Calla, Vaquero

1.4K 38 2
                                    

Era la noche del semi formal. Maya estaba en su cuarto observando su apariencia en el espejo. Sus hermosos rizos dorados caían como una cascada sobre sus hombros y su elegante vestido rojo iba perfecto con el tono de su piel. Sus Zapatillas plateadas tenían un pequeño taco, haciendo que la rubia se viera ligeramente más alta. Su maquillaje era perfecto, no era algo extravagante, más bien, era un maquillaje sencillo y natural, perfecto para la ocasión. Tenía un brazalete en su muñeca y una pequeña cadena amarrado a su cuello. El brazalete tenía el nombre de ella grabado en letras elegantes y en el dije de la fina cadena se encontraban grabado las iniciales de ella y las de su amado.

MH+LF

Ya habiendo notado su aceptable apariencia, camina hacia su mesita de noche y toma su teléfono que descansaba allí. Desbloqueó la pantalla y se dio cuenta de que tenía un mensaje de Riley. El mensaje expresaba lo contenta que estaba la castaña de poder disfrutar esa noche tan especial con sus mejores amigos. Maya sonrió al mensaje y le escribió algo breve a su mejor amiga, para después bloquear la pantalla de su teléfono y ponerlo nuevamente es su mesita de noche.

Por segunda vez en ese día, Maya corre al espejo para estudiar su apariencia y asegurarse de que todo este perfecto. Mientras acomodaba un poco sus rizos, escuchó un pequeño toque en la puerta y no mucho tiempo después vio a su madre entrar a la habitación. Katy observaba a su hija con una sonrisa en los labios, recordando sus días de adolescencia.

—Te ves muy bella, cariño —pronunció dulcemente la madre de la pequeña rubia. Maya quién aún se veía en el espejo, se dio la vuelta para encarar a su madre.

—¿Eso crees? ¿Crees que a él le guste? —preguntó con nerviosismo— ¿Crees que necesito un poco más de labial?

Katy rió un poco y a la vez empezó a negar con su cabeza. Arregló un poco los rizos de su hija, moviendo un poco el cabello que tenía en la cara poniéndolo tras la oreja de Maya.

—No, no necesitas nada más, estás perfecta. A él le encantara —le aseguró Katy, provocando que Maya sonriera y le regalara un apretado abrazo a su mamá.

El fuerte timbre de la puerta sonó interrumpiendo el momento que las dos rubias compartían. La voz de Shawn empezó a llamar su nombre desde el primer piso. Rápidamente, la pequeña rubia tomó su celular y bajó las escaleras a la velocidad del rayo, al parecer el taco de sus zapatillas no era un problema.

Cuando llegó al primer piso vio a Shawn parado cerca de la puerta y junto a Shawn se encontraba un apuesto chico de cabello rubio oscuro con el cual automáticamente conectó la mirada.

—Mira eso...— murmuró el adulto de cabello oscuro mientras veía a su hija acercarse a ellos. El chico solo sonrió al escuchar el comentario de Shawn, mientras que con sus hermosos ojos verdes escaneaba a Maya.

—Hola —saludó Maya tímidamente e ignorando por completo la presencia de Shawn.

—Hey —saludó de vuelta él. Quiso decir algo más, pero las palabras no salían de su boca.

—Um, ¿Crees que nos debamos ir? —preguntó la de ojos azules, insegura de que decir y a la vez con un poco de decepción.

—Claro —respondió sonrientemente el chico mientras ella enganchaba su brazo con el de él.

Maya se despidió de sus padres y empezó a caminar hacia la puerta, pero la fuerte voz de Shawn hizo que ambos rubios pararan en seco.

—¡Friar! —gritó el hombre. Lucas, junto con Maya, se dio la vuelta lentamente, encontrándose con la cara de pocos amigos que llevaba Shawn— la quiero aquí a las once.

—Sí, señor —respondió con nerviosismo el chico, viendo directamente hacia el duro e intimidante rostro de Shawn.

El hombre veía a Lucas con una mueca que hacia que el pobre chico sudara frío. Después de unos cortos segundos de mirar con intimidación al novio de su hija, su ceño cambió.

—Vayan a divertirse —dijo Shawn, enviándole genuina sonrisa a Lucas, quién sin pensarlo dos veces la regreso.

Por fin, ambos jóvenes salieron de la casa y empezaron a caminar hacia el auto del muchacho. A mitad del camino Lucas toma la mano Maya, haciendo que la rubia se detenga.

—¿Sabes qué? —dijo Lucas, mientras entrelazaba sus dedos con los de Maya— te ves hermosa.

Maya sonrió al comentario de Lucas, mientras llevaba su mirada al suelo porque sentía como sus mejillas se hacían rosadas, ahí era cuando le agradecía a la oscuridad de la noche, ya que Lucas no podría notar su fuerte sonrojo.

—Cállate —dijo Maya juguetonamente, mientras Lucas soltó una ligera risita.

Aún con sus manos entrelazadas, los dos jóvenes caminan hacia el auto, para así dirigirse al tan dichoso baile y pasar una de las mejores noche de sus vidas.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
Esto es lo que hago a las dos de la madrugada :D
Holaaaa, aquí les traigo un libro de historia cortas. Hagan peticiones si quieren :3

Lucaya One shotsWhere stories live. Discover now