Capitulo 28

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– Eso está por verse…

Él me pega contra la pared e inmediato atrapa mis manos con las suyas por encima de mi cabeza.

– ¡¿Qué intentas probar?! Obligándome a estar contigo créeme que no demostrarás que soy tuya Liam, no seas tan poco hombre. –Repugno y él me sonríe cínicamente.
– Jaja –carcajea mirando al piso, y me vuelve a mirar sin quitar esa sonrisa hipócrita– oh Stef… ¿quién dijo que te voy a obligar?

Trago saliva con un nudo en la garganta. 

– En mi vida… –echo mi cabeza hacia adelante, y nuestros ojos se asesinan mutuamente– querré volver a estar contigo… ¿no entiendes? Me das asco Smith, ¡asco!

Solo me mira, y se acerca lentamente a mi cuello, respira suave, erizando hasta el más mínimo rincón en mí. Lame mi cuello con delicia y entre mis labios se escapa un pequeño gemido mientras en naturalidad cierro los ojos. Libera mi mano izquierda y lento vieja la yema de sus dedos de mi cuello hasta mi pecho, a paso ligero, pasando por mi vientre hasta la orilla de mi short, y la baja a mi feminidad, oh tan lento, debilitándome como solo él sabe… y entonces entiendo…

– Dime Stef… dime qué sientes cuando te toco… –gimió en mi cuello.

Recapacito y vuelvo del trance al que me ha llevado pero tan pronto regreso me vuelve a llevar con el movimiento circular de sus dedos tan expertos en mi clítoris… y gimo en respuesta mientras coloco mi mano libre en su cuello e arqueo más mis piernas dándole más accesibilidad a mí.

– Respóndeme… –Gruñe.
– ¿Qué se… supone que deba, ahh, decir? –Gimo con palabras muerdo mi labio.

Y se detiene,… oh gran hijo de putos.

– Stef… mi pequeña… –abro mis ojos y él se acerca a mis labios– no importa cuánto asco, intentes tenerme… cuando yo pongo mis manos… –acaricia mi sexo de arriba hacia abajo– en funcionamiento…. –muerdo mi labio– en tu cuerpo. –Introduce un dedo lentamente y gimo– no puedes… ni tú, ni tus sentidos, ni ninguna neurona que ya tenga escrito mi nombre, resistirse a mí, primita…

Y él… tiene tanta razón…

– ¿y quieres saber el por qué? –Introduce y saca sus dedos, suave, delicioso, perfecto– porque eres mía… solo mía y de nadie más… me perteneces en todos los sentidos, tanto tuyos como míos.

Atrapo sus labios en un impulso natural que se revela en mí… y él me sigue el beso. Nuestros labios devorándose en mutuo salvajismo como antes solíamos hacer. Saca sus dedos de mi sexo y me toma por la cintura, y con su otra mano por el trasero, cargándome y lanzándome sobre la cómoda dónde duermen mis tíos mientras se abalanza sobre mí sin dejar de besarme con desespero… y sé que mi cuerpo extraña el suyo… y el suyo el mío. Baja a mi pecho y encrespo mis dedos en su cabellera hundiéndolo más a estos. Mueve su rostro en ellos con desenfreno y lujuria, sacándolos de mi camiseta y brasier. Los besa, los hala, los muerde, juega con ellos los aprieta, los extraña… y yo… yo estoy por correrme ante aquel trato que solo él sabe darles... Gimo y lo hundo más a estos, me siento cerca de la cima y él solo se está ocupando de mis senos. En mis bragas estoy tan húmeda como excitada, y siento su erección presionar con mi vientre. Se levanta, ambas piernas alrededor de mis muslos, su cabellos alborotado por andar jugando en mi pecho, sus pupilas dilatadas cómo cuándo antes lo hacíamos, sus manos temblando por la desesperación de tenerme… así como antes… y solo puedo pensar… “¿Qué esperas?”.
Desabrocha su pantalón, los baja y en compañía de estos van sus boxers… miro lo que solo debería ser mío y muerdo mi labio inferior… se ve tan delicioso como siempre ha sido, largo, grueso y perfecto solo para mí. Termina de quitar sus pantalones y prosigue a deshacerse de los míos ahora, no tarda menos de cinco segundos en ellos… no ha perdido el toque. Mira mi sexo, ambicioso, como si fuese la primera vez que lo viese… como si fuese la última vez que lo vaya a ver. Acaricia mis muslos lentamente y muerde su labio inferior… y sin más nada qué decir va y se pierde en mi intimidad… el calor de su lengua acariciando mi sexo, derritiéndome aún más. Coloco un dedo en mi boca y lo muerdo ligeramente mientras bajo mi mano por mi vientre hasta la cabellera de Liam… besa mi sexo con cuidado, con delicadeza.

– Cómo te extrañaba. –Gimió en mi intimidad.

Sus manos puestas en mis muslos mientras se hechizaba sin control entre mis piernas. Pero sabía que toda esa delicadeza no iba a durar demasiado… A cada lamida comenzaba a incrementar el ritmo con el que rozaba su lengua con mi clítoris. Mis gemidos ya eran más audibles y Liam más agresivo. Arqueo mi espalda en la cama y pierdo mis dedos entre su alborotada cabellera castaña. Se separa de mi sexo rápidamente y corre a mis labios, los besa fugazmente mientras seguidamente siento, la primera embestida.

– Ahhh… –Gimo abrazando su espalda y él sale de nuevo para embestirme aún más rápido…

Joder… Lo hace de nuevo y muerdo mi labio… pero justo antes de que pueda repetirlo tocan la puerta… diablos.

– ¿Están ahí dentro?

Sex With My Cousin(PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora