Capítulo 38

64.1K 4.7K 303
                                    

—Y dime Brooke, ¿que ropa debería llevar a ese lugar?

Ella se señalo, estaba completamente vestida de negro, unos pantalones de piel, junto con un top, y una chaqueta de cuero, en sus pies llevaba unos botas tipo militar.

—¿Tienes algo así? Realmente no es un lugar para llevar vestido, o prendas delicadas, notaran que desentonas.

—Creo que sí tengo algo— después de revolver en mi armario encontré una vieja chaqueta de cuero, me la había regalado Cord por mi cumpleaños número diecisiete, sabía que aquella chaqueta era usada ya que estaba un poco gastada, pero no me importaba, Cord habría ahorrado semanas para poder comprármela, y eso era lo que valía para mí.

Brooke sonrió cuando la vio, mientras dijo que es algo que ella usaría. Me vestí con unos jeans negros, una camiseta de tirantes blanca, unos borcegos y la chaqueta.

—¿Estoy bien?— le pregunté a ella.

—Tan bien como para volver locos a un par de lobitos— sonreí ante su respuesta— pero te falta algo— ella se acercó a mí sacando de su bolsillo un labial rojo, estaba tan cerca mío que podía sentir su respiración. Ella comenzó a deslizar el labial por mis labios, era muy cuidadosa.

Cuando termino sonrió con satisfacción y me señaló el espejo.

Me mire y era su color característico, y diablos me sentía poderosa con él en mi, era como si Brooke se hubiese apoderado de mi en confianza.

—Le sienta muy bien ese color ¿no crees?— le pregunto a Matt quien acababa de llegar.

—La veo igual de fea— le saque el dedo de en medio a Matt— ¿Vamos? Antes de que me arrepienta.

(...)

Llegamos a aquel lugar donde nos recibió un gran lobo negro pintado en la entrada, era aterrador.

—Siganme y no se aparten de mi, hay personas que no son tan amigables allí adentro— nos miro con seriedad algo que nunca tiene Matt —¿Entendieron?— ambas dijimos señor si señor, sacándose una sonrisa.

Matt fue quien entró primero mientras nosotras lo seguíamos, el lugar estaba bastante lleno.

Brooke tomo la delantera y nos guió a la barra, Matt quien estaba por ir por una mesa me miró como preguntando donde iba Brooke a lo que me encogí de hombros y el rodó los ojos, ambos la seguimos.

Cuando el chico de la barra se giro entendí porque Brooke estaba tan apresurada por ir, aquel chico era un ángel en medio del infierno.

Y no exageró, su rostro parecía sacado de una escultura antigua, su aura misma te llamaba la atención, su cabello era un rubio casi blanco, sus ojos parecían con heterocromia, era alto y fuerte. Y sus rasgos delicados.

—Como se supone que voy a competir con eso— me murmuro Matt sacándome una carcajada.

Brooke llamo su atención al instante, ellos ya se conocen y se nota en el aire. Ella se sentó justo en frente de él, yo a su lado y Matt del otro lado de ella.

—Hunter— saludo Brooke— ellos son mis amigos, Megara y Matt.

—Un gusto— nos saludo a Matt y a mi, pero su atención volvió a ella— sabes que no puedes estar aquí.

—Yo puedo estar en donde quiera Hunter, y me invito un Wolf — ella señaló a Matt.

—Pero yo te dije que no podías y soy más que un simple Wolf.

—Tu papá es más que un Wolf, tu aún no lo eres— le replicó ella, la tensión era palpable, ambos estaban enojados con el otro pero aún así se notaba el deseo.

El la ignoro y centro su atención en mi.

—Megara, tu nombre se me hace muy conocido ¿Quieres algo de beber?

—Si, necesito entrar en calor, estas chaquetas no son muy abrigadas— bromee tratando de aliviar el ambiente.

—Déjame adivinar— el saco unas botellas y comenzó a mezclar — Ten toma— el me dio un vaso con un líquido rosa dentro decorado con frutillas.

Al probarlo quede encantada, era dulce justo como amaba.

—Un trago dulce para una chica dulce— el me giño un ojo logrando que me ponga nerviosa.

Con Brooke hizo lo mismo, pero a ella le dio whisky.

—¿A mi no me dirás dulce?— le pregunto ella.

—Tu trago va perfecto con tu personalidad Brooke.

—Oh dime que yo soy un chico dulce— Matt quito toda la tensión, sacandonos risas a todos.

Brooke tomo su trago rápido y me agarro la mano, guiándome.

Alejado de la barra había un lugar donde había gente bailando, Matt vino detrás de nosotras, pero su atención se perdió cuando una morena lo agarro del brazo.

Mientras Brooke comenzaba a bailar, pude notar que Hunter había dejado la barra, el venía a verla.

Comencé a bailar con ella ignorado a todo el mundo a mi alrededor, brooke era hipnotizante.

Ella comenzó a acercarse cada vez más, yo sentía que Hunter la observaba. Y eso era lo que ella quería.
Sus ojos iban de mis labios a mi mirada, no entendía este juego de ella, pero no me disgustaba.

Hasta que al fin nuestros labios chocaron, al principio fue un simple beso, pero después comenzó a intensificarse.

—Necesito un trago— le susurre en sus labios, no se como entendió ya que la música estaba muy alta, pero lo hizo.

Ambas nos dirigimos de nuevo a la barra donde Hunter ya estaba.

—¿Ustedes quieren volver locos a todos aquí?— pregunto él apoyando sus brazos en la barra.

—Solo a ti— le contesto Brooke.

—Mierda Brooke, ve a mi habitación, buscaré a alguien que se ocupe de la barra— el me miro— puedes unirte si quieres...

Los chicos ColtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora