-¿Estas lista?
-Eso creo- ladee la cabeza al mismo tiempo, no muy convencida.
-¡Toma esto! - Megan me animaba a beber lo que sea que haya ahí dentro, - extrañamente en una taza de café -. Confié en ella y lo bebí en un solo trago.
-¡Wow! - gritó, probablemente había tomado mucho más que yo.
En ese momento llaman a la puerta.
-¿Están listas? - Se oyó la voz de Josh, al otro lado.
-Si, un segundo - gritó Megan, por lo que tuve que entornar los ojos, me había dejado sorda.
Se echo un último vistazo al espejo y luego me miró, de los pies a la cabeza, orgullosa de mi atuendo, después de todo lo había elegido ella.
Llevaba un vestido de noche, algo provocativo y sexy pero no demasiado, no quería llamar demasiado la atención, mi cabello estaba semi-recogido y mi maquillaje, bueno, parecía profesional.
Por un momento sentí que todo esto ya lo había vivido excepto por una cosa.
-Todavía no me acostumbro a verte así, con ese pelo - decía Megan mientras sostenía un mechón.
-Si bueno, tampoco es que me hubiese teñido de rubia. Solo esta algo más claro - dije encogiéndome de hombros, y sacudiendo la cabeza como para que no notara el cambio. En el último tiempo y de un día para el otro decidí hacerme un cambio de look, ahora mi cabello no era castaño, sino que más bien un castaño claro, cerca del rubio. Todavía recuerdo la cara de Megan cuando me vio por primera vez, recuerdo que chillo y quedó boquiabierta. Nadie se imaginaba que haría algo así. Muchos dicen que el 90% de las personas que terminan una relación, o que sufrieron, o que se desenamoraron, luego, tienden a cambiar su look, como si necesitarán verse diferentes. Pero ese no era mi caso, me lo repetía a diario, no era por él, era por mi.
Mi relación con Megan, prácticamente había vuelto a la normalidad, ahora era como aquellos días, como los de antes, antes que Adam llegará. Sinceramente nunca creí poder recuperar su amistad por completo pero aun así, después de un tiempo, aquí estábamos, como si nada hubiese pasado y al mismo tiempo como si todo hubiese cambiado. Megan había olvidado por completo a Adam, y a su historia juntos, incluso antes que yo. Ahora estaba completamente enamorada de su novio Matt, quien jugaba también en el equipo de Josh y lo había visto con otros ojos hace pocos meses atrás, y ahora, andaban ambos los más felices juntos, como si toda la historia con Adam jamás hubiese existido. Aun así a veces me lo nombraba, en los momentos menos pensados, incluso cuando no quería que lo hiciera, traía a mi recuerdos que no quería recordar. Como si aquello no le molestara, como si el hecho de que toda la historia entre Adam y yo fuese común. Era como un recordatorio constante de lo que sentí en ese momento, y del dolor que me dejó su partida. Aun así, y pese a todo lo que me costó, conseguí seguir a delante, poco a poco, lograba soltar algo de él, cada mañana en la que despertaba era cómo si aquel dolor disminuyera, porque después de todo sufrí, sufrí por lo egoísta que había sido a decirme todas esas cosas e irse, sufrí porque no se despidió.
Finalmente salimos al salón, donde Josh nos estaba esperando, y por su cara la espera había sido agotadora, después de todo habíamos estado prácticamente toda la tarde encerradas en el cuarto de Megan pensando lo que usaríamos y aun así, llegaríamos con el tiempo justo para la fiesta. Sin embargo, el dulce y bueno de Josh, no perdió oportunidad para elogiarnos.
-Wow chicas, están radiantes.
-Gracias hermanito - contestó Megan al momento que hacia una reverencia, ella estaba aun más provocativa que yo.
-Bueno, los demás nos estarán esperando allí.
-De acuerdo. - sonreí.
-¡No puedo creerlo 20 años! - chilló emocionada mi amiga a mi lado, abrazándome, aun más feliz que yo.
-Lo sé, ni yo.
Era verdad, todavía no podía creer como estaba cumpliendo veinte años y como había accedido nuevamente a que mi amiga me llevara a una fiesta para celebrarlo, aquello me traía demasiados recuerdos, demasiados recuerdos que no quería recordar.
Estos dos últimos años habían resultado de los más extraños y emocionantes al mismo tiempo, y aun, había veces, que parecía solo ayer cuando mi corazón se rompió.
Una vez allí, se sintió como un dejavú, uno de esos momentos en donde estas segura que ya habías vivido. Entramos a la fiesta con Megan y Josh y nos encontramos con todos los chicos de baloncesto, mis compañeros de teatro, e incluso algunos amigos de Megan, que ahora, se habían convertido en mis amigos también.
-¡Sorpresa! - gritarón todos, y automáticamente se acercaron a saludar, llenándome de besos y abrazos, de felicidades. A pesar de que aquel lugar no era ningún lugar privado, y no era ninguna fiesta privada o exclusiva la cual organizaron para mi, y la gente a nuestro al rededor nos observaba. No me importaba, porque de alguna manera u otra, esta era mi fiesta, esta era mi noche, mis veinte años, y sentía que nada ni nadie podía arruinarlo.
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Otra vez tú
RomantizmVuelve la historia de Cassie Holt y Adam Parker. Pasó ya un tiempo desde que ambos se distanciaron, tomaron caminos distintos, y por primera vez Cassie siente que todo ha terminado. Pero lo que nunca terminó, vuelve a empezar, esta vez con nuevos ob...