Capitulo 2: "¿Adam?"

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Luego de todos los abrazos, la gente abrió paso para Austin, entonces se acercó a mi, me sonrió con su perfecta sonrisa. Y me dijo: Feliz cumpleaños preciosa. - Y tras esto me beso. Uno de esos besos dulces y tiernos que solo él podía darme, sosteniéndome la cabeza, y la cintura al mismo tiempo, fuerte, como si no quisiera dejarme ir.

Entonces me aparte y sonreí. Entre beso y beso sonreíamos, como dos tontos enamorados.

Austin y yo comenzamos a salir hace un año atrás, cuando luego de que todo el drama con Adam terminó, y yo trataba de recuperar mi amistad con Megan, solíamos ir de vez en cuando a los entrenamientos y ahí estaba él. Recuerdo que me había disculpado por desaparecer por completo luego de aquella noche en donde nos habíamos dado nuestro primer beso, pero él le quito importancia al asunto y decidió invitarme a salir. Me alegró encontrarme con el mismo Austin que recordaba, con aquel Austin simpático y bueno, aquel que te respetaba, además, parecía que quedaban muy pocos chicos así hoy en día, prácticamente se extinguieron. Entonces comenzamos a salir más seguido. Y sin pensarlo y por primera vez, luego de Adam, sentía que podía llegar a estar con otra persona, sentía que podía llegar a enamorarme de nuevo.

Sé que todo pasó muy rápido, pero luego de que Adam se fuera, y yo quedará destrozada, lamentablemente igual quedó mi relación con Dylan, el pobre había sido tan bueno conmigo y tan lindo que incluso insistió en que lo intentemos nuevamente, no quería dejarme. Pero no era él el problema, sino que lo era yo misma. Que luego de enterarme de la partida de Adam, y de darme cuenta que todo este tiempo estuve enamorada de él, no podía estar con alguien más, no mientras mi corazón le pertenecía a otra persona, no mientras estaba roto.

Y con los pasos de los meses, apareció Austin, y como dije anteriormente, con él fue distinto, con él pude superar mi dolor, pude creer en una nueva relación, quería volver a enamorarme y no me molestaba enamorarme de Austin. Entonces simplemente lo dejé, lo dejé que entrara a mi vida. Algunos creerán que fui ingenua, porque incluso mi subconsciente a veces me lo recuerda, y por instantes, solo instantes vuelvo a sentir lo de antes, a veces mi subconsciente me dice que esto es una farsa, que en realidad estoy fingiendo, que todo lo que creería que había desaparecido, el dolor y el amor, aun están. Sin embargo yo lo ignoró. Porque ahora, solo me importaba ser feliz. Y lo era, junto a Austin

Estaba por el quinto trago, - o al menos de los que recordará. - cuando me alejé de los demás para ir al baño. Desde hacía tiempo que no me sentía así, tan libre, y divertida; por un momento me alegré de cumplir veinte.

Una vez terminada de darme un retoque de maquillaje en el tocador, salí, apenas podía pararme e incluso me sorprendí a mi misma poder llegar tan lejos. Jamás me había puesto así, bueno, en realidad si, - y por un momento vino a mi memoria la noche de mi cumpleaños numero dieciocho- , cuando por primera vez en mi vida, desde que había conocido a Adam, todo se había ido a la mierda. Esa noche Megan se había enterado de lo nuestro, o lo había intuido, y por un momento una especie de sonrisa apareció en mi rostro. Definitivamente había sido lo mejor.

En mi dificultoso camino hacia la barra, me crucé con barrios conocidos, que estaban aquí por mi pero más que nada para divertirse, había algunos de los amigos de Megan de la facultad que me resultaban amigables, al igual que un reducido grupo de chicas que mantuvimos el contacto después del insti, y entonces, al pasar junto a ellas, escuché un fragmento de su conversación, algo ajeno, algo que se suponía que no tenía porque interesarme pero aun así me dejo estupefacta.

-¿Dices que Adam está aquí? ¿Él guapo de Adam? ¿Él del insti?.

-El mismo - asintió la otra - el famoso Adam Parker, él que puso a dos amigas en contra. Dicen que ha vuelto.

Todo el grupo de jóvenes cotilleaban sin darse cuenta de mi presencia, y por un lado estaba aliviada, aquello ya era una gran sorpresa para mi, como también lo sería que ellas me descubrieran espiándolas, eso sí, seria bochornoso.

Respiré hondo.

No podía ser cierto.

No ahora.

No él día de mi cumpleaños.

Como por instinto empecé a buscarlo entre la multitud, desde mi escondite, y con todo el ruido de la música me sorprendí como pude escuchar aquella conversación, pero por algún motivo, lo hice.

Sonreí con ironía, ante la idea de que estuviera literalmente aquí; después de todo, todo esto solo era un cotilleo, no era definitivo, no sabia si era cierto, y si lo fuera ¿Por qué estaría aquí? ¿Por qué lo estaría buscando?.

Suspiré, no quería oír más, y con todas mis pocas fuerzas que aun me quedaban me dirigí hacia Austin, a distancia podía ver como me sonreía, trate de devolverle la sonrisa, pero ni si quiera yo la sentía real. Me escondí en sus brazos apenas llegar junto a él, e hice una especie de sonrisa tímida, el frunció el entrecejo confundido pero aun así agradecido por la muestra de afecto.

Mientras que yo no dejaba de pensar en aquella conversación. ¿Por qué volvería?, creí que se había ido para siempre. No ahora, no ahora, por favor, ahora no - supliqué. Y con todos los tragos encima y lo poco consciente que estaba, había una sola cosa que me mantuvo despierta durante toda la noche. Una sola cosa que no se alejó de mi, haciéndome miles de preguntas sin respuestas, preocupándome.

La diversión había terminado.

Adam había vuelto.

¿De verdad?.

¿Adam?


Solo con oír una conversación aquel

Otra vez túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora