Los chicos Colt

Prólogo

Hace 10 años

Estaba sola cuando comenzó a llover, el cielo parecía caerse, la tormenta empeoraba cada vez más, mi abuelo con quien vivo está de viaje trabajando, mentiría si dijera que me encontraba tranquila, me asustan los rayos y los truenos, lo único que buscaba en estos momentos era dormir y despertar en un nuevo día, pero mientras pensaba en ir corriendo hacia mí cama, se escuchó un leve golpe en la puerta, por mí mente se cruzaron muchos escenarios posibles y me temo que ninguno terminaba bien, llámese imaginación activa, o el hecho de que mire incontables películas de terror que me paralizaban, con temor me acerque hacia la puerta abriéndola, para mí sorpresa lejos de ser un monstruo, me encontré con un rostro angelical, el niño de la casa de enfrente, Cole Colt, quien estaba empapado por la lluvia, de su castaño cabello caían gotas, mientras temblaba de frío.

— ¿Puedo quedarme contigo? — pregunto mirándome fijamente con sus grandes ojos azules, ¿Cómo negarme? el tan solo tendría unos 6 años, nunca había tenido contacto con esa familia, lo único que sabía de él, es que era un niño muy tierno.

—Pasa— él lo hace y yo corro a buscarle una toalla para que se seque junto con una bata, el pasa al baño para cambiarse, unos minutos después abre la puerta, puedo ver que trae su ropa mojada en brazos.

—Gracias, mis hermanos no están, y mamá no me abre, debió tomar eso que la deja dormida— comento el saliendo con la bata que le quedaba inmensa.

—Pásame tu ropa la secare y te haré un chocolate caliente ¿quieres?

El asintió contento, me daba pena la condición de vida que llevaban los chicos Colt, yo no soy mayor que ellos pero aun así escucho las malas lenguas hablar, considero que no son malos, son traviesos por naturaleza, espero que eso cambie a medida que pase el tiempo, ya que podrían empeorar y dejar de ser simples travesuras de niños. Y en este lugar, hay muchas personas que se alegrarían de verlos tras las rejas.

(...)

Cole tomaba su chocolate y yo solo me limitaba a observarlo.

— ¿Te gusta lo que ves?

Me reí de su ocurrencia, la que apostaría aprendió de sus hermanos mayores.

— ¿Te gusto el chocolate?

—No solo el chocolate— me reí cuando hizo un intento fallido de guiñar un ojo.

—Eres muy niño para decir esas cosas ¿Acaso tienes novia?

—Aun no has aceptado.

—Soy muy grande para ti Cole.

—Pero no dijiste que no...

(...)

Habían pasado las horas y el pequeño Cole se había dormido sobre el sillón, después de que le conté un par de cuentos, estaba por dormirme cuando unos gritos me despertaron, eran los chicos Colt, supuse que buscarían a Cole por lo que fui a ver y efectivamente vi a los gemelos subir a sus motos, Chris correr gritando el nombre de Cole, y Cord quien estaba tranquilo, él fue el único que se quedó. Caminé hacia él con nerviosismo.

—Hola, lamento molestar, pero si buscas a Cole está dormido en mí sala— dije incapaz de verlo a los ojos, él era dos años mayor que yo, y me daba nervios verlo al rostro.

—Qué alivio— había sarcasmo en su voz— vamos que lo traeré.

Como dijo el agarro a Cole en sus brazos y lo llevo hacia su casa, yo miraba todo desde la entrada, a los segundos Cord volvió a aparecer corriendo hacia donde yo estaba.

—Gracias por cuidar de mí hermanito— murmuré un "no es nada" y estaba dispuesta a saludarlo cuando el corrió el rostro quedando nuestros labios juntos, me separe al instante, mi primer beso, ¡con Cord Colt!, estaba más que nerviosa, el solo sonrió de lado, y emprendió marcha a su casa, no sin antes gritar.

—Un gusto princesa...