Cap. 10 La cita parte 3

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Mare

Cuando se abren las puertas del ascensor frente a nosotros, me adentro ignorando la existencia, lo más que puedo, de Ethan.

Quién nada más cerrarse las puertas detrás nuestra, me agarra con sus duras y suaves manos de la cintura, me voltea y empuja suavemente contra la pared, atrapándome así entre ésta y su cálido cuerpo.

Lejos de aterrarme, sentir de nuevo tal cercanía con él, hace que el latir frenético de mi corazón sea aún más perceptible. Tanto que creo que si mantenemos este silencio infernal que se ha creado entre nosotros y escucha con atención, Ethan podría darse cuenta de el.

Se acerca peligrosamente a mí, sus hermosos ojos grises están ahora oscurecidos un par de tonos, debido al enfado y al igual que yo, su pecho sube y baja a un ritmo animal, salvaje y devastador.
Acerca su hermosa cara a la mía y acaricia mi nariz cariñosamente con la suya, mientras hace un poco más firme su agarre en mi cintura. Cuela ambas manos por debajo de mi blusa azul cielo y soba con mimo mi vientre, creando círculos ficticios que a su vez crean olas de sentimientos en mi. Sacudo la cabeza a ambos lados para infundarme algo de razón.

¡No!, me grito a mí misma.
No puedo caer en sus trucos, sucios trucos de mujeriego.
No otra vez.

Perdida en mi propia telaraña de pensamientos no llego a poder evitar el beso que me da, el cual comienza lento, tan solo probando mis labios. Un leve y dulce roce que se convierte en algo más.
Algo apasionado, voraz, con deseo y sobretodo amor.
Un suspiro se me escapa de mis labios al poder volver a saborear los suyos. Lo que a leguas se ve que es un enorme fallo por mi parte, ya que Ethan aprovecha para colar su lengua en mi boca.

En cuanto hace contacto con mi lengua, lanza un gruñido, aliviado de no ser rechazado.
Eso hace que reaccione y coloque ambas manos sobre su duro pecho, ahora Ethan está mucho más torneado..

+No, Mare, debes detener esto, ¡ya!.

Me lleno de fuerza de voluntad y con gran esfuerzo empujo todo lo que puedo a Ethan, quien a penas se mueve un par de centímetros. Lo suficiente, por otra parte, para detener ese delic.. ese beso.

Miro a Ethan quién a su vez me mira sin comprender y una enorme oleada de furia se adueña de mi. Casi sin poder retener a mi propia mano, sale volando hasta su cara.
Me pongo recta y veo como Ethan se acaricia la zona dolorida. Al ver su reacción toda la rabia que había sentido, a penas unos segundos atrás, se ve reemplazada por culpa y vergüenza. Yo no quería golpearle por besarme, al revés, quería que siempre me besara, sin parar y sólo a mí. Pero no estoy dispuesta a permitir que él vea eso, no después de todo lo que ha pasado.

- ¿Cómo te atreves a besarme?.

Ethan me mira con dolor en su mirada y suspira antes de hablar. -Tú me amas, al igual que yo a ti. Jamás te atrevas a decir lo contrario.

(...)

Llegamos a casa aún sin dirigirnos la palabra. El camino ha casa ha sido en un interminable y agonizante silencio. No sabía qué hacer, no sabía cómo reaccionar ante todo lo que me había dicho o como había actuado. Miraba por la ventanilla del coche y miraba cada poco a Ethan, quien conducía pensativo. Creo que me quería dar un poco de espacio, pero ahora que estamos cada uno en su habitación, completamente solos y el silencio reinando en la casa, cada vez me siento peor por las mentiras que le he dicho.

El idiota que ha regresado #2 (+18)Terminada #Disponible en Amazon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora