Ethan
La luz solar, que apenas entra en la habitación, por las diminutas rendijas de la persiana a medio bajar, choca contra la espalda desnuda de mi pequeña y crea figuras de luz y sombras que juegan en su piel, deslizándose por ella como quiero hacer yo. Siempre.
Un pinchazo de ridícula envidia se adueña de mi cuerpo y mente. Y es así como me siento, ridículo por sentir envidia de algo así, pero amo a Mare y esto es lo que provoca en mí. Así que..
Una sonrisa se desliza por mis labios cuando veo a mi pequeña desperezarse en la cama. Después de la dura y larga conversación que mantuvimos, ambos sentimos la necesidad de sentirnos, de abrazarnos y recuperar de alguna forma así todo el tiempo perdido y así, nos quedamos dormidos enredados ambos en el cuerpo del otro.
Contemplo complacido la melena de mi mujer, por que es mía, esparcida por la almohada de la que espero que pronto sea nuestra cama. Recuerdos de nuestra historia abarrotan uno tras otro, como si de flashes tratasen, mi mente.
Un suspiro se me escapa al rememorar todo lo que hemos vivido juntos y el tiempo que hemos permanecido alejados, pero no me arrepiento de nada. Por que todo por lo que hemos pasado me ha llevado hasta aquí, a ser el hombre que ella merece y a que Mare se de cuenta que, a pesar de lo destrozado que estaba, valgo la pena y desde luego lo vale nuestro amor. Todo esto nos ha llevado a este momento y estar junto a ella me hace inmensamente feliz.Sus preciosos ojos castaños me observan un momento antes de regalarme su hermosa sonrisa mañanera.
-Buenos días, amor.-Buenos días de nuevo pequeña-le digo burlón y la aprieto aún más en la prisión que he creado con mi cuerpo.
-Debemos levantarnos.
Un gemido escapa de mis labios a modo de protesta.
-Aún no estoy preparado para soltarte-Admito inclinandome para deborar sus labios.
-No tienes por qué hacerlo-dice acariciando mi cara con sus suaves manos. Cierro los ojos ante su tacto. -Le diremos a mis padres y ya no tendremos que mantener oculta nuestra relación. -Sonrío por sus palabras.
-Te amo Mare.
-Te amo Ethan.
Cerramos la distancia que nos separa con otro beso, un beso que da paso a algo más, mucho más.
(...)
-Necesito ir al baño-la voz de Mare interrumpe la tranquilidad que inundaba el cuarto.
-Pues ve. -Le digo sin moverme ni un milímetro.
-Me tendrás que soltar para que pueda ir. -Suelta con gracia.
A regañadientes deshago mi agarre al rededor de su cuerpo para dejar que valla al servicio. -Pero no tardes.
Mare se pone en pie, con una enorme sonrisa bailando en sus labios y dejándome contemplar con total tranquilidad su completa desnudez, antes de cerrar la puerta del baño a sus espaldas.
Tras unos cuantos minutos y el sonido de la cisterna, la puerta se abre de nuevo y asoma por ella la cabecita de mi pequeña.-Ethan, me quiero duchar pero..-Me dice dubitativa.
-Hay ropa en mi armario que puedes utilizar. -Me mira mal pero no pregunta nada.
Mare se mantiene callada unos instantes antes de fruncir el ceño, como si estuviese debatiendo un asunto de vital importancia. Veo claramente como lucha contra su propia vergüenza, pero no se me ocurre por qué motivo se puede sentir así. Agacha la cabeza como si fuese una niña regañada y al fin habla.
-Me gustaría lavarme los dientes pero no tendrás..
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El idiota que ha regresado #2 (+18)Terminada #Disponible en Amazon
Storie d'amore•Segunda parte de "El idiota que vive en mi casa". •Antes de leer esta historia deben leer la primera parte para enterderla por completo. ~ Marcharme no fue algo fácil de decidir. Irme fue muy duro. Alejarme de ella sin du...