Mare
-¿Entonces has cenado bien?.
-No cambies de tema bomboncito-habla Álex quien se niega a marcharse sin recibir una explicación. -Suelta la sopa, ¿has vuelto con Ethan verdad?.
-Shh-le riño tapando su enorme boca con la palma de mi mano. -¿Estás loco?, te pueden escuchar mis padres.
-An o lo sbn.
-¿Eh?, ah perdona-quito la mano de su boca para dejarlo hablar, pero antes le advierto que lo haga bajito.
- ¿Aún no lo saben?.
-No, pensamos decírselo ésta noche.
-Bien muñequita, entonces te deseo buena suerte-dice dándome un fuerte y largo abrazo- te espero mañana en mi casa para contarme cómo exactamente habéis vuelto a estar juntos y por qué rayos no me lo has dicho antes. -Me reclama en cuanto se aleja un poco de mí.
-Claro, mañana te llamo.
-Más te vale.
Me quedo parada frente a la puerta, viendo como se monta en su moto y antes de que arranque, le despido con la mano.
(...)
-Bueno..., ¿cuál es esa buena noticia que nos querías contar Ethan?-pregunta mamá entusiasmada.
Me trago un gran suspiro y cuando pienso contarles como ha sucedido todo y que Ethan y yo estamos juntos, Ethan se me adelanta y lo que dice me deja con la boca abierta.
-He comprado un hotel. -Suelta de pronto y me siento como si me hubiesen arrojado un balde de agua helada-. Como ya sabéis, me voy a hacer cargo de la dirección de las empresas de la familia - dice para continuar tras un leve asentimiento por parte de mis padres - pues hemos tomado la decisión de expandir nuestro nombre, adquiriendo nuevas propiedades y diversificando un poco. Movernos en otros terrenos, por así decirlo.
Así que vamos a abrir una nueva línea de hoteles y ya tenemos el primero de ellos-. Informa y recuerdo aquel hotel en el que tuvimos la cita que ganó en la subasta.-Felicidades - aplauden mis padres.
Sin embargo yo no atino a hacer nada más que mirarle con asombro. No lo entiendo.
Íbamos a contarle lo nuestro, ¿qué ha pasado?, ¿se ha echado atrás acaso?-Mare, recuerdas el lugar al que te llevé tras la subasta ¿cierto?, -si, lo recordaba. Al igual que recuerdo a la idiota que me atendió mal ese día. Asiento a su pregunta. -Te dije que había comprado el restaurante, pero lo cierto es que esto será el comienzo de algo grande.
No soy capaz de escuchar nada más mientras que mis dudas se repiten una y otra vez en mi mente. Dan vueltas sin cesar y sin darle un solo segundo de respiro a mi, cada vez más embotellada cabeza. Cuando siento que no aguantaré más toda esta farsa sin estallar, me disculpo ante mis padres y sin dedicarle una última mirada a ninguno de los tres, subo a mi cuarto.
(...)
Al día siguiente despierto cómodamente entre los brazos de mi testarudo chico. Quién, apenas mis padres se fueron a dormir a su habitación, se escabulló a la mía para hablar y al final se quedó junto a mí.
Unas horas atrás
No consigo dormir. Hace más de media hora que subí a mi habitación con la excusa de que me sentía agotada por la mudanza de Ethan, mas el incesante e insidioso eco de lo sucedido tras la cena, no me permite dormir.
La duda de por qué Ethan se negó ha hablar de lo nuestro, no deja de repetirse una y otra vez en mi cabeza. Atormentando mi mente, y haciendo menor la confianza que comencé a tener de nuevo en Ethan.
De repente una leve presión en mi pierna y el colchón cediendo ante el peso de otra persona, me avisan de la presencia de alguien más. Sin embargo no me muevo ni un solo centímetro y tampoco miro quién es, no es necesario. Tan solo hay una persona aquí, que sería capaz de colarse en mi habitación de noche y es la misma persona que me trae loca desde hace casi dos años. Ethan.
-Mare, sé que posiblemente te sientas herida. Soy un idiota. No pensé que te sentirías mal al no contarles lo nuestro a tus padres..., aún. -Aclara rápidamente-. Tan solo pensé que sería divertido recordar cuando estábamos juntos a escondidas.
De pronto, algo de lo que ha dicho hace mella en mí, y tratando de no hacerme ilusiones en vano, le pregunto sobre ello.
-¿Aún?-pregunto dudosa.
Ethan me dedica una sonrisa encantadora, que sé que es solo para mí.
-Sí, Mare. No lo diremos aún, solo quiero estar solos tú y yo durante un poco más, pero se lo contaremos, -acuna mi cara entre sus cálidas manos -. Como te prometí -termina de hablar antes de pegar sus labios a los míos. Comenzando un beso tierno que decía demasiadas cosas.
(...)
Contemplo su cuerpo desnudo, tan solo cubierto por la fina sábana de mi cama. Miro nuevamente su cara antes de dejar un casto beso en sus labios. Su respiración se acelera unos segundos antes de abrir uno de sus castaños ojos, oscurecidos por el sueño.
Ethan me dedica una de esas sonrisas que sé, que son solo para mí, justo como me gusta. -¿Disfrutando de la vista?-pregunta con su voz enronquecida. Sin embargo, no me da tiempo a reaccionar antes de lanzarse a devorar mis labios dulcemente. -No contestes, sé que sí.
-Idiota.
-Tú idiota.
-Mío. -Acuno su cara entre mis frías manos y noto como su piel se eriza ante mi tacto en respuesta.
-Solo tuyo -sonrío y corto la distancia que nos separa.
Disfruto de su calidez, absorbiendo todo lo que pueda de él. Todo lo que Ethan me da, ya que hay un mal presentimiento que no me puedo quitar y sé que algo va a pasar. Algo de lo que ninguno saldrá bien parado. Y temo por ello.

ESTÁS LEYENDO
El idiota que ha regresado #2 (+18)Terminada #Disponible en Amazon
Romansa•Segunda parte de "El idiota que vive en mi casa". •Antes de leer esta historia deben leer la primera parte para enterderla por completo. ~ Marcharme no fue algo fácil de decidir. Irme fue muy duro. Alejarme de ella sin du...