse amablemente, no quería estar con él. Lo notaba, estaba incómoda y luchaba por esconder sus emociones, trataba de no alterarse pero se la notaba abrumada. Y por un momento me sentí culpable, tal vez había sido mi culpa y tal vez después de todo este tiempo Cassie no quería saber nada de mi, no quería verme. Pero no me podía conformar con ello. No estaba listo para rendirme.
Mi cara se endureció al ver como Austin colocaba su mano sobre su mejilla acariciándola, sin soltarla. Aquellos dos parecían tener más intimidad de la que yo jamás había tenido con Cassie, no así, no de ese modo, frente a todos y sin despreocupaciones. Y sin evitar de compararme con él, sin saber siquiera si estaba juntos. Una grieta de celos se abrió dentro mío, algo que nunca había sentido, algo que no sentía desde hace tiempo en realidad, algo que solo sentía por Cassie.
Dolía verla, dolía verla tan lejos mío, y tan cerca de otros, era como si no la conociera lo suficiente o no fuese cercano a ella - claro que no lo eres- pensé, pero aun así dolía ver como los demás podían tenerla cuando yo nunca la había tenido. No así. Y al mismo tiempo dolía verla tan hermosa y tan distante, tan callada y tan atenta. Me confundía.
Y sin dudarlo me dirigí hacia ellos, dejando a Megan y Josh solos, sorprendidos por mi arrebato de celos, desconfianza, y cansancio.
-¿Estas bien? - me acerque a ella. Y pude notar como ambos me miraron, sorprendidos por que estuviese allí y al mismo tiempo la mirada de desapego de Austin. Ella, en cambio, me miraba con sus ojos muy abiertos.
Asintió sin decir nada.
Él aun estaba demasiado cerca, sosteniendo una de sus manos y al mirarlos juntos fruncí el ceño, mientras mis fantasmas y pesadillas recurrían para decirme una y otra vez que la había perdido. Estas nunca se iban.
-¿Podemos hablar? - dije sin titubear, decidido. O al menos lo intenté.
Ella se lo pensó un segundo, y Austin, esperando probablemente un rechazo por parte de ella se sorprendió tanto como yo cuando asintió.
Era como si se le hubiesen comido la lengua los ratones. Mi Cassie, estaba tan tímida, tan callada que me recordó a la primera vez que la había visto justo aquí, en este gimnasio, y la forma en la que se escondía en sus libros para apartar su mirada de la mía, para evitarme.
Sonreí para mis adentros.
Ella poso su mirada en Austin. No necesitaba aclararle que esto era entre ella y yo, y si lo tendría que hacer aquello seguramente acabaría con la poca paciencia que le tenía.
-Esta bien, - asintió - déjanos, tengo que hablar con él de todos modos.
Fruncí el entrecejo, aquello no era lo que esperaba, no esperaba que esta charla fuese algo como para dar explicaciones ni mucho menos a él. Pero otra parte de mi festejaba victorioso el hecho de deshacerme de Austin, la verdad que nunca me había agradado tanto.
Cuando por fin se fue, algo molesto pero dispuesto a aceptar lo que sea que decida Cassie, me dirigió una última mirada, de hostilidad y luego se alejo. Permitiéndome darme cuenta que no solo era se había ido, sino que prácticamente el resto de la gente que había a nuestro al rededor se había dispersado, incluso Megan y Josh ya no estaban. Era como una especia de señal, como si todos allí dentro supieran que necesitábamos este momento, a solas.
Luego Cassie me dirigió una mirada, dura, sin sentimientos o expresión alguna.
-Bien, ¿De que quieres hablar?
Me sorprendió oír cierto tono por parte de ella, no era lo que esperaba, bueno en realidad me esperaba algo de rencor, o distancia entre nosotros pero no demasiada, de hecho no sabia que esperarme de Cassie, pero por la mirada y el tono en su voz, tan segura y audaz. Me di cuenta que no se alegraba de verme.
ESTÁS LEYENDO
Otra vez tú
RomanceVuelve la historia de Cassie Holt y Adam Parker. Pasó ya un tiempo desde que ambos se distanciaron, tomaron caminos distintos, y por primera vez Cassie siente que todo ha terminado. Pero lo que nunca terminó, vuelve a empezar, esta vez con nuevos ob...